Crucigrama: Invierno

¡Qué invierno! – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

El almanaque y el Solsticio indicaron, hace un par de semanas, el comienzo del invierno austral.

Sin embargo, pareció solo algo “burocrático” porque casi ni “sensación térmica» hubo. Y las “olas polares” ingresadas parecían los suplentes de un equipo de fútbol, acostumbrado a las derrotas.

Pero… Hace unos días se largaron las carreras hacia los placares y vestidores en busca de todo abrigo posible… y más allá de que seguramente habrá idas y vueltas, por un par de meses será irreversible el uso de guantes, bufandas, sobretodos, camperas gruesas y, seguramente, prendas que no se ven pero están. Sin olvidar la proliferación de paraguas, junto a las dudas cotidianas de llevarlo o no.

No vamos a mensurar las terribles, pesadas e irrazonables razones (puede que sea un juego de palabras aunque no hay ganas de jugar) que atañen al bolsillo desde muchos ángulos.

Es obvio decir que es una de las cuatro estaciones del año ligadas con el tiempo climatológico en que transcurre. Su nombre, invierno, deriva del español antiguo “ivierno” procedente, a su vez de “hibernum” del latín vulgar y del latín “tempus hibernun” (estación invernal).

En la mitología griega, Hades, dios del inframundo, rapta a Perséfone para tomarla como esposa. Zeus le ordena devolverla a Deméter, diosa de la tierra y su madre. Sin embargo, se produce un engaño y un posterior acuerdo de compartir su presencia, en el período en que está con Hades, Deméter se entristece y provoca el otoño y el invierno.

En ciertos lugares de La Tierra, según su ubicación y condiciones meteorológicas, es posible observar caída de nieve.

Como el verano, el invierno también tiene fans que disfrutan especialmente de aquello que sucede durante su vigencia. Ya sea en costumbres gastronómicas, prácticas deportivas, reuniones sociales junto a chimeneas o fogones y, también, el disfrute de bebidas a las que el frío hace más “interesantes”.

Asimismo, es un espacio que hace descubrir refugios donde la lectura, la música y la charla posean un placer especial. Están quienes con su sola llegada tratan de huir en busca de calor, proceso que se invierte en el verano.

El invierno aquí está, sin dudas diferente, porque quienes debemos vivirlo no podemos dejar de mirar el alrededor. Hace falta.

Norberto Tallón

(Twitter) @betotallon