Como lo veo yo

Maravilhosa. Julia Zenko tributa a Elis Regina, en el Picadero. Por: Adriana Muscillo.

Diosa polaca, judía, letona, brasilera, argentina. Julia Zenko se sube al escenario del emblemático teatro Picadero, en Buenos Aires, para ofrecernos un jueves diferente.

Desde el recordado jingle de cubrecamas Palette, pasando por sus intervenciones en cine y las memorables canciones que acompañaban a las telenovelas de la tarde, como  María de nadie, con Grecia Colmenares; Dulce Ana, con Patricia Palmer y Soy Gina, con Luisa Kuliok, hasta recalar en el tango, de la mano de Piazzolla y Ferrer, Julia hizo carrera por el mundo con su voz de diafragma elástico y aire inacabable.

Ahora, con un look definitivamente «bossa nova» y dando sorbitos de a ratos a una tentadora caipiroska, evoca e invoca a la eterna cantante brasilera que se constituyera en un símbolo de la música popular brasilera (MPB), Elis Regina, recreando su disco “Pra Elis”, editado en 2009 por Sony Music.

Enfundada en guantes de gasa negra hasta los hombros que hacen difícil pasar las partituras, conduce su propio show con toda su sabia experiencia y espontaneidad. Nos cuenta que, de muy niña, visitaba con frecuencia a su abuelo, que vivía en San Pablo y, a menudo, miraba telenovelas junto a una mujer que la cuidaba, tomando guaraná. Así fue como aprendió a apreciar la cultura brasilera.

Los afectos atrapados en los recuerdos nos hacen ser, en parte, quienes somos. Las experiencias vividas van trazando un rumbo preciso.

Entonces nos encontramos con aquella niña, hoy adulta, que entona canciones memorables de autores como Tom Jobim: Corcovado, Triste y Äguas de março, esta última junto al cantante brasilero Cau Bornes; de Ivan Lins (Madalena, Cartomante); de Chico Buarque (Atrás da porta), entre otras de Joa Bosco y Renato Teixeira y una exquisita versión de Nuestra señora de Aparecida, deslizada con mucho filin’, creando un clima intimista que envuelve a todo el auditorio.

En la primera función, del jueves 3 de noviembre, también hubo otros invitados de lujo, como el multifacético músico argentino, polinstrumentista asombroso y talentoso por donde lo mires, Pedro Aznar y el también admiradísimo pianista y arreglador musical Lito Vitale.

El espectáculo se llama «Brasil en mí» y forma parte del ciclo Música del Alma, junto a Álvaro Torres en piano, Norberto Córdoba en bajo, Pablo Guarnieri en batería y percusión y Mariano Delgado en guitarra. Si no lo viste, no te lo podés perder este jueves 10 de Noviembre a las 20,30 horas, en el lindísimo Teatro Picadero, que está regio con un amplio bar de tragos en la entrada, con una nutrida barra y muy bien ambientado, en el Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857, (Riobamba y Corrientes), ese corredor porteño al mejor estilo europeo, con sus lucecitas dicroicas empotradas en el piso que le confieren elegancia y charme.

Me encantó, aunque me quedé con ganas de escuchar a su hija Elis, sentada entre el público, quien -dicen- lleva el sello Zenko en la voz.

Por: @AdrianaMuscillo.