Chicos y pantallas: crecen las consultas por dolor de espalda y rigidez de cuello

Acompañados por sus padres, en la sala de espera del consultorio los chicos aguardan a ser llamados con la cabeza inclinada hacia adelante. Están mirando una pantalla.

Este hábito omnipresente está haciendo que cada vez sean más los padres con chicos desde los cinco años que consultan por dolores de espalda y de hombros, rigidez en el cuello, cefaleas, náuseas, parestesias (hormigueo en las manos) y dificultad para respirar.

Este nuevo cuadro ya tiene un nombre en inglés: text neck (o cuello de texto). Un estudio del Hospital Municipal de Vicente López Dr. Bernardo Houssay, realizado entre junio de 2014 y el mismo mes de 2016, mostró que de las 162 consultas por problemas de columna, el 70% correspondieron a cervicalgias (dolor cervical), la patología más asociada con el text neck.

Profesionales consultados confirman que las consultas que reciben reflejan estas estadísticas. Horacio Sarramea, cirujano especialista en columna y miembro titular de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología (AAOT) destaca que hace cinco años que las originadas por estos síntomas no dejan de aumentar.

«Lo llamativo es que antes no había casos de adolescentes ni de niños», afirma, y agrega que aproximadamente el 25% de este segmento de pacientes llega motivado por esta patología postural asociada con el uso excesivos de dispositivos móviles, como celulares y tablets.

Ramiro y Beltrán Glascher, en la posición que está originando más consultas traumatológicas.

A Federico Satragni, kinesiólogo y osteópata egresado de la UBA y que actualmente trabaja en un centro privado, también le llama la atención el crecimiento de las consultas de chicos de entre 12 y 14 años. Según sus cálculos, de cada 10 adolescentes de esa edad que acuden a su consultorio, entre seis y siete sufren los síntomas de esta patología postural.

«Antes, estos síntomas eran típicos en pacientes de alrededor de 40 años que tenían más bien trabajos de escritorio», afirma.

Según explican los especialistas, la cabeza es la parte más pesada del cuerpo, sobre todo en los más chicos, y la inclinación hacia adelante estimulada por el uso de las pantallas puede multiplicar su peso cuatro o cinco veces.

«Lo que sucede con el uso excesivo de celulares o tablets es que los músculos del cuello tratan de compensar la curvatura cervical y de mantener la cabeza en una posición normal, creando una fuerte tensión en la musculatura paravertebral, que sostiene el peso excesivo de la cabeza durante mucho tiempo. Esa tensión hace que esta se fatigue y los músculos terminen contracturándose. Si eso se mantiene en el tiempo, se puede adquirir una patología crónica en el cuello y eso puede desencadenar una serie de síntomas que generan mucho malestar», detalla Sarramea.

También advierte que este tipo de patologías en niños deben ser tratadas de manera inmediata, apenas surgen los síntomas, porque pueden ser el principal acelerador de un proceso «vicioso» que conduce a retracciones musculares, pérdida de equilibrio, alteraciones morfológicas posturales y hasta (en casos extremos) trastornos de la visión binocular y cansancio visual, según sugieren estudios australianos.

Sandra Roselli es kinesióloga del Hospital Argerich y también coincide en que fue hace cuatro años cuando empezó a recibir pacientes con síntomas de text neck.

Roselli es contundente cuando explica cómo debería abordarse a un paciente con esta patología: «Lo más importante es la toma de conciencia del problema, tanto por parte de los padres como de los chicos -destaca-. En segundo lugar, también es fundamental que el paciente tome ciertas medidas ergonómicas».

Subraya además que es imprescindible evitar el sedentarismo al que invitan los dispositivos móviles facilitando el entretenimiento sin necesidad de moverse. En este punto es crucial el rol de los padres.

El hijo de Vanesa Escalante (39) tiene doce años y es uno de los pacientes de Rosselli. Después de que se quejara de dolor de espalda en repetidas ocasiones, decidieron consultar con un especialista, que los derivó con la kinesióloga.

Vanesa le explicó cuál era el malestar de su hijo y, tras constatar que no tenía otros antecedentes ni problemas orgánicos, al caer en la cuenta de la cantidad de horas que el chico pasaba tanto con su tablet como con su celular, enseguida dedujeron que se trataba de la patología de text neck.

Aconsejada por la kinesióloga, Escalante tuvo que poner límites precisos al tiempo que su hijo pasa con los dispositivos y exigir que se cumplieran incluso contra su voluntad. «Durante la semana le permitimos que se entretenga dos horas diarias con el celular o la tablet y el fin de semana no más de cuatro horas», cuenta.

Después de diez sesiones de rehabilitación postural, su hijo se siente mejor. «Los tratamientos tienen una función terapéutica y otra integradora, vinculan las diferentes partes del cuerpo para corregir los desequilibrios», explica Roselli.

Satragni aborda a sus pacientes con técnicas de osteopatía, pero también destaca que lo primordial en este tipo de cuadros es convencer a los padres de que controlen el tiempo que los chicos pasan con los dispositivos.

Aconseja, además, que los incentiven a hacer deporte, porque es así como fortalecen sus músculos cervicales de manera más natural y los mantienen en movimiento. Su tratamiento consiste en masajes que estimulan los músculos para relajar la musculatura cervical, paravertebral y la espalda, y para devolverle movilidad a esa zona del cuerpo.

Fuente: Alejo Dahl Rocha, La Nación