Crucigrama: ¡Mirá vos!

La mirada – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Son esas noticias que aparecen, cuando aparecen, “chiquitas”, tanto en un diario, revista o portal digital.

Asimismo, existe una tendencia habitual a dudar de su autenticidad o descreer de la rigurosidad de un estudio científico, una encuesta, etc. y pensar en la hábil creación de un periodista para completar un espacio en blanco.

Puestos a vencer prejuicios, la mejor manera es comentar una de ellas a partir de un momento. Al repasar publicaciones en la computadora, uno se detiene porque algo le llama la atención, aunque sea un recuadrito y surge, para sí mismo o en voz baja, un ¡Mirá vos!…

Y de eso se trata. En este caso, aunque las fuentes varíen, suelen tener similitudes. De acuerdo con un despacho de la agencia italiana ANSA, especialistas de la Universidad de Winchester, una ciudad ubicada en el extremo sur inglés, en el Reino Unido de Gran Bretaña, publicaron en la revista Evolution and Human Behaviour (Evolución y comportamiento humano) resultados de sus investigaciones y experimentos.
El interrogante fue: ¿Qué parte del rostro humano produce mayor atracción en los otros?.

La conclusión lograda fue que los ojos, tanto en mujeres como en hombres, obtienen ese lugar de distinción.

Superando la sensación que puedan provocar perfectos pómulos, narices rectas o carnosos labios, el poder de una mirada magnética resultó infinitamente superior en la valoración sobre los otros aspectos.

Los estudiosos, con la utilización de fotografías en colores, le pidieron a una igual cantidad de integrantes del género femenino y masculino, todos ellos en el segmento de los 21 a los 29 años, una evaluación de caras, también, de unas y otros.

Se otorgaron valores a características separadas: ojos, labios, cabellos, nariz y, luego, el conjunto. Quienes estaban en cada imagen no tenían maquillaje, joyas, anteojos, aros, barbas ni bigotes.

Los varones que observaron al otro sexo indicaron de máxima importancia, entre las pautas señaladas, a los ojos, claramente sobre los demás. Siguió el pelo, más atrás nariz y labios.

Las preferencias femeninas resultaron idénticas, viendo a los jóvenes.

Los dos grupos también obtuvieron igual resultado al tener que decidir sobre su mismo género. Solo que para las mujeres con sus pares, la nariz fue evaluada como lo menos interesante.

Habrá que quedarse con lo destacado de una mirada y el atractivo, hechizo o seducción (como se prefiera) de los ojos que la expresan.

Quizás justifique este sondeo como un argumento de la “ciencia” para aquello que mucho se ha teorizado: El amor a primera “vista”.

Norberto Tallón
@betotallon