Un argentino en Brasil

MIRÁ LA GALERÍA DE IMÁGENES. FORTALEZA DE SAO JOSÉ DA PONTA GROSSA – Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

 

Cuando se recorren las playas del Estado de Santa Catarina, es muy común encantarse con sus paisajes, pero también su arquitectura colonial, ya que es posible observar en muchos lugares el diseño edilicio que quedó de las antiguas defensas, entre ellas la ¨Fortaleza de Sao José da Ponta Grossa¨, localizada entre las playas de Jureré y Praia do Forte, en el norte de la Isla de Santa Catarina.

Allí se yergue como vestigio de un bastión dominante en el declive del ¨Morro da Ponta Grossa¨, ese baluarte que protegía la región de ataques invasores.

La ¨Fortaleza de Sao José da Ponta Grossa¨,  fue proyectada y construida por el Brigadier José da Silva Pais, primer gobernador de la capitanía de Santa Catarina -entre 1739 y 1745-, en uno de los vértices del triángulo defensivo de la barra da Bahía Norte de la isla, en la primera mitad del siglo XVIII.

Perteneció al grupo de posiciones de ¨Santa Cruz de Anhatomirim¨ y a la ¨Fortaleza de Santo Antonio de Ratones¨, que junto a la fortificación de ¨Nossa Senhora da Conceiçao de Araçatuba¨,en la Barra Sur de la Bahía, eran encargadas de defender la Isla de Santa Catarina. Consolidaban y actuaban como base estratégica de apoyo para mantener el dominio portugués sobre ¨Colonia de Sacramento¨ (Uruguay).

Invocando a San José. La construcción de ese bastión, tuvo su inicio en agosto de 1740 y finalizó cuatro años después.

Abandonado por el antiguo ¨Servicio del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional¨, desde 1938, el fuerte se encontraba en ruinas, pero a partir de 1976, por iniciativa del Instituto del ¨Patrimonio Histórico y Artístico Nacional¨, la ¨Fortaleza de Sao José da Ponta Grossa¨ comenzó a recibir intervenciones de limpieza de la vegetación circundante y a consolidar los despojos, con vistas a trabajos de restauración.

En 1977, se realizaron obras de estabilización de emergencias en algunos trechos de las murallas, en lo que otrora fue la casa del comandante, en su pórtico de entrada y la reparación parcial de la capilla.

Diez años más tarde fue registrada como sitio arqueológico protegido por una ley federal y se realizaron los primeros trabajos de conservación prehistórica por técnicos de la ¨Fundación Pro-Memoria¨. Las obras continuaron hasta 1990 dentro de un plan llamado ¨Proyecto Fortalezas da Ilha de Santa Catarina: 250 años de Historia Brasileira¨.

Trabajó un equipo del Museo Universitario de la Universidad Federal, que asumió las tareas de administración para la conservación de ese patrimonio histórico con los aportes de la ¨Fundación Banco Do Brasil¨.

Recorriendo el antiguo baluarte, podemos apreciar en esa fortaleza una planta en forma poligonal de carácter orgánico adaptada al terreno en tres planos distintos, protegidos en la retaguardia por el declive de la montaña, con las baterías volcadas hacia el mar.

Los edificios están distribuidos por un trío de di símiles terraplenes de planos desiguales, interligados por rampas y cercados por gruesas murallas en elementos de piedra y cal.

El portón de acceso perdió su puente levadizo y su frente original, mientras que en el corredor, su abovedado techo de ladrillos, puede observarse parte de los calabozos con sus puertas y ventanas enrejadas y la casa del guardia iluminada naturalmente por dos ventanas. El corredor de acceso presenta aberturas en las paredes por donde corría una placa de acero que cerraba el ingreso en caso de ataques y, además, lo conducía hacia un terraplén inferior que daba a la primera orden de baterías. Junto a ellas se encuentran vestigios de la antigua ¨Casa de Palamenta¨, lugar donde se almacenaban pertrechos para mantención de piezas de artillería.

Un lugar que merece conocerse; allí nos transportamos en el tiempo en el que la vida de las metrópolis dependía de estas ciudadelas que custodiaban al resto de los caseríos en los insipientes ayuntamientos que fueron conformando el arraigo del ser nacional y dieron orígen a lo que hoy son estas grandes urbes.

Cerquita de la ¨Praia de Canasvieira¨, entre ¨Jureré¨, y ¨Praia do Forte¨, en la mal llamada «Isla de Florianópolis» está la histórica ¨Fortaleza de Sao José da Ponta Grossa¨.

 

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