Como lo veo yo

La magia y el encanto de El Cascanueces en el cierre de la temporada 2015 del Teatro Colón. Por: Adriana Muscillo.

 

Belleza, armonía y ensueño es la promesa cumplida con creces de esta puesta de escenarios encantados, vestuario deslumbrante, coro de ángeles, músicos de excelencia y bailarines livianos como plumas que giran en el aire y levitan unos breves instantes hasta apenas rozar el suelo; lo acarician con las puntas de sus pies y danzan con sus piernas como tijeras para dar vida a esta hermosa composición que forma parte del invaluable legado de Piotr Ilich Tchaikovsky.

En estos días, hemos celebrado, una vez más, la Navidad con Clara y su Cascanueces devenido Príncipe en el salón de la residencia de los Stahlbaum, que luego fue un jardín nevado. Hemos luchado contra el Rey de los ratones con el apoyo de los soldaditos de plomo. Hemos sido atacados por una bandada de murciélagos para, luego, despertar en medio de la madrugada, algo aturdidos…

La despedida del año de la mano de este cuento de hadas-ballet estructurado en dos actos, ya es un clásico en el mundo entero, acaso por transcurrir su historia durante la Nochebuena. En esta oportunidad, en Buenos Aires, con la impecable dirección coreográfica de Maximiliano Guerra, una de las máximas figuras y referentes de la danza en el país, galardonado con múltiples distinciones y premios nacionales e internacionales, quien desde febrero de 2015 se desempeña como director del Ballet Estable del Teatro Colón.

La puesta contó con la estupenda iluminación de Rubén Conde, quien es desde hace ya varios años, supervisor y jefe de la sección de Luminotecnia de esta emblemática sala; la notable escenografía del diseñador argentino Sergio Massa, quien ha demostrado su vasta experiencia como coordinador de producción escenográfica de este coliseo, ofreciendo magia en todo momento, con sus imponentes fachadas y salones y el soñado jardín invernal; el incomparable vestuario de Gino Bogani, uno de los diseñadores más famosos de la Argentina y del mundo de la moda y de la alta costura (deslumbrantes los trajes de los bailarines y los del Rey de los ratones y sus ratones, con ojos rojos luminosos- a destacar, también, los movimientos “animales” de los bailarines dentro de esos trajes) y un elenco inmejorable, cuyos protagónicos –al igual que otros roles- fueron interpretados por tres parejas distintas, efectuando cuatro fechas Carla Vincelli y Federico Fernández y Nadia Muzyca y Juan Pablo Ledo, a quienes tuve la oportunidad de aplaudir. La última función del año, contó con la actuación destacada de los primeros bailarines Karina Olmedo y Edgardo Trabalón.  Debo decir que el nivel artístico del elenco ha sido muy parejo, de manera que todos sus miembros han brillado con luz propia. Sin embargo, por la ductilidad y expresividad que sus personajes les han permitido lucir, mencionaré muy especialmente a la muñeca, Luciana Barrirero y al arlequín, Maxi Iglesias. La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, un lujo como siempre, con la batuta de Emmanuel Siffert y el coro de niños, divino, dirigido por César Bustamante.

Este ballet en dos actos y 5 escenas fue estrenado el 17 de diciembre de 1892, en el legendario teatro Mariinsky de San Petersburgo bajo la coreografía original de Lev Ivanov, el libro de Marius Petipa y la música de Piotr I. Tchaikovsky.

La primera historia que se conoce de El Cascanueces está basada en el libro de cuentos de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, titulado: “El Cascanueces y el Rey de los ratones” (1816). Sin embargo, el argumento que daría vida, años más tarde al ballet de Tchaikovsky deriva de una adaptación que Alejandro Dumas (padre) hiciera del texto de Hoffmann.

Quizá ayudada por Walt Disney, quien en 1940 usó parte de El Cascanueces en su película animada “Fantasía”, esta obra se ha convertido en la más popular de Tchaikovsky y, quizá también por eso, constituya una de las piezas de música clásica que más profundo ha calado en el imaginario infantil y, por su intermedio, en el público en general.

En este mes de diciembre de 2015, en Buenos Aires, se ofrecieron 5 funciones, la última de las cuales, se pudo disfrutar en vivo en todo el mundo, vía streaming y con emisión especial en la pantalla gigante de Plaza Vaticano o en la web del Teatro Colón.

Adriana Muscillo es cofundadora (2009) y Directora de Contenidos en Diario de Cultura.