La magia…
Solo hay que escuchar.
Desde un disco compacto que devuelve una grabación más o menos antigua registrada en el silencio de un estudio o en el increíble ambiente de una sala llena en cualquier parte del mundo.
Magia.
Un aplauso puede recibir esas primeras caricias respetuosas de esas manos sobre un piano también respetuoso y admirativo.
Entonces la fila de trombones recibe la respuesta de la formación de las trompetas, esta vez con sordina…
Luego los saxos son el contrapunto de los trombones y, finalmente, se suma toda la orquesta para continuar la exposición de la melodía.
El trombón solista se muestra con autoridad, el final acentúa tensiones con la batería y el cierre es el “break” último del piano del Conde.
Sí, el que se escucha es Basie… Count Basie.
Un William Basie que disfruta del homenaje que hacía en cada ocasión que tocaba ese tema de “El Jefe” Ellington (Edward Kennedy “Duke” Ellington).
“In a Mellow Tone” (En un tono suave) deleita con cada detalle y descubre, perceptible, el inmenso respeto del ejecutante, nada más ni nada menos que ese ejecutante, por el amigo y colega compositor. Por el Gran Maestro Duke…
La Magia… Nutre con su energía musical y libera mentes de otras preocupaciones. Y cuando sucede todo sorprende, con flashbacks en los que se corporizan recuerdos abiertos, el presente apasionado, angustias, alborozos, aplausos y silbidos.
Los fragmentos deshilvanados de la historia, de cada uno, en sube y baja.
La mágica niebla sonora el Jazz construye, en la habitación, en un local comercial, en una sala de conciertos, en un universo sin murallas…
Magia que, al tiempo que sigue con los dedos el ritmo, retorna a esfumarse en la introspección.
En un tono suave…
Norberto Tallón
@betotallon