Artistry Big Band mantiene su calidad en su segundo disco: «Secreto en Maschwitz»

Además, el grupo rockero «Támesis» edita su tercer disco, con buenas canciones en las que mezcla blues, country y rock sureño; el combo mendocino «Fauna» une cumbia y reggaeton con bases electrónicos en un cocktail sonoro muy for export y, también, los álbumes de «Segba» y «Surfing Maradonas».

ARTISTRY BIG BAND – «SECRETO EN MASCHWITZ»

Artistry Big Band surgió en el año 2008 gracias la iniciativa de Emanuel Brusa y Bruno Varela, músicos, co-directores y promotores del grupo. Integrada por 17 músicos jóvenes, Artistry Big Band muy pronto se erigió como una orquesta estable y autogestionada que ha tocado en los lugares más importantes del circuito jazzístico del país.
En 2012, la orquesta editó Artistry, su primer disco. Tanto el debut discográfico como los conciertos del grupo,cosecharon numerosos elogios de la crítica especializada y del público.
En el año 2015, Artistry Big Band vuelve a los escenarios con su segundo disco, Secreto en Maschwitz, en el que, a diferencia de su album debut -que incluía en igual proporción música original y composiciones de las grandes orquestas de jazz de los años ’50-, apuesta a piezas musicales nacionales y contemporáneas. El repertorio de esta nueva producción está formado por composiciones originales de integrantes de la orquesta y compositores convocados para la ocasión: Valentin Reiners y Guillermo Klein -en este caso, como arreglador de «Contrast», del baterista estadounidense Eric Harland.
Desde un punto de vista compositivo e interpretativo, en el disco se aprecia la capacidad de la orquesta para conjugar sólidamente la música escrita con la improvisación.
De esta manera, Secreto en Maschwitz, se revela como un álbum pleno de espontaneidad, pasión, dedicación y talento. Un fiel reflejo de la identidad de Artistry.
“SECRETO EN MASCHWITZ” (2015) Créditos del Disco: Producción ejecutiva y artística: Artistry Big Band. Técnico de grabación:Jan Pablo Alcaro.Grabado en Estudios ION. Mezcla y Masterización:Juan Pablo Alcaro. Diseño gráfico: David Calistro.

=====================================================================

TÁMESIS-“CONTRA LA CORRIENTE”/

Tercer disco de estudio de uno de los grupos más interesantes de la movida rockera de la Capital Federal, con su mezcla de blues, country, folk y música negra, a la que vuelven darle una interesante vuelta de rosca en este “Contra la corriente”.
“Me siento perdido” abre el disco con las guitarras al frente, sonando bien poderosas, igual que la base, con buenos arreglos de Hammond y la voz de Guido Venegoni sacando toda su negritud para ir llevándola a un falsete al mejor estilo de Robert Plant en el primer Zeppellin.
Para este disco que gestionaron a través del método del crowfunding, los Támesis eligieron como productor a Germán Wiedemer, que pulió el diamante y permitió todas sus caras brillaran y refulgieran.
“La fuerza” tiene un formato blusero más tradicional con un buen inicio de las guitarras de Julio Fabbiani y Brian Figueroa, además de un buen acompañamiento del saxo y la trompeta, a las que suman las voces de Florencia Andrada y Micky Gaudino, otro de los exquisitos sellos de Támesis. Sobre el final, la banda baja un cambio quedan el piano y la viola batiéndose en un cuidadoso y estético duelo hasta que los bronces y la voz de Venegoni y los coros retoman el ritmo más veloz.
“Viaje sideral” es una balada más blusera, con un gran inicio de las guitarras y los bronces de Mauro Chappari en saxo y Yair Lerner en trompeta, aunque en esta oportunidad, Venegoni toma el camino de los bluseros sureños al estilo Allman Brothers, Lynyrd Skynyrd y la Marshall Trucker Band, bien acompañado por los coros en un segmento en la que solo lo quedan una pandereta, los bronces y el Hammond de Diego Gérez.
A lo largo de este tiempo de trabajo, Támesis se ha creado su propio sello al diferenciarse de las tradicionales bandas bluseras argentinas por su mezcla con ritmos más campesinos, algunos aires negros y evitar ciertos elementos del ritmo que lo hicieron tedioso, al menos en el Cono Sur.
“Mis cenizas” es un blues más urbano que se abre con los bronces riffeando hasta que sobre ellos se montan las guitarras, mientras desde el bajo Sacha Snitcofky áy desde la batería Homero Tolosa, van desplegando un ritmo trepidante hasta que la guitarra solea exquisita, con reminiscencias de los Black Crowes.
La sigue “Pormenor” que va entre el blues y el rock, con una gran participación de toda la banda, y un estribillo bien pegadizo. “Copa de cristal” abre con acordes reconocibles del blues, pero Támesis le pone ese plus con la voz bien negra de Venegoni jugando con sus agudos falsete, el piano y el Hammond marcando el tiempo, mientras las entran y salen cortantes. Y el toque de distinción vuelven a dárselo los grandes arreglos de las voces entre las de Venegoni, Andrada y Gaudino, que le dan un toquecito soulero a la canción.
“Nuestra conexión” tiene un comienzo bien guitarrero con la acústica y la eléctrica cruzándose, mientras con su voz Venegoni mete la canción en cualquier pasaje del Noroeste argentino o del Litoral, sin que pierda la pizca country que le dan las cuerdas, incluyendo el notable solo de la viola hacia el final.
“Caravana” sorprende por su densidad, una base más moderna, las guitarras más cargadas, más saturadas, los teclados arrojando sonidos espaciales y la voz de Venegoni procesada, aunque la mano vuelve a un camino más tradicional en el estribillo con los coros acompañando. Pero Támesis avanza en esta nueva búsqueda sonora en una parte instrumental donde hay un solo de órgano seguido de otro de guitarra, hasta un final distorsionado y galáctico.
“Tu lugar, mi lugar” abre como una hermosa balada alt-country con el Hammond y la guitarra embelleciendo el inicio hasta que Venegoni se desgarra en un desamor, que gana en dramatismo con los coros y los punteos de la guitarra, que casi sobre el final le dan un toquecito épico a esta bella melodía.
“Solo” en rockito blusero, bien urbano y rutero, bien sostenido por la base de Tolosa y Snitcofky, con interesantes arreglos de los bronces que acompañan a Venegoni en un estribillo que busca hacer mover la patita al publico.
“El karma de la serpiente” tiene a las guitarras jugando con la distorsión y el slide, metiéndoles arena y polvo en la boca a todos, llevándola de la aridez de Arizona a Talampaya o al Valle de la Luna, tranquilamente, con la suciedad que requiere una pieza tan cruda.
“Mira como lo hago” es pura provocación y cachondeo desde la voz de Venegoni y las guitarras, que chillan con acordes bien stonianos, de esos que te llevan las manos a las preciosas piernas de una chica hasta subirle el vestida para buscar su miel.
El cierre de este nuevo acierto de Támesis, que ya es una realidad firme y brillante, es con “Es nuestra canción”, –dedicada a familias, amigos y publico- otra hermosa balada en la que la guitarra y el piano intercambian el protagonismo, mientras Venegoni le pone pasión, emotividad y dulzura, como preámbulo a un cierre épico de parte de toda la banda sonando como una orquesta en un final bien Beatle.

