El hijo de Alain Delon publicó una biografía novelada en la que acusa a su padre de violento y machista

Las relaciones de Alain Delon con sus hijos varones han vuelto a entrar en un terreno turbulento, tras la publicación de un libro autobiográfico escrito por el menor de ellos, Alain-Fabien Delon, quien retrata al actor francés como un hombre violento y sin escrúpulos.

«De la race des seigneurs» («De la raza de los señores»),tal el nombre del libro, es un relato vagamente novelesco que describe a Delon como un padre machista, xenófobo, violento, coleccionista de armas, fetichista y presto a humillar a sus hijos y a numerosas mujeres con fría ferocidad.

A los 25 años, el menor de la saga -en la que también está Anouchka, la única que mantiene una buen trato con el actor- es también el menos mediático: un par de papeles en el cine y, sobre todo, una campaña de publicidad para Dior.

Hace años Delon junior ya había escrito horrores de su padre, que por entonces respondió a través de lacónicas declaraciones de prensa: «Mi hijo está descarriado. Soy un hombre incapaz de pegar a un niño o una mujer. Estoy horrorizado con las declaraciones de mi hijo. Temo que se encuentre en una situación patética y no me extrañaría que haya cobrado dinero por hacer ese tipo de declaraciones».

Pocos años después, Alain-Fabien Delon vuelve a la carga, con un libro escrito en primera persona, repitiendo y lanzando nuevas acusaciones, contra su padre y su madre, Rosalie van Breemen, que «rehizo» su vida en dos ocasiones, tras abandonar a los Delon, padre e hijo, en Roma.

El joven relata la historia en unos términos atroces: solo, abandonado, en apartamento de Roma, rodeado de drogatas, tras la fuga de su madre con un nuevo amante y futuro esposo.

Alain-Fabien Delon se hizo famoso muy pronto, como incipiente actor de vida disoluta: droga, robos, violencia y condena a varios años de cárcel con remisión de pena.

En su flamante libro, el «hijo descarriado» remarca de manera recurrente la violencia de su padre, con escenas donde llega a golpearlo hasta romperle las costillas o abofetea a su tercera esposa hasta hacerla caer de rodillas y otras donde irurmpe como un hombre que colecciona armas con la misma frialdad que pronuncia frases antisemitas.

Alain-Fabien, o Alain júnior, como le gustaba llamarle a su padre cuando era un niño y hablaba todavía con orgullo de él en las entrevistas, ha optado por la ambigüedad: tan pronto destaca el carácter biográfico de su libro como asegura que no es más que una novela.

«Yo no quiero ser el ‘hijo de’ que escribe una biografía. Está entre la ficción y la realidad», señala.
Difícil no ver los elementos de la segunda, cuando el protagonista, que habla en primera persona, ha tenido, como él, curas de desintoxicación y problemas con la justicia.

«Durante años viví esperando una bofetada. Ahora solo espero que viva lo suficiente como para que me vea llegar muy alto. Ya no tengo tiempo de odiar», aseguró el joven actor en una entrevista con «Elle».