MIRÁ EL VIDEO Y LA GALERÍA DE IMÁGENES. POR ROBARLE HORAS AL SUEÑO, «BEIJA FLOR» ES LA CAMPEONA DEL CARNAVAL CARIOCA – Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Rio de Janeiro, durante el mes de febrero, es baile de máscaras e ilusiones. Son cuatro días de magia, color, alcohol, romances; es el “Carnaval Carioca”, la máxima expresión de un pueblo, el darse la mano entre ricos y pobres, enamorarse entre “negros” y blancos, abrazarse entre desconocidos y compartir el festejo.

Es reír, fantasearse, disfrutar entre gente de la tercera edad y niños, son los tenistas Rafael Nadal, “Guga” Kuerten y David Ferrer, que bajo la lluvia viven la “locura” de los brasileños, desfilan para “Unidos de Viradouro” y abren el carnaval.

Hubo ropas iluminadas, caras pintadas y hasta el “Reloj Derretido”, cuadro de Salvador Dalí, representado por Portela –la escola más ganadora de la historia con 21 títulos- que le dieron marco a uno de los carnavales mejor desplegados de los últimos años, por la calidad de sus agrupaciones, en la conmemoración de los 450 años de Rio de Janeiro.

También brillaron “Salgueiro”, que obtuvo el segundo lugar y “Grande Río”, en tercer orden, pero la gran campeona fue “Beija Flor”, que -además- fue el grupo que monopolizó la polémica en los días previos al inicio del evento ya que, según la crítica de la prensa brasileña, la escuadra de Nilópolis (ciudad lindera a Rio de Janeiro), recibió de parte del dictador de Guinea Ecuatorial –pequeño país africano-, Teodoro Obiang, la suma de cuatro millones de euros –actitud reconocida por el titular de la escola, Farid Abrao-, y la curiosidad radicó en que el desfile de “Beija Flor” fue dedicado al país mencionado, con la presencia del dictador africano en el sambódromo.

Obiang Nguema Mbasogo dirige su país con total crudeza, desde el golpe de estado del año 1979, donde explota el petróleo como base fundamental de su economía.

Todas estos aditivos extras, no opacaron la actuación de esta escola tradicional que mostró la gran destreza de sus participantes y el trabajo de sus hacedores, reveló los matices de fauna y vegetación de la ex colonia de España, que asombraron a la multitud que colmó la avenida y aplaudió un gran espectáculo.

La explosión de colores de las etnias africanas iluminó la pasarela al compás de los sambistas de la escudería celeste y blanca, que revirtió el séptimo lugar de 2014.

La capital mundial del carnaval, se vistió de fiesta una vez más y congregó a un millón de turistas, entre brasileños y extranjeros, que circularon por la “Marques de Sapucaí” y las playas de Río.

De todas maneras, lo que rodea al carnaval más importante del mundo, siempre está plagado de sospechas y los dueños de estas “escolas” importantes, que le dan brillo a los días festivos, son acusados de lavado de dinero, entre otros cargos.

Además de la gran fiesta, existe un magnifico negocio que dejó en las arcas del gobierno “Carioca”, la bonita suma de 2,4 Billones de dólares, originados en su mayor parte por el millón de visitantes que disfrutaron de Copacabana, Cristo Redentor, Pao de Açucar, hoteles, restaurantes y todo lo relacionado con recrearse en la “Cidade Maravilhosa”, además de lo invertido por las corporaciones que participaron en el carnaval.

En Rio de Janeiro 2015, como no podía ser de otra manera, se dieron cita políticos, artistas y cuanta personalidad del ambiente cultural y empresarial quiera hacerse notar. Muchos de ellos, pagaron hasta 6 mil dólares un camarote que -como todos los años- se agotaron antes del 31 de diciembre.

Existen muchos hechos positivos en este espectáculo. Por ejemplo, que esta manifestación cultural empleó a 276 mil puestos de trabajo, lo que colaboró a combatir una necesidad laboral importante, por los ajustes de la economía brasileña.

Cabe destacar la nobleza de quienes con el esfuerzo de su trabajo y de sus bolsillos pagan los costosos trajes que los iluminan; domésticas, empleados de oficinas o empresarios. Allí, todos lucen con amor y orgullo los colores de su bandera. No importa si es “Unidos da Tijuca”, “Salgueiro”, “Unidos de Vila Isabel” o “Mocidade del Padre Miguel”.

Solo interesa echar a volar toda la irracionalidad plagada de alegría, contenida durante los casi 11 meses de trabajo para presentarse en la avenida y defender la historia de cada una de sus agrupaciones.

Mucho podemos decir de estos “mágicos” días vividos en Rio de Janeiro, pero destacamos que para elegir a la escuadra campeona, 40 jueces evalúan el trabajo de los participantes en los 720 metros de recorrido. Buscan la perfección. Valoran la Comisión de Frente que es quien abre el desfile de cada grupo, el tema musical y la batería, que es el ala de percusión.

Tienen muy en cuenta la armonía del conjunto, los carros alegóricos y la calidad del vestuario. También, algo fundamental es respetar el horario estipulado desde la salida hasta el final del recorrido, que no debe superar los 82 minutos, como máximo.

Atrás quedaron 320 días de arduo trabajo, de noches robadas al descanso, de desarmar, limpiar y clasificar el material reciclado. Luego, a comenzar a elaborar un nuevo desafío.

Estos trabajadores le sustrajeron horas a descansar, pero no a soñar. Por eso, “BeijaFlor” es la campeona del “Carnaval Carioca” 2015.

Sus 3.700 componentes sambaron al compás de uno de sus más brillantes exponentes: su vocalista “Neguinho da Beija Flor”, con 40 años de trayectoria.

Alberto Antonio Curia, especial para “Diario de Cultura”.
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