El “Casarão Penedo”, (Caserón Penedo) es la sede de la antigua “Fazenda Penedo” (hacienda Penedo”, una estancia pionera del llamado “Ciclo del Café), construida en 1836 en el estado de Rio de Janeiro por María Benedicta Gonçalves conocida en el “Vale do Paraíba” (Valle del Paraíba), como “A Rainha do Café” (La Reina del Café), señora que, a pesar de ser analfabeta, era propietaria de varias tierras productoras de café en esa región, muy influyente entre sus vecinos y gran amante de la cultura y su característica destacada fue la de organizar importantes eventos.
La ubicación del “Caserón Penedo”, fue elegido por su proximidad al “Cerro Pico do Penedo” – lo que deriva en el nombre de la hacienda-, el curso de agua que pasa por los fondos de la casona del “Rio das Pedras”, por sus tierras fértiles y por una panorámica deslumbrante.
La mansión se encuentra en el declive de la majestuosa “Serra da Mantiqueira” (Sierra de la Mantiqueira), con una imponente vista hacia el “Vale del Paraíba” (Valle del Paraíba). Un escenario donde es posible hacer volar la imaginación y retrotraerse a los años de esplendor disfrutando las galas que allí se ofrecían.
Por increíble que parezca, María Benedita Gonçalves tenía una orquesta formada por negros esclavos que aprendieron a leer partituras musicales con profesores venidos desde Europa, y se cree que luego de la abolición de la esclavitud, muchos de estos músicos se mudaron a la ciudad de Río de Janeiro y dieron inicio a las “Escolas do Samba”, que conocemos actualmente.
Por el año 1900, la cafeicultura se traslada para los estados de San Pablo y Minas Gerais, es allí donde el “Casarão Penedo”, se torna propiedad del “Monasterio de São Bento”, en el que los monjes benedictinos hacían sus retiros espirituales.
En 1929, comenzó una época completamente nueva en el caserón. Un pequeño grupo de inmigrantes finlandeses, liderado por Toivo Uuskallio, que en la búsqueda de tierras productivas para fundar una colonia, poder cultivar la tierra, y tener una vida saludable en un ambiente natural, adquirió la propiedad y se establecieron así unas cien personas en las inmediaciones del caserón.
Con el aporte cultural escandinavo, el establecimiento se tornó nuevamente un lugar de
diversos actos educativos colmados de belleza, se realizaron cuantiosas bodas y se construyó el primer sauna del Brasil en los fondos de la mansión en la margen del “Rio das Pedras”, es allí donde los hábitos de Finlandia comenzaron a enraizarse en la región.
Las familias radicadas amaban la belleza tropical convirtiendo esas tierras empobrecidas por el largo período de cultivo del café, en grandes áreas arboladas y plenas de admirables jardines, lo que atrajo y dio al turismo en el sector.
En la década del 40 los finlandeses vendieron parte de la hacienda que paso a ser propiedad del grupo farmacéutico Geygy del Brasil (actual Novartis).
En este mismo período, durante la Segunda Guerra Mundial, el antiguo caserón cafetero, abrigó a muchas familias que huían del totalitarismo reinante en Europa, se creó de esta manera una pequeña fábrica que elaboraba productos a base de plantas medicinales y conjuntamente empleaba a los refugiados –muchos de ellos finlandeses-.
En los años 50, la casona funcionó como un elegante y majestuoso hotel donde los huéspedes de San Pablo y Rio de janeiro descansaban disfrutando de los baños en el “Rio das Pedras”, además del por entonces exótico sauna, a todo esto se le agregaron las costumbres culinarias, la danza y la música como principales atracciones.
Entre 1950 y 2000, el establecimiento pasó por varios dueños brasileros, que no respetaron el patrimonio de Penedo.
En el año 2010, el “Casarão Penedo”, retornó a manos de un matrimonio finlandés los Viitaniemi-Peltola, quienes con mucho esfuerzo y dedicación le devolvieron la belleza original, abriendo las puertas del lugar a quienes quieran celebrar eventos importantes en un espacio repleto de historia y belleza.
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