En nuestra entrega anterior nos habíamos referido a Gabrielle-Émilie Le Tonnelier de Breteuil, Marquesa du Châtelet (1706-1749), distinguida matemática, física y filósofa del siglo XVIII que se adelantó a su época tanto en su vida privada y en sus teorías sobre el amor como la fuente más intensa del placer, así como en sus logros científicos. Entre ellos se cuentan los escritos sobre física y sobre la ciencia del fuego, el Discurso sobre la felicidad (*) (publicado póstumamente en 1779) y la difusión que hizo en Francia de las teorías de Isaac Newton.
Varios artistas de la época plasmaron su imagen. En la carátula de Elementos de la Filosofía de Newton (1738), obra de Voltaire, aparece Émilie de Châtelet en un grabado anónimo, representada como la musa del filósofo iluminando el manuscrito con un espejo que refleja la luz procedente del científico inglés.http://biblioteca.ucm.es/blogs/Foliocomplutense/3226.php#.UncoH_k2Wak
Más famoso es el óleo del artista rococó Maurice Quentin de La Tour (1704–1788) que la muestra pensativa, sentada ante su escritorio con un compás en la mano, rodeada de libros y un astrolabio.
Los astrónomos la recordaron al nombrar en su honor a un cráter de Venus y al asteroide 12059 du Châtelet, descubierto en 1998.
La Marquesa du Châtelet pareció interesar exclusivamente a escritoras de nuestro siglo. En 2007 la historiadora estadounidense Judith Zinsser (*) publicó una larga biografía con el título francés de ‘La Dame d’Esprit’ (*). Sobre la base de este trabajo, Jyl Bonaguro (*) multifacética pintora, muralista, escultora, escritora, dramaturga y cosmetóloga, escribió la obra teatral ‘Urania’ (2008) (*) cuyo tema es la relación de la Marquesa de Châtelet con Voltaire. En la actualidad la pieza está en proceso de revisión. Coincidentemente, en ese mismo año, 2008, dos dramaturgas escribieron obras que la cuentan como protagonista. Son ellas Legado de Luz (*) de Karen Zacarías (1969) (*) y Emilie: La Marquesa de Châtelet Defiende su Vida esta Noche (*) de Lauren Gunderson (1982)
En 2010, uno de los principales exponentes del arte de la composición de nuestros días, la finlandesa residente en Francia Kaija Saariaho (1952) (*), estrenó ‘Émilie’ para la Ópera de Lyon (*). Se trata de un monodrama femenino de 75 minutos de duración, al estilo de La Voz Humana (*) de Francis Poulenc (*) o de La espera (*) de Arnold Schönberg (*). La compositora dedicó esta obra a su compatriota, la cantante Karita Mattila (1960)(*), que la estrenó . El escritor libanés Amin Maalouf (1949) (*) muestra al personaje en los últimos días de su tumultuosa vida, estructurando el libreto en nueve escenas con títulos temáticos, como ‘Presentimientos’, ‘Tumba’, Voltaire’, ‘Contra el olvido’, etc. Embarazada de su joven amante, el poeta Saint-Lambert, Émilie se sienta ante su escritorio para escribirle una carta mientras evoca su obra, su vida y su relación con Voltaire. Atemorizada por su parto inminente, se siente atrapada en su cuerpo inflamado. Además de las premoniciones sobre su muerte, la aterra la idea de no poder terminar su traducción al francés y comentarios de los Principios Matemáticos de Newton. La obra, de extrema exigencia vocal, actoral y física para la soprano está compuesta para orquesta reducida a la que se le agregan elementos electrónicos y, dado que la Marquesa tocaba el clave, la compositora utiliza este instrumento para realzar momentos de recuerdos y de premoniciones de la protagonista.
En 2012 la soprano norteamericana Elizabeth Futral, que había estrenado el monodrama en el Festival Spoleto de Carolina del Sur, Estados Unidos, presentó la Suite Emilie, una versión de 35 minutos con dos interludios orquestales adaptada para las salas de concierto.
Anteriormente, en 2007, se hizo un film para la televisión francesa llamado Divina Émilie (*), dirigida por Arnaud Sélignac (1957) (*), con la actuación de Léa Drucker (1972) (*) Thierry Frémont (1962) (*) Aurore Clément . Podemos ver un fragmento del mismo en el siguiente link: http://www.youtube.com/watch?v=Lu4Z9dl2krE
Sin embargo, si bien existen varios films documentales acerca de nuestro personaje, hasta el momento el cine de ficción no ha abordado a esta prodigiosa científica y matemática que, habiéndole tocado vivir en un período en el que las mujeres no eran consideradas capaces de grandes logros intelectuales, llegó a ser reconocida y apreciada por sus pares por sus teorías científicas, sin dejar por ello de aferrarse a un arrollador estilo de vida que se adelantó a su época.
(*) Los autores y manifestaciones artísticas en negrita señaladas por un asterisco pueden encontrarse en buscadores de internet. __________________________________________________
ESTELA TELERMAN pianista, docente, difusora de la música argentina, es columnista en Diario de Cultura.