= = = = = = = = =

FAUNA – “PSICODELIA COSA SERIA”/

Tercer disco de este combo mendocino que mezcla la cumbia y el folklore con bases electrónicas y dance, que le dan una importante vuelta de rosca a la World Music al punto tal de que ya han fascinado a los oyentes europeos y estadounidenses, ya que se presentaron en festivales extranjeros.
Los Fauna son Color Kit (Cristian Del Negro) y Zai (Arturo Gueglio) que mezclan la música folclórica bailable de América Latina, la cumbia, el hip-hop, el reggaeton, el drum&bass con las bases más marcadas de la escena electrónica.
Para lograr el objetivo convocaron a uno de los precursores, Matías Chávez Méndez, que trabajo con esta banda del sello independiente Concepto Cero, que le dio su impronta de mezcla de la selva verde con la jungla de asfalto, siempre en Sudamérica, con imágenes psicodélicas, muy coloridas.
Junto a los Chancha Vía Circuito y los Frikistailers, los Fauna han recorrido festivales como el Coachella, el Lollapalooza. En esa línea que despierta curiosidad en el Primer Mundo, su primera canción “Babies” bordea el reggaetón, sin ese pesado bombo en negra que caracteriza al ritmo caribeño, con más arreglos de maquinas y acordes bien cumbieros.
La folclorista Sandra Amaya participa en coros chamanicos de “San Pedro” que arranca cumbiera, aunque Del Negro y Gueglio riman como raperos. “Weeda” es más caribeña, siempre sobre una base electrónica y esta vez el invitado es Robert Ruiz del grupo paraguayo Cachiporro, sobre un sample de “Quizas no comprendan” de Los Gatos.
“Cuento chino” abre con el tecladito cumbiero copiando los acordes de “La pollera amarilla” hit de Gladys La Bomba Tucumana y la base encaja tranquilamente en los parámetros del reggaetón, mientras la letra es cruda, bien de cumbia villera.
En “Agua” parece que la mano electrónica va a copar todo, pero luego la mano vira a un reggae cumbiero con la participación DJ Nelson, un difusor de la cultura reggae en Argentina, metiendo un raggamuffin.
“Salame” es la mezcla de reggaetón y cumbia urbana que bien representa al conurbano bonaerense y al Gran Rosario, bien cruda, zarpada, como para acompañar cualquier informe de TV sobre la vida en los barrios más duros.
En “Malik” con una base bien electro, se toman a broma la ascendencia africana de Barack Obama, con rimas con las palabras banana, fuckins semana, cama, sabana, para luego meter a Jack London y a su “Colmillo Blanco”, con la falta de agua en países como Nigeria y Ghana, para terminar lanzando la candidatura de Malik Obama, no sabemos a qué.
“Gigante” abre con un acordeón y es cumbia pura de la mano de Jeronimo Saer metiendo baile puro, perreo sexy y mucho flow caliente. El disco se cierra con la rareza de “Retrovértigo” que mezcla el reggae y la cumbia con un simple de una canción de Mr Bungle, uno de los tantos grupos paralelos de Mike Patton, vocalista de Faith No More.

