“Todo poder humano se forma de paciencia y de tiempo”. Ralph Waldo Emerson
La paciencia es la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades para conseguir algún bien.
La paciencia no es pasividad ante el sufrimiento, no reaccionar o, simplemente, aguantar: es fortaleza para aceptar con serenidad el dolor y las pruebas que la vida pone a nuestra disposición para el continuo progreso interno.
La paciencia es la virtud por la que soportamos con ánimo sereno los males y los avatares de la vida, no sea que por perder la serenidad del alma, abandonemos bienes que nos han de llevar a conseguir otros mayores.
La paciencia es un rasgo de personalidad madura. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que los hechos sucedan, ya que piensan que a lo que no depende estrictamente de uno, hay que darle tiempo.
La persona paciente tiende a desarrollar una sensibilidad que le permite identificar los problemas, contrariedades, alegrías, triunfos y fracasos del día a día y, por medio de ella, afrontar la vida de una manera optimista, tranquila y siempre en busca de armonía.
Es necesario tener paciencia con todo el mundo, pero, en primer lugar, con uno mismo.
Paciencia también con quienes nos relacionamos más a menudo, sobre todo si, por cualquier motivo, hemos de ayudarlos en su formación o en su enfermedad.
Paciencia con aquellos acontecimientos que llegan y que nos son contrarios: la enfermedad, la tristeza, la soledad…
Paciencia ante los diversos infortunios que se presentan en un día corriente: el teléfono que no funciona o no nos permite comunicarnos, el excesivo tránsito que nos hace llegar tarde a una cita importante, el olvido de materiales de trabajo, una visita que se presenta en el momento más inoportuno. Son adversidades no muy trascendentales, que nos llevarían a reaccionar quizá con falta de paz. En esos pequeños sucesos, se pone a prueba la paciencia.
Aunque la mayoría de las veces es difícil tenerla, cuando logramos vivir una situación de forma paciente, siempre hay recompensas, el resultado es favorable y positivo.
Practiquemos la paciencia, hasta que sea nuestra compañera inseparable.
# Escritora y Abogada mexicana, soñadora… [email protected]