Como lo veo yo

Daniil Simkin presentó Intensio: Perfección y estilo. Por: Adriana Muscillo.

 

El extraordinario primer bailarín del American Ballet Theatre desembarcó, nuevamente, en nuestro país para estrenar cuatro coreografías inéditas, con la producción de Grupo Ars, en el Teatro Coliseo de Buenos Aires.

Un niño nacido en Novosibirsk, la tercera ciudad en cantidad de habitantes, luego de Moscú y San Petersburgo, ubicada en la Siberia rusa. Hijo de madre y padre bailarines que influyeron decisivamente en su destino de primera figura estelar en una de las compañías de ballet mejor reputadas del mundo.

El niño Simkin, aparece en la pantalla gigante del Coliseo, ante la mirada tierna de unos espectadores que asistimos a la magia de la evocación. Ese artista magnífico que hoy integra el círculo selecto de los bailarines mimados por la crítica de ballet internacional, nos muestra su historia en imágenes en blanco y negro.

Pequeño, bonito, con un cuerpito estilizado en unas tomas donde no tiene más de cinco años, haciendo sus primeros pasos en un salón blanco, junto a una barra de ensayo, mientras se asoma un brazo femenino que corrige la postura de su espalda.

Bello y perfecto. El pequeño cisne aparece de pronto, en vivo y en directo, con sus 28 años bien plantados, luego de haber vivido en Alemania y en Austria para finalmente radicarse en los Estados Unidos, ahora de visita en la Argentina, enfundado en un magnífico traje negro bordado en oro y su figura ágil de movimientos armoniosos y exactos, contrasta sobre la imagen iluminada del fondo.

Y, entonces, nos habla y nos cuenta que dejó Rusia a la edad de 2 años y que entrena, junto a su madre, todos los días desde los 9 años. “Me hubiera gustado ser dentista o psicólogo –bromea-. Me gustan las manzanas y las zanahorias”. También, a través de la pantalla, nos enseña los orígenes de la danza de la mano del célebre Beauchamp en la corte de Luis XIV. Así se presenta, este es él. Bienvenidos a la magia del arte. Con ustedes, Daniil Simkin.

Visitó por primera vez nuestro país hace cuatro años para participar de la Gala Internacional de Ballet de 2011 y cautivó, inmediatamente, a nuestro público. Desde aquella primera presentación, a la que tuve el gusto de asistir, no dejó de deslumbrarnos con su perfección y estilo únicos hasta que el año pasado, tuvo su consagración con Don Quijote, que cosechó un enorme éxito. Y allí lo tuvimos en esta nueva temporada, con su proyecto Intensio, que según él mismo dice, es un neologismo que alude a la doble propuesta de intensidad e intención artística revolucionaria. “Intensio”, intention + intensity + intent.

“Durante los últimos años, junto a mi familia hemos realizado diversos programas para galas alrededor del mundo, y en cada programa empujábamos los límites coreográficos de la danza clásica y contemporánea. Intensio es nuestra nueva creación, combinando las coreografías contemporáneas con algunos de los bailarines más talentosos de la nueva generación, adicionando además nuevas tecnologías”, dice Daniil Simkin.

“Estoy emocionado de haber comisionado cuatro nuevos trabajos, coreografías inéditas realizadas por talentosas voces muy diferentes entre sí: Alexander Ekman (Simkin and the Stage), Jorma Elo (Nocturne/Etude/Prelude), Annabelle Lopez-Ochoa (Islands of Memories) y el nuevo descubrimiento, el talentoso y joven Gegory Dolbashian (Welcome a Stranger)” afirma el bailarín ruso. “Cada vez que ingresamos al estudio para un nuevo ensayo, la emoción y la expectación de los bailarines, se palpita, se respira. Estamos ansiosos de explorar nuevos territorios y salir de nuestras zonas de confort para crear piezas fascinantes del movimiento contemporáneo”, aseguró entusiasmado, poco antes del debut.

Entre los bailarines se destacan: Isabella Boylston, Alexandre Hammoudi, Blaine Hoven, Calvin Royal III, Heeo Seo, James Whiteside, Céline Cassone, entre otros.

Adriana Muscillo es cofundadora y Directora de Contenidos en Diario de Cultura.