Como lo veo yo

Caballo de guerra: El mejor teatro británico en Buenos Aires. Por: Adriana Muscillo.

 

La Fundación Beethoven de Argentina, cerró la temporada 2015 de transmisiones en 4K desde el National Theatre Live de Londres, con una nueva proyección de este imperdible espectáculo protagonizado por la marioneta de un caballo, que cobra vida a través del perfecto manejo de los actores en escena. Caballo de guerra fue la pieza inaugural de este ciclo que comenzó en febrero de 2014 y que lleva emitidas, en cines de todo el mundo, numerosas representaciones notables de la escena teatral del Reino Unido.

Esta obra ha sido estrenada en 2007, en el Royal National-Olivier Theatre de Londres y, a partir de 2009, siguió representándose en el West End-New London Theater. En Nueva York, se re-estrenó en el teatro Vivian Beaumont del Lincoln Center en enero de 2011 y se convirtió, rápidamente, en un gran fenómeno teatral. Ese año, ganó cinco Tony Awards en Nueva York: mejor obra, mejor dirección (Marianne Elliott y Tom Morris), mejor diseño escénico (Rae Smith), mejor diseño de iluminación (Paule Constable) y mejor diseño de sonido (Christopher Shutt). Además, “Handspring Puppet Company” consiguió un premio especial por construcción de marionetas. La obra ha sido adaptada por Nick Stafford y está basada en una novela del mismo título de Michael Morpurgo, el principal autor vivo de literatura infantil del Reino Unido. Luego de ese rotundo éxito, la compañía emprendió una gira internacional y por los Estados Unidos.

Se trata de un espectáculo absolutamente novedoso, con la interacción de unos versátiles actores que dan vida y confieren una gestualidad increíblemente verosímil a unas marionetas que representan caballos. La pieza constituye una fuerte crítica a la guerra, a través de la historia de amistad y lealtad llevada a las últimas consecuencias, de un chico de 16 años, Albert y su caballo, Joey.

Caballo de guerra fue llevada a la pantalla grande por Steven Spielberg en diciembre de 2011 y tuvo gran éxito, sobre todo, entre el público infantil y juvenil.

El libro está narrado en primera persona desde la perspectiva de Joey. Por eso, la teatralidad hace eje en los sentimientos del caballo. Es él el protagonista y quien se lleva todos los laureles. Menuda tarea para los increíbles titiriteros que, realmente, revisten de personalidad a la marioneta, otorgándole gestualidad y emotividad al personaje de Joey. Llega un momento en que uno se olvida de que no es real, los actores que lo manejan “desaparecen” del campo visual y solo se ve a Joey. Es un trabajo asombrosamente perfecto que involucra a los directores, a los actores y a los constructores de las marionetas que tienen articulaciones hasta en las orejas, en el cuello, en el lomo. Al cabalgar, arquean el lomo como un animal de carne y hueso. Cuando Albert le habla a Joey, el equino mueve sus orejas, su cabeza, con una mirada expresiva. Son caballos de tamaño real, incluso, hay un primer animal que es un potrillo y, luego, se hace adulto en escena, con un cambio de marioneta que apenas es perceptible, ayudado por la detallista iluminación. La “vivificación” es tal hasta en la respiración. Los caballos resoplan como si estuvieran vivos.

La historia es muy emotiva hasta las lágrimas. Más abajo, se podrán leer la sinopsis y la ficha técnica. Solo destacaré algunas escenas que son, desde mi punto de vista, de una sentimentalidad superlativa. Por ejemplo, cuando Albert está amaestrando a Joey. Al principio, el animal es arisco pero, lentamente, va aceptando las propuestas de su dueño, quien hace un sonido que, finalmente, es reconocido y respondido por Joey con una gestualidad de cariño, un resoplido y un ademán amistoso con su cabeza. Ese detalle es lo que, al final de la historia, cobrará preponderancia. Otra escena remarcable es cuando deben sacrificar a uno de los caballos, herido mortalmente, ante la vista de una niña francesa que  suplica, entre sollozos, por la vida del animal. Lamentablemente, no podré narrar la que –a mi juicio- es la mejor escena de todas ya que es sabido que nunca se debe contar el final, aun cuando la historia sea archiconocida. Como siempre se dice: “el público se renueva”.

El año que viene, comenzará el tercer ciclo de transmisiones en vivo desde The National Theatre de Londres con tecnología Sony, con la promesa de ofrecer la proyección de The Audience, que recrea las reuniones de Isabel II con cada uno de sus 12 primeros ministros en el Palacio de Buckingham. ¡Allí estaré para contarles!

Sinopsis de War Horse:

Al estallar la Primera Guerra Mundial, Joey, el amado caballo del joven Albert, es vendido a la caballería y enviado a Francia. Al llegar, se ve atrapado bajo el fuego enemigo y el destino le lleva a una odisea extraordinaria que le hará servir en ambos frentes antes de encontrarse solo en tierra de nadie. Albert no puede olvidar a Joey y, a pesar de no tener edad suficiente para alistarse, se embarca en una peligrosa misión para encontrarlo y traerlo de vuelta a casa. Esta historia épica del “National Theatre” está basada en “War Horse”, la célebre novela del escritor Michael Morpugo, galardonado con el Children´s Laureate (2003-2005).

Ficha técnica de War Horse:

– Basada en la novela de: Michael Morpurgo.

– Adaptación: Nick Stafford.

– Dirección: Marianne Elliott y Tom Morris.

– Intérpretes: Stephen James Anthony, Zach Appelman, Alyssa Bresnahan, Richard Crawford, Sanjit De Silva, Matt Doyle, Austin Durant, entre otros.

– Sets, vestuario y dibujos: Rae Smith.

– Diseño de marionetas, fabricación y dirección: Adrian Kohler con Basil Jones para Handspring Puppet Company.

– Iluminación: Paule Constable.

– Director de movimiento y secuencias de caballos: Toby Sedgwick.

– Animación y proyección de diseño: 59 Productions.

– Música: Adrian Sutton.

– Compositor de canciones: John Tams.

– Sonido: Christopher Shutt.

– Dirección Musical: Greg Pliska.

Adriana Muscillo es cofundadora (2009) y Directora de Contenidos de Diario de Cultura.