Un argentino en Brasil: «Trapiche Bernabé”

CON SUS “LEMBRANÇAS” A CUESTAS, EN SALVADOR DE BAHÍA – Por Alberto Curia, especial para DiariodeCultura.com.ar.

Defensores de la revitalización del “Centro Histórico de Salvador”, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, tienen como objetivo soñado reestructurar este sector de la capital de los bahianos, que abriga riquezas culturales, históricas y arquitectónicas que hablan del pasado de lo que fuera la primera capital de Brasil.

Dentro de estos patrimonios está el “Trapiche Bernabé”, antiguo almacén localizado en el “Bairro do Comercio”, “CidadeBaixa”, un inmueble que posee un área de 3500 metros cuadrados.

Debido a la importancia y posicionamiento estratégico en la trama urbana, la Municipalidad de Salvador está llevando una política de incentivos con vistas a su restauración, beneficio que ya le tocó al “Plano Inclinado do Pilar”; localizado en el barrio de Pilar, es un ascensor que une la “CidadeBaixa”, con el barrio de “Santo Antonio do Carmo”, en la parte alta de la ciudad, y que llega directamente hasta el “Trapiche Bernabé”.

Atestiguan documentos que mencionan la existencia del “Trapiche Bernabé”, a mediados del siglo XVIII. En esos tiempos, la “Rua do Pilar”, era la vía de comunicación del área del puerto de Salvador, donde se encontraban los almacenes y administraciones de los comerciantes más importantes de la época Colonial.

Eran muchos los trapiches que existían, para almacenar los productos de exportación del comercio con Europa.

Uno de los pilares de sustentación de la economía brasileña en la colonia, era el tráfico de mercaderías que salían desde el puerto de la ciudad, por donde se escurrían los más codiciados productos a ser vendidos en Europa, como el café, azúcar, tabaco, etc.

Salvador de Bahía durante mucho tiempo preexistió como la capital económica, social y política del país y contaba con el puerto más importante de América del Sur, no solo por tamaño, sino por lo significativo que lo volvía el intenso tráfico de navíos que mucho aportaban en lo cultural y laboral, camino hacia puertos de otras latitudes.

La edificación existente en la “Rua do Pilar”, constituye lo que era la parte más antigua del trapiche, construida todavía cuando el mar hostigaba los limites más allá de la ”Avda. Jequitaia” y llegaba a la “Rua do Pilar”, por lo que esta última se ubica en un nivel más alto.

Con la necesidad de ampliación del puerto, grandes áreas del “Barrio do Comercio”, fueron rellenadas con tierra y escombros para que su nivel superase las superficies portuarias. Con la creación de la llamada “Avenida de Contorno”, que bordeaba el puerto en el siglo XX, se erigió la fachada principal del viejo almacén.

Por tanto, la construcción de los “Galpones del Puerto”, fue decisivapara el decline de los trapiches, que lentamente perdieron espacio ante la nueva modalidad de acopio.

Si bien el “Trapiche Bernabé”, mantuvo actividades por un periodo más prolongado que otros, acabó cerrando sus portones como consecuencia del deterioro de sus instalaciones.

El “Trapiche Bernabé”, fue transformado en un Centro Audiovisual de referencia para el Norte y Nordeste del Brasil, y será la base de sustentación para integrar la zona del Pilar con el entorno urbano, tanto por la actividad cultural como también la empresarial, posibilitando inversiones en una actividad rentable de auto-sustentación.

De todas maneras, podemos decir que este conjunto arquitectónico compuesto por el “Bernabé”, la Iglesia “Santa Luzia”, y el “Mercado do Oro”, se tornó uno de los ambientes urbanos de mayor importancia en el desarrollo del proyecto de reactivación del “Bairro do Comercio”.

Hoy sigue existiendo esa relación directa entre el “Terminal Marítimo”, este espació de abrigo de barcos extranjeros en el puerto salvadoreño y conforman, con el “Plano Inclinado”, ese eje de privilegio e integración entre lo que es la parte alta y la baja de Salvador.

Ese mágico desequilibrio geográfico, le da un marco de belleza incomparable y muy poco común en otras ciudades del mundo.

La parte de “Cidade Alta”, con el inconmensurable “Elevador Lacerda” (ascensor inaugurado en 1873, de 63 metros de altura), ”“Pelourinho” (barrio de cautivos africanos esclavizados), “Praça da Se””, sus iglesias, conventos y la arquitectura colonial que abrigó a esclavos y nobles, tienen su particular estilo.

La “CidadeBaixa”, se luce con la “Bahía de Todos los Santos” como telón de fondo de un paisaje hermosísimo, con vistas hacia el “Forte de Sao Marcelo”, el “Mercado Modelo”, el Puerto y sus bares, los reductos de comidas para todos los presupuestos, y la inconmensurable “Feria de Sao Joaquim”, junto a uno de los hitos más destacados, la histórica “Praça do Riachuelo”, que homenajea a los héroes de la “Batalla de Riachuelo” en la guerra contra Paraguay entre 1864 y 1870, ya que Bahía fue el estado que envió más soldados a ese conflicto bélico.

Edificios antiguos que hablan con su deterioro de un tiempo lejano, de cuando este sector de la ciudad era próspero. Se conservan, como sus calles, donde los vecinos no convivían con el peligro y cuando la marginalidad era impensada.

Hoy, grupos de gente sin techo, se apropiaron de sus inmuebles,  existen muchas viviendas usurpadas –varias de ellas en compromiso de derrumbe- pero la necesidad de un lugar donde vivir hace que, pese al riesgo, sean habitadas por ancianos y niños entre otras personas en peligro.

El “Trapiche Bernabé”, los barrios de “CidadeBaixa y Alta”, con sus “lembranças” a cuestas, nos muestran un panorama bello y nostálgico de la realidad y una parte de la historia de Salvador de Bahía.

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