Buenas canciones de Peces Raros, Orquesta del Living y Pablo Krantz

El grupo platense Peces Raros viró, en su nuevo disco, hacia una electrónica casi rave salvaje, mientras que un seleccionado de músicos alternativos formó Orquesta del Living que editó el soundtrack de una novela apocalíptica y salvaje, a la vez que Pablo Krantz se reunió con un trovador francés para un nuevo álbum cercano al country.

PECES RAROS – “PARTE DE UN MAL SUEÑO”

Segundo disco de esta banda platense que decididamente se vuelca a la electrónica, a la música rave con guitarras, bajos y bases electrónicas, producidos por ellos mismos y el ex Jaime Sin Tierra Juan Stewart.
El disco arranca con la bailable “Río Rhin” cargada de programaciones, sintes y percusión electrónica, pero que en el estribillo le da paso a la distorsión de las guitarras, aunque los Peces Raros se alejan muchísimo del repetitivo y aburrido electropop que impera en la escena local.
El grupo esta compuesto por Lucio Consolo en guitarra, voz y sintetizadores, Juan Manuel Lescano en bajo, Benjamín Riderelli en batería y percusiones electrónicas y Marco Viera en guitarra y voz.
“Parte de un mal sueño” es más cruda desde la base y parece frenarse en un par de acordes pero la idea de Peces Raros es generar climas oníricos, jugar con la electrónica hasta llegar a la psicodelia.
“Antes de llegar” nace de un riff guitarrero hasta que al llegar al estribillo la batería y el bajo invitan a bailar hasta el final. “Durango” arranca con una base procesada al igual que el riff y el volumen va creciendo lentamente por los auriculares hasta llegar a los gritos sobre un groove bien dance.
La línea bailable con arreglos de sintes se mantiene en “Clericó/Vivo ilusiones”, mientras que “Aunque me digas que no” es más lenta, oscura casi un lamento sobre cajas de ritmo y teclados. “Pensamientos nocturnos” es más deforme con una base pesada y las guitarras distorsionadas y procesadas en un formato Duran Duran o Catupecu Machu.
“A donde quieras” arranca con una batería electrónica un buen groove del bajo en una canción a medio tempo, calma y relajada, bien nocturna, con un intermedio colgado hasta que retoma la energía con un cierre a cargo de una guitarra bien funky.
El disco concluye con “Héroes del bar” que abre con una base electrónico, ruiditos y luego un piano para un inicio baladístico que se mantiene hasta casi ¾ de canción cuando entra una guitarra y solea distorsionada.

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ORQUESTA DEL LIVING – “ORQUESTA DEL LIVING EP”

Integrantes de Todo Aparenta Normal, otros músicos y tres vocalistas el dieron forma a este proyecto, cuyo Larga Duración será editado en las próximas semanas, donde mezclan el gusto por la música de películas, arreglos de cuerdas, música balcánica, gitana, dejando de lado la distorsión del rock alternativo.
Los Todo Aparenta Normal, Alexis Koleff, Nicolás Alfieri y Juan Pablo Alfieri se hicieron cargo del bajo, de las guitarras y de la batería y se sumaron al pianista Juan Pablo Vitali y a Luca Albano Eugenio Barzán, junto a las cantantes Luz Vitali, An Espil y Jimena Iturri.
El primer tema de este EP, “Amanecer en el Cairo” es todo un soundtrack con cruza de elementos balcánicos, acordes graves y épicos con mucha esquizofrenia urbana en una canción que marca una disrupción con los sonidos de TAN. Mientras que Graciela Nakasone suma su voz en “Angelitos en la basura” arreglada con ruiditos de sintetizadores, suave con trazos de electrónica romántica hasta que los teclados y los arreglos de cuerdas la adornan con acordes de música japonesa que permitirían que la canción acompañe una versión posmo de Madame Butterfly o un anime nipón.
“Taken” esta cargada de electricidad y distorsión con voz masculina y los teclados presente junto a las cuerdas dándole un tono grave épico, con gritos de mujer dándole un toque de locura a la canción en el medio.
“Acá estaba Buenos Aires” tiene un bandoneón recupera las voces femeninas en formato bien tanguero pero con una base rockera, porque la idea es llegar desde el rock hacia otros géneros, deformarlos y conseguir la banda de sonido de “Al planeta sin el mundo”, una novela nunca escrita.
El EP se cierra con “Knowing all about Roswell (Sven Uvená)” sobre la pequeña ciudad estadounidense donde los ufólogos aseguran que aterrizo una nave extraterrestre y el clima va hacia un estilo más Nine Inch Nails, un rock industrial crudo, cantando en inglés, con las guitarras distorsionadas y un destacado trabajo de las cuerdas.

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PABLO KRANTZ & FRED RASPAIL – «CHANSOIN FRANCAISE & FRENCH FOLK»

El poeta y músico argentino Pablo Krantz se reunió con su amigo Fred Raspail, una especie de Johnny Cash francés, para componer, grabar y editar «Chansoin francaise & french folk», un disco a puro folk, canción francesa, blues campesino, country y un ritmo sensual acompañado por sus letras en francés.
Estos músicos se conocieron durante la última gira de Krantz por Europa y, según dijeron ellos, se generó una empatía tal que los llevó a armar este trabajo que reúne seis canciones de cada uno de los músicos editadas en Argentina por el sello Ultrapop.
A Krantz ya se lo conoce por sus seis placas anteriores, en las que también mezclaba el español y el francés en un formato de cantautor intimista que se expande, dentro del arte, en los siete libros editados en Argentina y Francia.
Raspail es conocido en su tierra natal como el «Johnny Cash francés», apodo que se entiende a la perfección al escuchar sus canciones, donde la guitarra sale con rabia y la voz se mece sobre esas melodías apoyadas en melancólicos acordes menores.
Lo particular es que todas las composiciones pertenecen a trabajos anteriores de los músicos, cuestión que se pasa por alto debido a que no se nota diferencias entre ambos estilos.
Si bien las guitarras son las que llevan la batuta, los dos solistas se apoyan en una banda que no teme en meterle una batería rockanrolera y un órgano que le da un aire orquestal y eclesiástico a esa versión francesa de «Corazón Valiente».
Este trabajo también trae un espíritu de rockabilly psicodélico, como en el quinto track, «Et c’est ainsi que tu t’en vas» o de garage tipo The Strokes, pero más intimista, como en «My Baby Left Me», lo cual arma una placa con identidad y personalidad propia.