Historias de Buenos Aires

Calles con nombres de mujeres (13): Raquel Forner, la primera pintora de la era espacial – Por María Lorena Belotti, exclusivo para DiariodeCultura.com.ar.

Esta vez es el turno de Raquel Forner, artista que hoy tiene una calle con su nombre en Puerto Madero. Nació en Buenos Aires el 22 de abril de 1902. La Academia Nacional de Bellas Artes la contó entre sus alumnas. Allí se graduó de profesora de dibujo en 1922. Obtuvo, dos años más tarde, el Tercer Premio en el Salón Nacional por la obra “Mis vecinos”, pero recién en 1928 llegó su primera exposición individual, realizada en la galería Müller de la ciudad de Buenos Aires.

Se perfeccionó en Europa, donde estudió en París con Othon Priesz. Sus cuadros alcanzaron hondo dramatismo cuando entró en contacto con la realidad de la Guerra Civil española. «Yo comencé a pintar realmente, cuando estalló la guerra en España. La tragedia material y espiritual comenzó en España para desparramarse luego por el mundo», confesó Raquel.

En 1936 se casó con el escultor Alfredo Bigatti a quien dedicó, poco después de su fallecimiento, en 1965, el mural denominado “El viaje sin retorno”.

Obras como “Presagio” y “Mujeres del mundo”, de 1938, refieren al dolor y al sinsentido de la guerra. Esta última obra responde al estilo propio de la pintura mural y es un alegato contra la violencia.

Hacia la década del cincuenta volvió el color y la luz a sus obras. Su paleta se modificó y se encaminó hacia la neofiguración durante los años 60.

Fue la primera pintora de la era espacial. A partir de 1957 y hasta su muerte, Forner ejecutó sus series del “Espacio”, en las que se acercó al surrealismo y buscó vislumbrar un mundo mejor.

Entre sus obras pueden destacarse “Autorretrato”, de 1941, óleo que se encuentra en el Museo Provincial de Bellas Artes, en la ciudad de La Plata; “La torre”, de 1959, otro óleo que puede verse en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y “Retablo de dolor”, óleo de 1944, en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Adhirió a las dos tendencias plásticas del momento, el grupo Orión, de corte surrealista, encabezado por Antonio Berni y Arte y Sociedad, que lideraba Guillermo Facio Hebécquer, uno de los impulsores del Teatro del Pueblo. En 1974 visitó las instalaciones de la NASA, la entidad norteamericana dedicada a los viajes espaciales y eso la impactó.

Ella puso su esperanza en los mutantes, tanto es así que en 1980 pintó Gestación del Hombre Nuevo. En 1982 creó la Fundación Forner – Bigatti, cuyo objetivo era propiciar estudios tendientes al mejor conocimiento de la obra de ambos artistas y de las artes plásticas en general, así como promover y estimular iniciativas educacionales y filantrópicas. El edificio donde tiene su sede está frente a la Placita Dorrego, en la corta calle Bethlem 443 del barrio de San Telmo. Allí residió el matrimonio a partir de 1937. Comprendía, además de la vivienda, los talleres separados de ambos artistas y respondía a la impronta modernista de la arquitectura de vanguardia de esas décadas.

Raquel Forner falleció en Buenos Aires el 10 de junio de 1988.