Como lo veo yo

PARQUE LEZAMA. Un contraste ideológico. Por: @Adriana Muscillo.

La obra original de Herb Gardner, se desarrolla en el Central Park. Aquí, la brillante adaptación de Juan José Campanella está situada, justamente, en el  Parque Lezama. Protagonizada por Luis Brandoni y Eduardo Blanco, plantea la disyuntiva entre el compromiso social y el «no te metás».

Fue estrenada en los ochenta en EEUU y tuvo su correlato en el cine, protagonizada por Walter Matthau y Ossie Davis, con el título de “Yo no soy Rappoport” en el año 1996 y aquí se conoció una versión de la pieza con dirección de Manuel Iedvabani y actuación de Onofre Lovero.

Se trata de dos hombres mayores, de unos 80 años que se encuentran en el Parque Lezama, Luis Brandoni y Eduardo Blanco, y que labran una relación basada, fundamentalmente, en sus diferencias. Se van conociendo a fuerza de conversar en un banco del parque. De ninguna manera son amigos, ninguno de los dos quiere hacerse amigo del otro. Son ideológicamente opuestos. Sin embargo, tejen un vínculo que los une en sus diferencias.

Es interesante el trabajo que hizo Campanella en el guión de esta pieza de teatro, ya que aparecen en todo momento giros idiomáticos que son muy propios del argentino de Buenos Aires, principalmente, del porteño.

Por un lado, Luis Brandoni encarna a un histórico militante comunista, León Schwartz. Por el otro, tenemos a un eterno cultor del «no te metás», Antonio Cardoso, interpretado por Eduardo Blanco.

Los textos no tienen desperdicio. Los dos ancianos se van conociendo por sus diferencias, van contrastando sus miradas del mundo. Hay dos prototipos de ciudadano reflejados allí. Y, en esos diálogos, a veces ríspidos pero siempre muy amenos y divertidos, van limando posiciones para descubrir que, en realidad, no son tan distintos.

Brandoni da cuenta de toda su experiencia en las tablas, en la piel de un polaco que ha venido a vivir a estas latitudes, un enamorado de la vida, un idealista, con mucha imaginación. Uno tiene la sensación, todo el tiempo de que fabula, cuenta su historia de vida, narra hazañas inverosímiles. Se presenta como un luchador, un defensor de las causas que el común de la gente considera perdidas. Aunque, en la obra, aparece con un discurso algo anacrónico, fantasioso, revela una fuerte carga de sensibilidad y compromiso social.

Blanco está muy bien caracterizado, tanto física como actitudinalmente. Representa a un hombre común, abandonado a la edad, que vive en su mundo, preocupado por sus asuntos, por su “pequeña vida”, diríamos. Es un hombre que hace arreglos en un edificio y que teme perder su trabajo a causa de su progresiva pérdida de visión. Para ser consecuentes con el discurso marxista de León Scwartz, podemos decir que Antonio Cardoso es un tipo preocupado por sus “condiciones materiales de existencia”.

La obra plantea la desigualdad social, y los conflictos de la edad, en definitiva, la vulnerabilidad del ser humano en estas sociedades modernas. Llevada con mucho humor y con algunos momentos de tensión.

El mensaje pareciera estar situado en la pregunta sobre si uno debe involucrarse o no en la política y en la sociedad. Mientras el personaje de Brandoni es un hombre comprometido con las causas justas y nobles, el de Blanco representa al ciudadano promedio, interesado solo en resolver sus problemas y ajeno a las cuestiones que exceden su ámbito de injerencia.

Representada con gran éxito y con reposición año tras año, Parque Lezama es una comedia inteligente, con parlamentos jugosos, que de alguna manera refresca al público sus convicciones o, al menos, lo interroga, lo invita a la reflexión.

Parque Lezama en el Teatro Liceo, con Brandoni y Blanco, dirigida por Campanella, Rivadavia y Paraná, Horarios: mié jue vie 20:30. sáb 19:30. sáb 22:15. dom 19:00.

Por: @AdrianaMuscillo. Periodista Cultural y Psicóloga Social. Es Columnista de Cultura y Espectáculos en Radio Nacional y Directora de Contenidos en Diario de Cultura.