Como todos hemos aprendido en la escuela, José Hernández, padre de la literatura gauchesca, nació en la chacra de Perdriel en el partido de San Martín el 10 de noviembre de 1834. Fue un destacado militar, periodista, poeta y político. Defendió sus ideas a ultranza sin claudicar aún en los momentos difíciles.
Consideraba que las provincias no debían someterse a las autoridades centrales de Buenos Aires. Fue un gran opositor de Sarmiento, a quien responsabilizó por el asesinato del caudillo Peñaloza en su libro “Vida del Chacho”.
Lo más destacable de su obra literaria y que merece un capítulo especial es su obra cumbre: “Martín Fierro”, compuesta en dos partes intituladas : “El gaucho Martín Fierro” ( 1872) y “La Vuelta de Martín Fierro” ( 1879).
Esta obra maestra de la literatura gauchesca es un alegato a favor del gaucho, a quien Hernández, según sus propias palabras extractadas de una carta enviada a Zoilo Miguens, consideraba “ una clase desheredada, víctima de todos los abusos y desgracias de nuestro país”.
En su argumento, nos cuenta que el gaucho Martín Fierro tiene una vida feliz junto a su mujer y sus hijos hasta que las autoridades, en un acto arbitrario, lo apresan y lo envían a la frontera a luchar contra los indios. En ese fortín, recibe un terrible maltrato por parte de los milicos, además de ser engañado en cuanto al pago del salario prometido. Agobiado por tanta injusticia, decide huir, pero cuando logra regresar a su rancho, lo encuentra arrasado y ahí, recibe la terrible noticia: su familia ha desaparecido.
A partir de ese momento, jura venganza y se convierte en un gaucho matrero.
Muchas son las desventuras que le esperan al pobre gaucho durante su vida, enfrentado con la justicia. Al final, logrará reencontrarse con sus hijos, ya adultos, después de enterarse de la muerte de su esposa. Termina la segunda parte con los famosos consejos que Fierro les da a sus hijos y al gaucho Picardía, hijo de su amigo Cruz.
Estos consejos no tienen desperdicio, porque contienen la sabiduría de un hombre que ha padecido, y al que la vida le ha enseñado con rigor.
Cito a algunos de esos memorables versos:
Debe trabajar el hombre
Para ganarse su pan:
Pues la miseria en su afán
De perseguir de mil modos,
Llama en la puerta de todos
Y entra en la del haragán.
Muchas cosas pierde el hombre
Que, a veces, las vuelve a hallar.
Pero les debo enseñar,
Y es bueno que lo recuerden,
Si la vergüenza se pierde,
Jamás se vuelve a encontrar.
Respeten a los ancianos
El burlarlos no es hazaña.
Si andan entre gente extraña
Deben ser muy precavidos
Pues por igual es tenido.
Quien con malos se acompaña.
Los hermanos sean unidos,
Porque esa es la ley primera.
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea,
Porque si entre ellos pelean
Los devoran los de afuera.
Creo que los consejos del sabio Martín Fierro son atemporales y sería muy provechoso releerlos de vez en cuando.
El 6 de junio de 1938 se promulga la ley nº 4756/39, según la cual se establece como Día de la Tradición al 10 de noviembre en homenaje al natalicio de José Rafael Hernández Pueyrredón y posteriormente, se declara a la localidad de San Martín como ciudad de la Tradición por ser la ciudad natal del poeta.
Hernández muere a los 51 años de un ataque cardíaco el 21 de octubre de 1886.
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Patricia Giuffré es Profesora y Licenciada en Letras. Ya editó varios libros, y conduce un programa en el canal Santa María llamado “Protagonistas por Siempre” que destaca los valores de distintas personalidades de la literatura, la historia, la religión y otras disciplinas.
El programa hace 9 años que se emite por la señal 424 de la televisión abierta, y se retransmite por telecentro, telered y el Canal de Ciudad.
El objetivo de esta nueva columna “Crisol” es volver a la fuente de los valores éticos, eternos y universales que nos mejoran como seres humanos y como sociedad.
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