Quienes vayan a París y caminen por el Boulevard de Clichy, en Montmartre, encontrarán la Plaza Adolphe-Max (*) antes llamada Place Vintimille. En medio de la plaza se halla la Plaza Hector Berlioz (*), en cuyo centro se encontraba una escultura en bronce que nos mostraba a nuestro personaje de pie en actitud pensativa, obra de Alfred Lenoir (1850-1920) (*). La estatua fue destruida en 1941. Una fotografía la muestra en un hangar, a punto de ser fundida para recuperar el metal con objetivos bélicos. Las fotografías de esta obra de arte y varias réplicas en yeso es todo lo que nos ha quedado de ella.
Pero como habíamos prometido en nuestra última entrega nos detendremos en otras manifestaciones inspiradas en nuestro peculiar y genial personaje.
En la película de animación ‘Los aristogatos’ (1970) (*) dirigida por Wolfgang Reitherman(1909-1985) (*), vemos que en el París de principios del siglo XX vive la gata Duquesa con sus tres gatitos, uno de los cuales se llama, precisamente, Berlioz. Casual o causalmente, el simpático felino gris, autor de una canción, lleva un collar rojo muy semejante a las corbatas que vemos en los retratos de personajes de la época del Romanticismo francés.
En 1972 el escritor Charles Merlé estrenó en el conocido Théâtre de la Porte Saint-Martin (*) de París una obra en cuatro actos denominada ‘Berlioz’, que no tuvo mayor trascendencia y sobre la cual no hemos obtenido informaciones.
Con el curioso título de ‘Entente Cordiale’ (nombre del tratado de no agresión firmado por Francia y el Reino Unido en 1904), Olivier Teitgen (*) escribió una obra teatral que se puede leer en el sitio dedicado al compositor). La obra comienza en una noche de junio de 1855 en una casa a la cual nuestro personaje y Richard Wagner (1813-1883) (*) habían sido invitados a cenar. Recordemos, incidentalmente, que en marzo de 2014 habíamos tratado a este compositor como personaje. La conversación entre Berlioz y Wagner y los puntos de vista que intercambiaron sobre arte, filosofía y la vida en general han sido extraídos de las memorias, cartas y otros escritos de ambos compositores. Una carta de Wagner a Franz Liszt se refiere a esa cena. Además, el compositor alemán escribió: ” Estoy aprovechando Londres al máximo con la cordial y profunda amistad que hemos creado con Hector Berlioz (…) Estuvimos solos cenando en casa de los Sainton. Se lo veía muy animado. Y los progresos que yo había hecho en el idioma francés …me permitieron hablar con bastante facilidad durante las cinco horas que hemos pasado juntos”. Todo esto nos permite deducir que nada fue librado al azar en la presentación sobre las tablas de ambos personajes.
El multifacético actor, dramaturgo, director de escena, administrador teatral y creador de espectáculos de canciones y poesía Thierry Rousselet (*), dedicado actualmente a la creación de obras teatrales de carácter histórico, publicó en 2012 tres piezas históricas para la Editorial ´Le Solitaire´, una de las cuales fue ‘Último Episodio de la vida de un Artista’ (*) (parafraseando el subtítulo de la ‘Sinfonía Fantástica’ de Berlioz, denominado “Episodios de la vida de un artista”. En 2015 la obra se estrenó bajo el título de ´El Portero” (*) y la podemos ver aquí: https://www.youtube.com/watch?v=02XEtwJ7JeE
La historia se sitúa en París en el invierno de 1839, más precisamente en la nueva sala de conciertos Herz, donde Berlioz está ensayando su “Sinfonía Fantástica” (*). Allí se encuentra inesperadamente con el portero del edificio. Se trata de un improbable encuentro entre el artista y su doble en una escena que adquiere tonos fantásticos.
En 2004 el estudio creativo Morgancrea (*), situado en País Vasco, produjo un film documental llamado El Viaje de Berlioz (*) el cual, al indagar sobre la historia de amor reflejada en la partitura de la “Sinfonía Fantástica” de Berlioz (que en 1830 había bordeado anticipadamente en el campo de lo psicoanalítico), realiza un estudio sobre la creatividad, la inspiración, el arte y la locura
No vamos a detenernos en las muchas series de televisión filmadas en los últimos treinta años en diversos países de Europa en los que apareció Berlioz como personaje protagónico o en episodios encarnado por gran número de actores como Daniel Mesguich (1952) (*) , Mathieu Kassovitz (1967) (*), Daniel Rivière (*), Yan Monterno (*), József Székhelyi (1946) (*). Asimismo, lo hemos visto como personaje episódico a veces caprichosamente representado en la imaginación de algunos realizadores, como en el clásico ´Paganini’ (1923) (*) de Heinz Goldberg (1891–1969) (*) , encarnado por el actor rumano Jean Nadolovitch
(1875–1966)(*), o en ‘Lisztomania’ (1975 (*) de Ken Russell en la figura del actor inglés Murray Melvin (1932)(*)
Aún no nos hemos referido a una película acerca de nuestro personaje que dio mucho que hablar. Fue rodada en París durante la Segunda Guerra Mundial. En nuestra próxima entrega veremos de qué se trata.
(*) Los autores y manifestaciones artísticas en negrita señaladas por un asterisco pueden encontrarse en buscadores de internet.
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ESTELA TELERMAN pianista, docente, difusora de la música argentina, es columnista en Diario de Cultura [email protected] https://es.wikipedia.org/wiki/Estela_Telerman