COTI SOROKIN – “QUE ESPERAS”
Nuevo disco del cantautor argentino, que decidió edificar el álbum en Argentina junto a una banda local, con canciones en donde vuelve a mezclar el pop, el rock, ciertos aires tangueros y otros a rock americano.
El disco abre con la alegre “Días”, que exuda optimismo, con buenos arreglos que la convierten en una gema pop y la sigue el segundo single del disco “50 horas” o cuatro minutos para levantarse una chica y seducirla.
“Olvidarte” es una emotiva balada, con muy buenos arreglos de guitarras y corales, además de un gran estribillo. Con “Que esperas”, Coti le pone un tiempo más rápido al romanticismos, y otra vez van la frente los arreglos de la guitarra, además de una buena letra.
“Paris de tu mano” tiene airecitos a tango, con la voz al frente, un buen trabajo del bajo e interesantes punteos de la guitarra, además de acompañamiento de cuerdas, para un romance debajo de los puentes del Sena.
El primer single del disco es “Tu Gloria” y va bien al frente, con la banda rockeando, Coti recitando la letra con un estribillo en donde Sorokin, cargo contra alguien que “perdió su gloria, su voz y lo que tenia para decir”.
“Profundidad” es un medio tempo con airecitos funky desde la guitarra, que luego vira la pop y así nace una nuevo clásico de este orfebre de la canción rock argentina, que termina de manera épica, jugada.
En el mismo tono abre “Privilegio de los corazones rotos”, una balada romántica, bien rockera, con grandes arreglos de teclados, guitarras y como siempre un buen estribillo. “No dudes” abre acústica, con unos sombríos arreglos de cuerdas y a cada segundo va virando a una bonita balada, romántica, enamorada, con un rol notable de la guitarra que emociona con cada acorde. Es una canción muy bien estructurada, como todo el álbum, el séptimo en la carrera de este rosarino.
“No quise ver” y “LQS” son más rockeras, la banda va al frente, funciona como una maquina y le da a Coti la base de apoyo necesario para que despliegue su método para hornear y cocinar canciones.
https://www.youtube.com/watch?v=fI_kOFukjlI
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EMANERO – “TRES”
Tercer disco del joven rapero argentino, que a veces usando pases programadas y en otras una banda, descarga su rima caliente para letras con contenido social, algunos golpes para la movida del hip hop local y otras yerbas.
El álbum se grabo en los estudios Red Bull en Río de Janeiro, con la participación de invitados como Pirú Sáez de Foxley, el guitarrista Mateo Sujatovich, de Detonantes, las voces de Sol Liebeskind y Violeta Frenkel, además de Orión Xl y Agustín Heinberg.
El disco abre con “Cambios”, donde Emanero pide cambios en el mundo, cuidar el medio ambiente y critica a las religiones por la distancia que mantienen con las necesidades de la gente.
“Que la cuenten como quieren”• es una colaboración entre Emanero y los productores brasileños Skeeter Beats, en donde el vocalista se para en el centro del ring y devuelve las criticas recibidas de parte de la comunidad hip hopera local.
Pirú Sáez le pone un bello arreglo de voz en falsete a la balada en piano “Algo que no salve”, con buen acompañamiento de las voces femeninas, mientras que “Según pasan los años” es una declaración de vida en donde Emanero quiere llegar “a los 70 con la solidez del hierro”, mientras Sujatovich hace tronar su guitarra.
El rapero platense Orion XL lo acompaña en “Sombras a las 5” es más sombría, lenta y oprime el pecho, a la vez que “Cómo, dónde y quien” esta cargada de angustia adolescente que luego se dispara hacia la opresiva realidad.
Emanero tuvo fuerte repercusión con una canción sobre el bullying que fue elegida por el Consejo Publicitario Argentino para realizar una campaña y alertar sobre esa practica entere niños, púberes y adolescentes. Esa línea la sigue “Si no haces nada, sos parte”, donde el rapero demuestra la carga de pólvora que tiene su lengua y la velocidad de sus puños al rimar.
“Sr. Y Sra. Fama” es un alegato contra la búsqueda de fama a cualquier costo, contra los mediáticos que no temen exponer su vida como si se tratara de una vidriera, contra vedettongas y personajes que ensucian la tv, contra Bailandos y Patinandos. Y Emanero castiga y golpea sin piedad la frivolidad y la tilinguería que reina en la farándula.
