Un argentino en Brasil

MIRÁ LAS IMÁGENES – HISTORIA DE LA MONEDA EN BRASIL, Parte 2 – Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Continuamos con la historia de la moneda en el Brasil y podemos manifestar que a partir del año 1933, el país comenzó a recuperarse debido -principalmente- a la defensa de los intereses de los productores cafeteros, cuando la demanda interna se inclinó al mayor consumo del producto ya que la capacidad de exportación era muy dificultosa.

El gobierno dictatorial de Getulio Vargas se preocupó mucho en crear medidas de estímulo para alentar a la industria brasileña; manipuló inversiones y modificó recursos para la capacitación en la industria de base.

En 1941, surgieron la ¨Compañía Siderúrgica Nacional¨ y la ¨Compañía Vale do Rio Doce¨ y un año más tarde nació como padrón monetario nacional el ¨Cruzeiro¨, que sustituyó al Real.

La desaceleración del crecimiento industrial ocasionada por la Segunda Guerra Mundial no impidió la consolidación de la industrialización en Brasil, en el fin del estado nuevo, en 1945. Iniciadas las dictaduras militares, en 1967, se produjo el lanzamiento del ¨Cruzeiro Novo¨, que no fue otra cosa que una moneda de carácter transitorio, que en 1970 pasó a llamarse, simplemente, ¨Cruzeiro¨.

Entre los años 1968 y 1973, Brasil marchó por un milagro económico, con la realización de obras y proyectos ambiciosos, el producto bruto interno creció en un 11% de promedio anual, y la renta comenzó a estar más concentrada, problema que persiste hasta la actualidad.

En 1979, se produjo la maxidevaluación del ¨Cruzeiro¨. Fue durante el gobierno de Joao Batista Figueiredo, cuando el dinero perdió el 30 por ciento de su valor de una sola vez.

A partir del régimen de Juscelino Kubitschek, entre 1956 y 1960, y durante todo ese período de gobiernos militares -1964 a 1985-, hubo un crecimiento impresionante de la deuda externa, hasta que en 1983 el país informó a los acreedores internacionales que dejaría de pagar la deuda y solo honraría los intereses.

En consecuencia, la ¨Nova República¨, heredaría uno de los problemas más complicados de su historia que era la gran deuda externa y su inflación desenfrenada, que sería el blanco principal de varias medidas y planes económicos.

Por un decreto del presidente José Sarney, fue despedazado el ¨Plan Cruzado¨, dentro de las medidas adoptadas para crear otra reforma monetaria, el congelamiento de los precios y parar los aumentos salariales, que eran adoptados cada vez que la inflación alcanzaba el 20 % anual.

En 1986, entró en escena el ¨Plan Cruzado II¨ y el 26 de febrero de 1987, el Presidente José Sarney informó en un pronunciamiento a la Nación, que el gobierno brasileño suspendía unilateralmente todos los pagos de intereses relativos a las deudas de medio y largo plazo, contraídas con los bancos comerciales extranjeros.

De allí en adelante se implementaron varios planes cambiarios sucesivos: el ¨Bresser¨, ¨Verao¨ y ¨Cruzado Novo¨; con el gobierno de Fernando Collor de Melo, el ¨Plan Color I¨, que resucitó al Cruzeiro, el ¨Plan Collor II¨, que intentó estabilizar la economía.

Desde esa época hasta la actualidad, luego de atravesar varios planes y otros gobiernos, se estableció como signo monetario el Real y Brasil consiguió instituir una paridad monetaria que lo llevaría a un importante crecimiento por la revalorización de sus industrias y, con ello, una fuerte política exportadora que lo catapultaron a una clara mejora en sus clases sociales e insertarse en el plano internacional como un país en evolución positiva.

Recién por estos días, Brasil volvió a los títulos importantes del mundo por sus devaluaciones del Real con respecto al Dólar, que generan nuevas preocupaciones.

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