En nuestra entrega anterior nos hemos referido a los innumerables dibujos y caricaturas inspirados en el personaje que nos ocupa: Hector Berlioz. Asimismo, varios pintores famosos se interesaron en su figura.
Quizás la imagen más famosa de él, que hoy se puede ver en Paris en el Museo de Orsay (*) es la que pintó Gustave Courbet (1809-1877) (*) Se trata de un óleo que el famoso compositor no quiso conservar, mientras que el pintor lo mantuvo entre sus piezas de más apego, al incluirlo en dos exposiciones personales.
Según han informado los expertos del citado museo, fue gracias a la mediación de un amigo común que Berlioz acudió a posar en el taller de Courbet, quien le tenía una gran admiración. Pero durante las sesiones, Courbet se jactó de conocer de música y aprovechó la presencia del compositor para hacer una demostración de sus talentos de cantante, lo cual habría provocado que Berlioz rechazara el cuadro.
Otros pintores que plasmaron la imagen de nuestro personaje para la posteridad fueron Eugène Delacroix (1768-1863) (*) y Émile Signol (1804 –1892)
Las ‘Memorias’, de Berlioz, son mucho más que una selección de recuerdos más o menos bien escritos y estructurados. Son, por llamarlo de alguna manera, un retrato de la época romántica desde la perspectiva de un compositor y nos ayudan a obtener una idea más cabal de nuestro personaje. Berlioz es un prototipo del músico del siglo XIX. Sus sentimientos hierven en cada capítulo de su autobiografía con una efervescencia inagotable. Pasiones por el amor, pasiones por la música. Anécdotas, aventuras, reflexiones, viajes, confesiones, se suceden sin tregua en un relato por el que desfilan evocaciones de Virgilio a Shakespeare, de Gluck a Beethoven, de Liszt a Goethe.
En 2003, bicentenario del nacimiento de nuestro personaje, surgió un aluvión de manifestaciones, conciertos, exposiciones y coloquios sobre el compositor. Los aspectos de la vida y de la obra de Berlioz son tan amplios y múltiples que se optó por editar un ‘Diccionario Berlioz’ (*) (Ed Fayard, Paris, 2003) con más de seiscientos artículos. Esta obra trata, en forma de diccionario, todo lo que concierne a Berlioz y permite tanto al aficionado como al erudito penetrar en el mundo del compositor. Además de analizarse en detalle las obras y el lenguaje musical de Berlioz, de evaluar sus aportes teóricos, el ‘Diccionario Berlioz’ se ocupa de mostrar la actitud de nuestro personaje respecto temas como la amistad, el amor, el dinero, la política y la religión, ilustrando asimismo su inserción en la época en que le tocó vivir y evocando a sus contemporáneos escritores, artistas, políticos, etc. a través de 24 especialistas dirigidos por cuatro especialistas en la materia: tres franceses y uno estadounidense.
No nos referiremos a las numerosísimas biografías sobre la vida de Berlioz y las más de setenta películas en las que se utilizó su música, pero diremos que nuestro personaje en calidad de tal fue fuente de inspiración de novelistas de países diversos.
Citaremos ‘La vida amorosa de Berlioz’ (1929) (*) del escritor y dramaturgo francés Étienne Rey (1879-1965) (*) y ‘Rebelde Apasionado: la historia de Hector Berlioz’ (1972) (*) del escritor neocelandés Frank Wilson Kenyon (1912 –1989) (*).
Al referirse a Berlioz enamorado de Harriet Smithson, la novelista australiana Christine Balint (1975) (*) recrea la vida de la actriz que hizo conocer Shakespeare en Francia y brinda un retrato literario del Paris del siglo XIX en ‘El admirador de Ofelia’ (2004) (*).
El escritor inglés Jude Morgan (seudónimo de Tim Wilson) (*) publicó la novela ‘Sinfonía’ (*) en 2006, en la que relata la relación entre nuestro personaje y Harriet Smithson.
En 2011, Óscar Esquivia (1972) (*) dio a conocer ‘El Arpa Eólica’ (*) en España . Se trata de un cuento de humor negro con una reconstrucción histórica construida lógicamente que se basa en hechos posibles pero que no ha sucedido realmente. En este caso los protagonistas de esta ucronía son el joven Berlioz y Luigi Cherubini (1740-1842) (*). El relato está ambientado en París, en la época en la que un jovencísimo Berlioz ha abandonado sus estudios de medicina para dedicarse a la música. Las cosas le van mal, su padre le ha retirado la asignación y pasa serios apuros económicos pese a lo cual, no ceja en su empeño de ingresar en el conservatorio así como de crear sus propios instrumentos, quimeras delirantes que son producto de su mente.
En nuestra próxima entrega nos detendremos en obras teatrales, películas e incluso un libreto de ópera inspirados en este peculiar y genial personaje.
(*) Los autores y manifestaciones artísticas en negrita señaladas por un asterisco pueden encontrarse en buscadores de internet.
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ESTELA TELERMAN pianista, docente, difusora de la música argentina, es columnista en Diario de Cultura [email protected] https://es.wikipedia.org/wiki/Estela_Telerman