Emanero toma una parte del discurso que Peter Finch pronuncio en el aclamado filme “Network-Poder que mata” de Sidney Lumet y se apoya en la base que le dan Pablo Guyot en guitarra, Leandro Aput en bajo y el Bolsa González en batería, para castigar a la clase política extranjera y local, a los modelos neoliberales y a las religiones que fomentan el racismo.
Este muy buen álbum se cierra con la hip hopera “Lo mejor de mi” donde a Emanero lo acompaña el ex Olímpica, Agustín Hindberg en guitarra y voces.
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ROMINA CERRI – «GIGANTESCAMENTE MICROSCOPICA”
Primer disco de esta ecléctica cantante del Oeste del conurbano bonaerense, que mezcla estilos como el vodevil, el cabaret francés, el jazz, algo de clásico, el pop y el rock, al estilo de Regina Spektor y Tori Amos.
El disco demuestra su variedad rítmica con la pianística”La noche más bonita que vi” que podría formar de la banda de sonido de un musical en teatro o cine. “Que me lleven presa” es una cortavenas acústica, bien caribeña.
El estilo de musical vuelve en “la piel” donde ya la acompaña una banda con guitarra, bajo y batería, y donde Cerri juega con su voz, actuando cada frase, dandole dramatismo y cierto calor.
“Noche azul” es enteramente acústica y la voz cautivante de Cerri desnuda, mientras que el aire caribeño y romántico vuelve con “En vano”, un cover de Poly Fernán, figura de la movida de la canción comercial argentina de los años 60.
El rock en banda aparece en “Instinto animal”, donde Cerri se viste de frontwoman de una banda eléctrica y distorsionada, y luego cambia de ropa a cantante estilo soulera, acompañada por otras voces femeninas y apenas un tecladito.
“Culpable de tus deseos” es más pop, con la banda detrás, y otra vez con Cerri jugando con los tonos de su voz, actuando la canción. “Endiablada”, “Nada más tonto que un ascensor” vuelven a exponer a Cerri y su decisión de acompañarse por un piano y cuerdas, para jugar en terrenos menos radiables, menos comerciales, pero que enriquecen el álbum, al igual que “Despíntame los labios”.
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RIEL – “EN VIAJE”
Segundo disco editado por el dúo formado por Mora Riel en guitarra y voz y Germán en batería, que con esa formación y un estilo minimalista recorre los caminos del rock más new wave, post-punk con muy buenos resultados.
El primer disco se edito en 2011, luego vinieron dos EP’s y ahora «En viaje», donde la banda muestra su crecimiento, una búsqueda sonoro mucho más power, sin momentos de calma, mezclando elementos de psicodelia, con guitarras distorsionadas y flashes furiosos.
El CD incluye canciones instrumentales como «El Misterioso», «Una de zombis», «Terraplén» donde aparecen partes de los estilos que Riel desarrolla y aquellas aguas donde se sienta más cómodo, pero también es allí donde destaca le da rienda suelta a su furia y enojo.
«Infinita conjugación» arranca como un blues-punk mínima y se va convirtiendo en una pieza sónica, con la voz bien la frente de More.
«Tren # 1» tiene un destacado trabajo de la guitarra, momentos de la voz que recuerda el tono de las voces femeninas del indie. Aunque la voz de More no tiene nada que ver con la de Karen O, vocalista de los Yeah Yeah Yeahs, las guitarras recuerdan a las de Nick Zinner, con finales cargados de acoples y distorsiones.
«Sinestesia» arranca bien new wave y la voz de More la va cubriendo de ensueño, aunque el riff recuerda a Television, hasta que todo se desmadra en velocidad y bronca bien canalizada. «Todos locos» es puro juego eléctrico y sónico a lo Sonic Youth, con un gran trabajo de Germán sosteniendo todo desde la batería, sin darle piedad.
«451» es puro castigo a la batería y la guitarra invitando a viajar por un subte descontrolado o enloquecido o subiendo y bajando por una montaña rusa de puro rock, como ese minuto y media de psicodelia pesada que hay al final.
El disco cierra con «En viaje», en la que More recita situaciones, luego de una descarga de acoples, golpes de guitarra, que tras el paso de la voz, va tomando la forma tradicional de una canción, hasta que nuevamente el espíritu de los Sonic Youth se apodera de todo, y el caos impera por más de 30 segundos, con Germán aporreando su batería.