Crucigrama: Leer un libro…

… DE CASI MIL PÁGINAS – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Leer es siempre una placentera actividad. Aunque a veces se encare, por distintas razones, con el apuro de llegar al final lo más pronto posible.

Pero si lo que se pretende es alimentarse del disfrute de una lectura, que también por diferentes motivos se ha elegido, es preciso entregarse a ella, en lo que se disponga para hacerlo en cada momento, con la decisión de recorrer sus palabras con la mayor tranquilidad, analizando qué se dice y, tal vez, qué se quiere decir, “paladear” cada frase hasta obtener el mayor “gusto”, sea cual fuera, pues no siempre será dulzor ni tampoco amargura, “exprimir” todo el sabor que el escritor ha intentando volcar desde el comienzo hasta el fin.

El hacerlo predispone a la búsqueda de obtener la satisfacción de haber transitado un texto que lo merecía. Es obvio que no todas las ocasiones brindan esa posibilidad pero, asimismo, obliga a todo aquello relatado en el párrafo anterior. Sin embargo, no es igual leer un cuento, un escrito de trescientas páginas que uno de “casi mil”.

Un escritor estadounidense, después de una nouvelle hace casi una década, debuta en el género de la novela, no todos tienen la fortuna y posibilidad de hacerlo, con una edición de esas de “casi mil páginas”.

Garth Risk Hallberg es el autor. “Ciudad en llamas” (“City on Fire” el original) es el título.

Uno de los personajes es, precisamente, un escritor en ciernes que busca escribir la “Gran novela americana”. Uno de muchísimos otros, protagonistas/”actores” secundarios/”extras”, de una serie de historias que en algún momento pueden parecer ajenas entre sí, pero que renglón a renglón irán confluyendo en lo mucho en común que tienen entre ellas.

Quizás Hallberg no haya escrito “La gran novela americana”, pero sí escribió una gran novela (no olvidar el detalle de mil páginas, lo que no es fácil ni para el escritor ni para el lector) en la que describe y pone delante de nuestra vista e imaginación, además de la trama, el escenario de la ciudad de Nueva York de los años setenta y ochenta, con los detalles que nos permiten creer que caminamos por esas calles, percibimos los olores, los ruidos, estamos cerca de un millonario en Wall Street, de un actor en la avenida Broadway o de un homeless en el Bronx.

“Ciudad en llamas” (Literatura Random House-2016) apareció hace dos o tres meses y el período que transcurrió hasta lo que estoy contando no es mucho, porque un libro se lee o no pero un extracto no es el libro, fue el dedicado a ese camino del deleite de cada vocablo que me llevó la lectura para que esto no sea una simple mención sino lo que, compartible o no por otros, es mi “saldo” del recorrido y el encuentro satisfactorio con el punto definitivo. Y comprobar que la atención y la tranquilidad al hacerlo, realmente valieron cada instante.

Esto no pretende ser una recomendación, sino la exaltación de leer y referir la sensación propia para que quién quiera el sayo… se lo ponga.

Norberto Tallón
@betotallon