= = = = = = = = = = = = = =

SEGBA – “EN OTRO CAMINO”/

Nuevo disco de la banda independiente de la zona sur del conurbano bonaerense formada por Leo Acevedo en guitarras, voz y sintetizadores, Juan Pablo Furneri en batería y Damián Colmegna en batería, que recorriendo diferentes estilos del pop y rock busca llegar a la gran canción.
“Distancia Horizonte Destino” abre el disco bien rockero, con un trabajo de teclados y luego de la percusión hacia el final, y una búsqueda existencialista en las letras. “Mucho tiempo atrás” abre con sonoridades que recuerdan gratamente al primer Oasis, mientras desde la letra Acevedo plantea todas las preguntas que se realiza un rocker a la hora de hacer música, componer y darle un sentido a cada canción desde la lírica.
“Si me voy” abre bien guitarrero con la frescura de los Teenage Fanclub, coros bien Beatle para conseguir una canción pegadiza. “Tren” es un viaje del Ferrocarril Roca por ese sur bonaerense bien indie, con un groove bien armado desde la base y la guitarra gruñendo en la mejor forma shoegaze.
“Desvío” abre con un acústica pero luego se desata una tormenta eléctrica que lo deja a mitad de camino entre los Cure y los Teenage Fanclub, mientras desde la voz Acevedo vuelve a utilizar el recurso poetico del camino para trazar un estilo de vida.
“Huellas” sigue la senda rockera, con buenos riffs y rulos de la batería para darle Acevedo una plataforma para que despliegue el leit motiv del disco, las construcciones poéticas en torno al viaje, los caminos. Con la banda sonando bien power.
“Mil causas” es una relectura moderna del esquema sonoro zeppelliniano, aunque en el estribillo Acevedo gire en torno a estructura musicales de Gustavo Cerati, con muy buenos resultados. Al fin de cuentas, Cerati también gustaba de Led Zeppelin, mal que le pese a la ortodoxia sodamaniaca.
“Sube” tiene un gran trabajo de la base, especialmente de Colmegna desde el bajo mientras Acevedo mete riffs pegadizos casi idiotas y la canción se acerca placenteramente a los Queens of the Stone Age
El cierre es emotivo con la hermosa “En otro camino”, con un gran trabajo de la banda, sonando bien rockera, y con el protagonista de estos cuentos despidiéndose porque el viajar, el camino le gusto demasiado y porque pudo conocerse mejor. La canción cierra con un emotivo y épico solo de guitarra.

= = = = = = = = = = = = =

SURFING MARADONAS – “HOLOCAUSTO ALIEGINA”/

En «Holocausto Alienígena» los Surfing Maradonas se ponen a la vanguardia de la rabia y la distorsión por medio de una guitarra sucia, una rasgada voz y una rítmica seca y precisa.
Los hermanos Esteban y Fochi Fernández, voz y guitarra y batería, respectivamente, presentan su segundo trabajo con el sello Discos Dojo, con una acotada mezcla de stoner, grunge y, sobre todo garage rock.
Imitando la formación de White Stripes, pero sin tener absolutamente nada que ver, los Surfing Maradonas repiten la fórmula de seis canciones, cortitas y al pie, que terminan siendo una cachetada para despabilar a cualquier oyente en busca de algo que sacuda las emociones.
El hermano vocalista se encuentra siempre al borde de desgarrarse las cuerdas vocales, al grito de «Laberinto sin salida, lo pagarás con tu vida» o «Ladra tu Perro Diablo, ladra un conjuro raro»; ni siquiera se puede decir que el whisky logra generar semejando rispidez.
El comienzo de la placa, con un acople, seguido de guitarra recontra cargada de fuzz, es todo un presagio del escéptico ambiente que completa ese viaje al desierto que es «El Escape de la Mansión del Tentáculo» y «Marte», acompañado, por momentos, con algunos ruiditos sintetizados.
El álbum suena como lo que ellos, dentro de la suciedad sonora, intentan mostrar: algo minimalista, casi familiar, cuya mezcla la realizó el baterista en Dirty Home Studio (Sucio Estudio Casero) y cuya fotografía de tapa fue hecha por el hermano cantante.