Crucigrama: Olímpicos

HISTORIA DE UN CLÁSICO Y ALGUNOS NOMBRES – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Casi la primera mitad de los años 20, en el siglo XX. Un clásico, y entonces cuando de ello se hablaba, era La Argentina y El Uruguay, el primer gran clásico del fútbol del mundo tenía sede en el Río de la Plata. Brasil, todavía, era goleado en los campeonatos sudamericanos.

El día que vamos a repasar tiene como antecedente el 9 de junio anterior, la selección uruguaya había ganado los Juegos Olímpicos en París, en el estadio de Colombes, como se llama una de las tribunas del Centenario de Montevideo y tiene una referencia hecha canción por Jaime Roos (“Ya no somos los olímpicos de Colombes y Amsterdam…”). Al igual que casi 90 veces antes, desde 1901, el 21 de septiembre volvieron a encontrarse esos protagonistas en Parque Central de la capital oriental, con empate en un gol.

Y llegó el día, dos jornadas más tarde de la programación original, porque hubo sobreventa de entradas, falta de vigilancia policial, atropello en las puertas, pedradas, público dentro del campo y se suspendió a los cuatro minutos. Pasadas 48 horas, según las crónicas de aquel tiempo, el 2 de octubre de 1924 ya estaba instalado un alambrado perimetral de un metro y medio de altura para evitar al menos algunos de los problemas.

Hasta entonces las reglas internacionales no reconocían como válido un gol directo desde el punto del tiro de esquina, pero en ese mes se modificaron y reconocieron la conversión directa.

Ese jueves 2, una semana tras la igualdad del día de la primavera, en el Parque Pereyra, sobre la actual avenida Vélez Sarsfield, en Buenos Aires, donde estaba el estadio de Sportivo Barracas, casi todos los presentes ignoraban el cambio en las reglas, salvo, o al menos, el árbitro uruguayo Ricardo Vallarino, quien otorgó, ante la sorpresa general, el que marcó de esa manera Cesáreo Onzari.

Los equipos formaron así: Uruguay con Mazzali; Nasazzi y Uriarte; Andrade, Zibecchi y Zingone; Urdinarán, Scarone, Petrone, Cea y Romano y La Argentina alineó a Tesorieri; Adolfo Celli y Bearzotti; Médice, Fortunato y Solari; Tarascone, Ernesto Celli, Sosa, Seoane y Onzari. El resultado final fue 2 a 1 de los albicelestes sobre los celestes. También colores que nos unen, aunque lo que ellos unen puede ser separado por el fútbol.

Un poco de la historia de este cara a cara del Río de la Plata. ¿Y los nombres?

Ya existían canchas alambradas en ambas capitales, pero el suceso vinculado con ese desafío especial, con la presencia de los dorados medallistas olímpicos, le puso nombre propio: Alambrado Olímpico.

En consecuencia, el gol de Onzari desde el ángulo del córner le otorgó, también, la categoría de “Gol Olímpico”. Términos, ambos, que se generalizaron para mencionar tanto al vallado como a ese tiro “mágico”, desde la banderita hasta la red.

Eran también aquellos los momentos pioneros de la radio, y se afirma que aquel histórico enfrentamiento fue el primer partido transmitido a través de ese medio.

Han pasado muchos años y, quizás, eso haya fabricado alguna fantasía. Existen, incluso, contradicciones en lo publicado sobre una u otra cosa, pero que fue una “Tarde Olímpica”,
¿Quién puede dudarlo?

Norberto Tallón
@betotallon

Las fotografías corresponden a las primeras tomas aéreas de la ciudad de Buenos Aires, realizadas en esa época. El estadio de Sportivo Barracas y del encuentro, incluyendo la del gol de Cesáreo Onzari y de este con la casaca argentina y la de Huracán. Fotografías, las deportivas, de la colección de “El Gráfico”