Personajes en Letra, Imagen y Sonido

Vincent Van Gogh (Parte 3). Por: Estela Telerman, especial para Diario de Cultura.

Aparte de la gran cantidad de películas documentales es muy amplia la
filmografía de ficción sobre Vincent Van Gogh, el personaje con quien
estamos conviviendo en nuestra columna. Existen asimismo numerosos
artículos sobre el tema, como el de Moisés Bazán de la Huerta (1997) (*) y
el de Inmaculada Vico López (2007) (*), a los que hemos recurrido para
obtener información.

La primera biografía dramatizada fue ‘Ansia de Vivir’ (1956) (*) dirigida
por Vincente Minnelli (1902-1986) (*) basado en la novela de Irving Stone.
Gran amante de la pintura, Minnelli utilizó numerosos recursos para
aproximarse visualmente a la obra del artista, por ello los aspectos
biográficos y artísticos en la película son inseparables.

La historia se inicia a partir del año 1878 y nos muestra al artista desde
los primeros momentos de autoaprendizaje y su esfuerzo por dominar la
técnica hasta el desarrollo de un estilo propio. Se puede ver además sus
contactos con la vanguardia de París, centrándose en su relación con Paul
Gauguin (1848-1903) (*). Se destaca la labor de sus protagonistas: Kirk
Douglas (1916) (*) en su intensa y atormentada interpretación del pintor, y
Anthony Quinn (1915-2001) (*) encarnando a un Gauguin lleno de contrastes,
jactancioso y pendenciero, aunque metódico en sus hábitos y su trabajo
pictórico. Es muy importante la presencia de Theo, interpretado por James
Donald (1917-1993) (*).

Los comentarios en off de Van Gogh están basados en las cartas del pintor a
su hermano. Continuamente se integran obras del artista en la acción dramática
y se representan diversos cuadros vivientes, Los comedores de papas, La
habitación de Arles y Café nocturno, donde los personajes forman parte de la
escena.

‘Vida y muerte de Vincent Van Gogh’, rodada en 1987 por el director
australiano Paul Cox (1940) (*) es una película casi documental, con muy
pocos diálogos basada más bien en el relato visual enmarcado en música de
Antonio Vivaldi y Gioacchino Rossini. La voz del actor John Hurt (1940) (*)
va conduciendo el relato con sus palabras basadas en las cartas del pintor a
su hermano.

El episodio ‘Los cuervos’, es el quinto de los ocho fragmentos que conforman
‘Los sueños’ de Akira Kurosawa (1910-1998) (*), una coproducción japonesa y
norteamericana de 1990, de diez minutos de duración.
Un joven pintor japonés, quizás representando al propio Kurosawa, observa
diversos cuadros de Van Gogh en un museo o galería, hasta que al situarse
frente al Puente de L’anglois con lavanderas,penetra en el mismo y accede al
paisaje real representado en la pintura.

Se destaca la manipulación a que se somete la naturaleza, ya que el puente,
las casas, un carro e incluso la vegetación presentan retoques cromáticos
para intentar reproducir visualmente los colores de Van Gogh, haciendo
evidente cómo el artista transformaba el paisaje natural con su paleta.

Fruto de la falta de interés en proyectar la verosimilitud histórica o
cronológica del relato, Kurosawa se toma ciertas licencias
espacio-temporales. Por ello, los cuadros escogidos pertenecen
indistintamente a los periodos de Arles, Saint-Rémy y Auvers, combinados con
total libertad y con la peculiaridad de eliminar en ellos las figuras
humanas.

Coincidiendo con el centenario de la muerte de Van Gogh, una coproducción
entre Francia, Holanda, Inglaterra, Alemania e Italia propició que Robert
Altman (1925-2006) (*) realizara en 1990 ‘Vincent y Théo'(*), con guión de
Julian Mitchell.

La película se inicia con imágenes reales de la millonaria subasta de ‘Los
girasoles’, en irónica oposición a la extrema pobreza de Vincent en
Bélgica.

Uno de los elementos más significativos de la película reside en centrar la
trama no sólo en Vincent, sino en Theo, compartiendo de esta forma
protagonismo con su hermano. Theo, no es sólo el protector y receptor de la
correspondencia del pintor sino que adquiere entidad propia, y aunque su
vida sea menos apasionante que la de Vincent, permite descubrir aspectos
menos conocidos sobre él . Contrasta con Vincent en lo cuidado de su aspecto
y su integración en el mundo burgués. Pero su vida tampoco es fácil y está
marcada por cierta rebeldía, en su apuesta como marchand de los nuevos
pintores, y su empeño ante la incomprensión del público al que se dirige
(«vendo muchos cuadros que no me gustan y pocos de los que me gustan
mucho»). Defiende el arte de Vincent, lo justifica, y sufre tanto como él
por no poder vender a su obra. La película finaliza con un plano de las
lápidas gemelas de ambos hermanos en el cementerio de Auvers-sur-l’Oise.

Hay que destacar la excelente interpretación de sus protagonistas, Tim Roth
(1961) (*) (Vincent) y Paul Rhys(1962) (*) (Theo). La vida de los hermanos
se refleja en un montaje en paralelo, que muestra alternativamente la vida
de ambos y además explota dramáticamente sus encuentros.

En nuestra próxima entrega volveremos a encontrarnos con nuestro personaje
en otras diversas manifestaciones del arte que, como un caleidoscopio, lo
reflejaron en sus múltiples aspectos.

(*) Los autores y manifestaciones artísticas en negrita señaladas por un
asterisco pueden encontrarse en buscadores de internet.
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ESTELA TELERMAN pianista, docente, difusora de la música argentina, es
columnista en Diario de Cultura.
https://es.wikipedia.org/wiki/Estela_Telerman