Cuando se manchó…

Otra aproximación a la cultura del deporte – Por Norberto Tallón, especial para DiariodeCultura.com.ar

Hace una semana contábamos del inicio del fútbol con el título de “No se mancha”, pero a lo largo del tiempo, desde aquella reunión en una taberna londinense, muchas fueron las “suciedades” adheridas a ella en cualquier lugar del mundo donde el fútbol se practicara: arreglo de encuentros, sobornos, incentivaciones, fallos disparatados, sanciones injustas, “comisiones” por esto o lo otro, el mantenimiento de aliados violentos, etc.

¡Manchada! Pero el punto más crítico, para completar primeras planas, horas de radio, televisión y portales de Internet a través del planeta, sucedió hace un año más o menos cuando la Fiscalía General de un país, que recién desde las últimas décadas intenta mezclarse en la elite del deporte, ordenó y llevó a cabo detenciones, imputaciones y camino a las condenas de los más importantes dirigentes de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) y de sus Confederaciones regionales.

Estados Unidos acusó e intervino cuando la pelota estaba tan “manchada” que ya se hacía difícil jugar. Y cayeron los nombres supuestamente “intocables” y con una etiqueta de dueños de decisiones.

También en esta parte del continente y La Argentina llegó el remezón del terremoto con “epicentro en Zúrich”.

Compraventa de derechos de transmisión, de un voto en una asamblea para decidir un cargo, cientos de millones de dólares que se trasladaban de mano en mano porque… porque sí…

Nada ha terminado pese a sanciones tomadas, a caminos que llevan a la cárcel para muchos y porque además detrás de lo que reprodujo la prensa como título central hay un entramado que aún se encuentra en la penumbra.

Cayó el rey, los príncipes, candidatos a algo y quienes por urgencia lo fueron pero están allí, aquí, en cada país de los casi 200 que conforman el “Planeta Fútbol” que irán surgiendo, quizás con mucho menos difusión, pero con penas que no estarán muy diferenciadas de los máximos responsables. Faltan los peones de esta arquitectura que ensució los gajos del balón: abogados, contadores, burócratas, prestanombres que pusieron su sapiencia o su firma para que el delito se cometiera.

¿Hay nombres? Claro que los hay, solo habría que preguntarle a la Fiscal General estadounidense por ahora ocupada en quienes están “pronunciando” esos nombres. ¿Hay quiénes no duermen tranquilos? Es obvio ya que son conscientes de su participación en el asunto (¿FIFA-Gate?

No se mancha, pero se manchó. Y por el bien de la pasión de una sociedad internacional de seguidores de la belleza de su deslizamiento sobre el césped, más o menos cuidado, en los pies de los grandes “malabaristas” o los acompañantes necesarios esos que lo hicieron: los grandes personajes o los insomnes que están esperando suene el timbre de la Justicia deberán rendir cuentas con la verdad y puestos a “limpiar” aquello que debía ser impoluto.

Norberto Tallón
@betotallon