Crucigrama: Game Over

¿Cuándo el juego termina? – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Dos palabras que hemos leído muchas veces, ya sea en la PC o quizás en algún momento de vacaciones, en un bullicioso local lleno de máquinas electrónicas, donde los chicos suelen acercarnos y hasta tentarnos: Game Over. El juego terminó.

Es probable que esa imagen retorne en lo personal, a la sociedad toda, en otras tantas ocasiones cuando percibimos que cada día parece más difícil que el anterior, en que los “fantasmas”, casi monstruos reales nos “pegan” a cada uno o al amigo, el vecino o, quizás, alcance con la influencia de una encuesta y/o estadística.

En el momento en que se nos ocurre que muchas decisiones, las tome quien las tome y en el ámbito que sea, parecen alejadas del sentido de “justo” que maneja nuestra mente. También en las situaciones donde parece que ya no nos miramos unos a otros en la calle, que un gesto de saludo es extraño y una sonrisa todavía más.

Entonces, no parece difícil llegar un punto de desaliento, a los interrogantes sin respuesta, que sean más, siempre, los problemas que las soluciones. El instante del encendido en nuestra mente de los vocablos del pesimismo: Game Over.

Pero… nada termina si nosotros no queremos que termine. El “juego” puede y debe seguir de la misma manera en que los artistas lo afirman con la continuidad de la función, pase lo que pase.

Tal vez, solo sea necesario que, por lo menos, tengamos como creíbles las propias capacidades, sumando acción y esperanza, esa esperanza que nace construyendo a partir de ella.

Descubrir la capacidad de luchar cotidianamente por el trabajo, en su ejecución o su búsqueda, de levantar los brazos para desafiar los “cachetazos”, elaborar en el amplio ámbito del propio libre pensamiento las formas y estrategias para desandar la ruta que a lo mejor se recorrió con el impulso de otros o las circunstancias.

Nada termina si se quiere desafiar las equivocaciones y rectificarlas, si en lugar de entregarse mansamente, se explora con inteligencia y esfuerzo la elección hacia donde y porqué se dará el próximo paso.

Eludiendo los simples discursos voluntaristas, cargando al hombro las ganas de hacer, el sentido de la Justicia y la Libertad de ser lo que se siente, no habrá nada, humano o mecánico, que pueda indicar que algo y, sobre todo, el propio “juego”, ha terminado.

Norberto Tallón
@betotallon