Crucigrama: Homero Manzi

DE POMPEYA, ANTES DE «MÁS ALLÁ LA INUNDACIÓN…» – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Hace una semana contábamos que era un EGOT, si pudiese trasladarse esa figura de multiplicidad y talento artístico, este sería un ejemplo local.

Nació con el nombre de Homero Nicolás Manzione Prestera. Quinto hijo de Luis y Ángela.
Fue en Añatuya, en 1907, bajo el signo de Escorpio. Allí se crió y a los 9 años se mudó a Buenos Aires, al barrio de Pompeya, en el arrabal sur de la metrópoli. Las vacaciones eran en su natal Santiago del Estero.

Escritor, político, letrista, guionista y director de cine, docente, poeta y autor de tangos y milongas, convertidas en “clásicos” del género, algunos que cantó Gardel, con música, entre otros, de Lucio Demare, Sebastián Piana, Aníbal Troilo.

Mucho tiempo de su vida vivió en Lanús, Gran Buenos Aires; hoy una calle lleva su nombre y una imagen lo recuerda en la plaza principal. Gustó del fútbol como fanático simpatizante del Club Atlético Huracán.

Por esa etapa, en la gran ciudad en la que encontró la amistad de Cátulo Castillo y su padre José González Castillo, se convirtió en Homero Manzi al ingresar en el mundo del teatro, donde escribió, actuó y dirigió. En 1922 inició su época de creador de canciones.

Un corto tiempo se dedicó al periodismo y fue profesor de Literatura en los colegios nacionales Mariano Moreno y Domingo Faustino Sarmiento.

Ya desde su juventud se afilió y militó en la Unión Cívica Radical como claro seguidor de la ideología de Hipólito Yrigoyen y, asimismo, como activista de la Reforma Universitaria. El gobierno dictatorial de José Félix Uriburu lo expulsó de las cátedras y durante algún breve período lo encarceló.

Entonces se dedicó de lleno al arte, fundó una compañía de danza con la que realizó giras por el país, Chile y Perú. Luego, nuevamente en la arena de la política, fue uno de los fundadores e integrantes, junto a nombres como Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz y Luis Dellepiane, de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina), un movimiento que ponderó el retorno a los principios federalistas de la Constitución y criticó activamente a los gobiernos de la llamada “Década Infame”. Le valió otra expulsión: la de la Facultad de Derecho. Por 1947 se acercó al Peronismo.

En esa época acrecentó su producción literaria, incursionó en el cine y creó, con otros integrantes del medio, la productora “Artistas Argentinos Asociados”, un pilar de la actividad. Fue presidente de SADAIC, la sociedad de autores y compositores.

Hay también historias de sus letras y de romances, pero tal vez sean para otra columna.

Homero Manzi, enfermo grave de cáncer seguía con la escritura, y murió el 3 de mayo de 1951.

Norberto Tallón
@betotallon

Puede escucharse a continuación en la voz de Susana Rinaldi el poema “Definiciones para esperar mi muerte” (nunca fue canción) acompañado por la música de troileana de “Sur” y luego el tema que le dedicaron “Pichuco” y “Catulín” Castillo a su memoria.