Como lo veo yo

El poeta ciego: interculturalidad que desafía a Babel. Por: Adriana Muscillo.

Una propuesta de encuentro entre diferentes culturas. El entrecruzamiento de las historias personales de siete actores, oriundos de distintas latitudes, ligados por un hilo invisible. Probablemente, una de las más destacadas obras teatrales que integran el X Festival Internacional de Teatro en Buenos Aires (FIBA).

Dirigida por el belga Jan Lauwers, en estrecha colaboración con el compositor Maarten Seghers, El Poeta Ciego plantea una conversación plurilingüe que, lejos del maligno cometido de Yahveh, traza un paralelo que amalgama los relatos y da cuenta, con ello, de la universalidad y trascendencia del hombre más allá de fronteras geográficas, étnicas y religiosas.

Se trata de siete actores, bailarines y músicos de distintas nacionalidades que salen de la fosa de la Sala Martín Coronado -en el Teatro San Martín- dejan sus instrumentos y suben, alternadamente, al escenario para relatar sus historias de vida, partiendo de la deconstrucción de sus árboles genealógicos, a través de lo que Lauwers denomina “Retratos”.

Así, por ejemplo, Grace Ellen Barkey, su esposa y cofundadora de la NeedCompany, hace su entrada teatral para constituir el primer Retrato a partir de su propia historia. La coreógrafa cuenta que nació en Indonesia –descendiente de chinos y alemanes- vivió 25 años en Roterdam, Holanda, hasta que conoció a Lauwers y se trasladó a Bélgica, donde se casó y tuvo dos hijos con el director. Ella dice que es un poco china, un poco indonesia, un poco alemana, un poco holandesa, un poco belga y que todo eso es muy bueno. Explica cómo le costó acostumbrarse a la vida occidental y describe sus experiencias en el momento del choque cultural.

Los testimonios de vida se van sucediendo por medio de lo que se podría entender como una especie de catarsis teatral, con personajes que parecen extraídos de un cuento fantasioso pero que transmiten hechos y situaciones reales tan extremos como desgarradores, sin dejar de lado por ello, la necesaria cuota humorística para descomprimir la tensión escénica.

No es antojadiza la reiterada referencia al célebre griego Homero (a quien se le atribuye la creación de la Ilíada y la Odisea y del que la tradición sostenía que era ciego) y a la figura del sirio Abu al’ala al Ma’arri (973-1058) quien fue un filósofo y poeta, también ciego –de allí el nombre de la puesta- controvertido racionalista en su tiempo, que atacó los dogmas de la religión y rechazó que el islam tuviera el monopolio de la verdad.

Esta obra, que se estrenó este año en Bélgica en el Kunstenfestivaldesarts, se inscribe en un contexto epocal tan convulsionado como es el que impera en estos momentos en Europa y que pone en cuestión el delicado límite entre nacionalismo y sensibilidadhumana. Habla de la noción de identidad a través de la transmisión de la historia y la aceptación del otro, con sus similitudes y diferencias.

La puesta es original y provocadora. Durante el transcurso de los distintos “Retratos”, o en el medio de ellos, se puede ver en escena un artefacto a modo de doble grúa o balanza, de la que pende el cuerpo de un caballo muerto, con el que interactúan permanentemente los actores. El director belga cuenta cuánto se ha divertido imaginando en qué escena introducir a una especie de medusa o pulpo trabajado con arcilla que se mueve constantemente y dentro o debajo del cual, entran y salen actores y bailarines.

Jan Lauwers

Proveniente de las artes plásticas, autor de veinticinco obras teatrales, se sigue definiendo a sí mismo como un artista visual. En conferencia de prensa -que fue, más bien, una charla amena e informal entre artista y público/periodistas- explicó que, por lo general, escribe las historias en soledad pero que, en el caso de El Poeta Ciego, se nutrió del árbol genealógico de los actores y dejó que la propia energía de sus relatos, le diera cuerpo a la obra. “Creo que es importante que nos preguntemos qué tenemos que hacer en el teatro, qué historias tenemos que contar… yo escribo para este elenco en particular y, al mismo tiempo, trato de escribir una historia universal… Creo que la historia ha sido contada, principalmente, por hombres y es, de algún modo, una cadena de mentiras. Las mujeres están borradas. Todo el mundo tiene una historia fantástica para contar y uno se enamora de esa historia… Lo que hago no es un documental, es un tipo de verdad que también es una ilusión y una desilusión”. “Hace mucho tiempo que trabajo con estos actores. Con algunos, hace más de 25 años y los conozco muy bien. Yo escribo para mi elenco. No me siento un director, me siento un coach. Nosotros hacemos la obra con el texto en la mano. Producimos en lugar de reproducir.” Y concluyó: “En esta época donde todos miran a sus pantallas, el teatro es fundamental.”

Sobre Need Company

Creada por Jan Lauwers y Grace Ellen Barkey en 1986 con sede en Gante (Bélgica), la compañía artística trabaja varias disciplinas como el teatro, la danza, la performance, arte visual y dramaturgia. Está formada por personas de diversas nacionalidades (siete en total), es ahí donde radica la multiculturalidad de la propia compañía. Se trata de una compañía con vocación internacional, multidisciplinar, plurilingüe e innovadora.

Más sobre FIBA: http://www.diariodecultura.com.ar/cine-y-artes-visuales/buenos-aires-ya-palpita-el-decimo-fiba/

Adriana Muscillo es cofundadora y Directora de Contenidos de Diario de Cultura.