Un argentino en Brasil: Léa Silva, chef

MIRÁ EL VIDEO. La Cocinera del Morro de Vidigal – Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

La historia detrás de la historia: se trata de la cocinera Léa Silva, conocida como “Tía Léa”, en la favela del “Morro do Vidigal”, zona sur de Río de Janeiro, la capital carioca, donde vive este personaje popular.

Léa guarda con cariño un mensaje recibido de parte de la reina Elisabeth, de Inglaterra. En el mensaje, la soberana le expresaba que adoraría conocer su restaurante en la favela, pero que por el momento no podía aceptar el convite porque no tiene previsto visitar Brasil.

«Mandé el texto traducido y aguardé su respuesta», cuenta “Tía Léa”; mientras abre una carpeta en la que guarda las fotos y las cartas enviadas a famosos convidándolos para un almuerzo, y agrega que si no fuese atrevida, todavía permanecería en el anonimato.

Pese a que en su reducto de Vidigal la cocinera no recibió a la reina de los británicos, no faltan interesados en probar sus condimentos. Desde 2008 trabaja con reservas hechas con un mínimo de tres días y Léa conquistó una clientela fiel, que adora almorzar o cenar en el lugar, generalmente, los fines de semana. Allí un banquete cuesta aproximadamente 80 reales por persona.

El gobernador del estado de Rio de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, el rapper americano Ja Rule, actores nacionales e internacionales y representantes diplomáticos de varias naciones, fueron algunas de las personalidades que saborearon y aprobaron la delicias del lugar.

Por si todo esto fuese poco, observar desde lo alto de la terraza de “Tia Léa”, una vista impresionante de la playa de Ipanema, completa un momento inolvidable y hace que se disfrute en un marco ideal para degustar una comida bien carioca.

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El amor por cocinar –nos cuenta la anfitriona-, comenzó a los 10 años de edad, cuando fue a trabajar como empleada en una casa de familia en Botafogo. Hasta ese momento, la niña era interna en un colegio, porque su madre trabajaba y no había quien la cuidase.

Y continúa diciendo: “Mi vida era buena, no me faltaba nada, aprendí a cocinar y por ello recibía una mensualidad. Mi patrona pagaba mis estudios y lamento no haber ido a la facultad».

Resultado de imagen para TIA LEA Léa Silva, cocinera del morro de vidigalLuego fue empleada doméstica en la casa del cónsul francés, en el barrio de Flamengo y aprendió a crear comidas sofisticadas de la culinaria gala. «Allí, también me sentí respetada porque los franceses con su educación me llamaban «madame»» –dice Léa-.
Trabajó en la Cámara de Comercio Franco-Brasileña en servicios generales y, luego, tomó la decisión de tornarse chef.

A pesar de no abandonar su sonrisa constante, “Tia Léa” comenta que, en términos financieros, su vida aún está lejos de ser tranquila. Su casa de un cuarto, sala y un baño, es bien humilde. Vive sola y no cuenta con ayuda de nadie para preparar sus recetas. Explica que cuando tiene un grupo grande a almorzar, acostumbra a pasar la madrugada previa en los preparativos para que nada falte y garantiza que sus platos se destaquen por la calidad de sus ingredientes.

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“No economizo y compro lo mejor, y eso lo aprecian mis clientes”, cuenta. Agrega que tiene una importante empresa que auspicia su local y que le provee la materia prima mensualmente.

Esta trabajadora destaca entre sus comidas la popular y tradicional feijoada carioca y los “bolinhos de bacalao” (albóndigas de bacalao), y comenta que tiene creada más de 300 recetas, «pero la gente viene a comer mi feijoada«.

No pierde la esperanza de que en algún momento, de visita por Brasil, pueda servir al expresidente de EEUU, Barack Obama y su familia, a quien también convido vía epistolar.

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