Los grupos De la Rivera y Rusos HDP muestran una escena rockera rica y viva

Confirman que la escena under argentina esta muy despierta y ofrece discos y canciones de gran calidad. Los cordobeses lo hacen armando una exquisita fiesta funky en su nuevo disco «Family Game», mientras que los porteños entregan toda su locura y su frenesí punk y new wave. También, lo nuevo de «Falsa cubana» y de «Yira».

DE LA RIVERA – «FAMILY GAME»

Segundo disco de este trío cordobés que sacude al oyente y lo impulsa a bailar desde sus primeros acordes con su funky, bien bailable, con cierto dejos ochentosos, pero que los muestran como una de las propuestas mas creativas de este genero.
La banda esta integrada por Tomás y Lucas Rivera junto su primo Gastón Pérez Rivera a los que se suman Jorge Tacca en batería y Enrique Aiello en guitarra, entre otros.
Esta banda editada por el sello indie cordobés Discos del Bosque, decidió sacarle el gusto a su pasión por el funky blanco y bailable y lo hace de gran manera en un disco que se termino de mezcla en los estudios estadounidenses Electric Lady, con participaciones de Emmanuel Horvilleur, Rafa Arcaute y Nico Cotta.
Desde el primer momento la banda aporta frescura y desparpajo con la fiestera «Súbete a mi disco» que suena impecable, con un gran groove y muy pegadiza desde su estribillo.
Esa línea no cede ni un momento con «Actuar» que te lleva bien arriba, y no te da paz en la pista, al igual que «Aniversario» donde Emma Horvilleur aporta su voz en otra melodía bien negra que parece recordar a Kool and the Gang pasado por el tamiz de unos jóvenes cordobeses, a puro falsete con estilo.
«Fantasía» te mueve con una guitarrita bien funky, un groove saltarín y unos coros en falsete bien pegadizo, y explican porque los Illya Kuyriaki and The Valderramas, aman a los De la Rivera y los eligen siempre para que toquen con ellos, cada vez que van a Córdoba.
La mimosa y cadenciosa» Besala», abre aún más la paleta sonora de este grupo y seguramente haría que Gustavo Cerati los elogiara y eligiera como una de sus bandas locales preferidas.
«Clark Kent» suena más negra, se acerca más a Prince y alguna cosita del viejo INXS con el apoyo y la voz de Nico Cotta, otro argentino amante del buen funky, con mucha onda y buenos arreglos de teclados y guitarras sintetizadas.
«Satisfacción» es más electro-pop, bien ochentosa, a puro American Top-40. El disco sigue bien arriba y con mucha fe en la pista con canciones como «Cambio y Fuera», «No juego» y «Showtime».
= = = = = = = = = =
LOS RUSOS HDP – “LA RABIA QUE SENTIMOS ES EL AMOR QUE NOS QUITAN”

Primer álbum de este fenómeno de la escena under porteño, de la cual se tejen mil habladurías y se comentan maravillas, que mezclan noise, shoegaze, pop a lo Beach Boys, melodías frenéticas y psicóticas, con mucho estilo.
Esta banda que ya toco en el Vive Latino y se fue de gira a Europa, esta compuesto por Flor Mazzone en batería y coros, Julián Desbats en guitarra y voz, Luludot Viento en voz, teclados y guitarra y Santi Mazzanti en bajo, y para grabar el álbum se pusieron en manos de la guitarrista Lucy Patane, integrante de la Cosa Mostra, las Taradas y la banda de Diego Frenkel.
El disco abre con mucha energía post-punk, algo de noise y con los gritos de Luludot Viento, mientras las guitarras retiran su colchón sonoro para dejar a una base bien machacante y furiosa.
La canción respira pura violencia y psicosis urbana, de una persona harta de la rutina, de ir a trabajar, “cansada de morirse de lunes a viernes, de trabajar para que a otro le vaya bien y a mi mal”.
“Halloween” es un hitazo con su tecladito pegajoso y sus coqueteos con el Blondie inicial, a pura frescura, desparpajo y fiesta descontrolada adolescente hasta su final. En “La Federal” la voz la pone Julián Desbats, que le da forma al frenesí alternativo que expresa la banda, con los riffs cubiertos por teclados.
“Indiana” es más dark, melancólica y recuerda un romántico y orgiástico viaje a Paraná, para disfrutar del paisaje, de forma hedonista, mientras que “Fan” arranca con unos lamentos de Luludot hasta que la batería entra de lleno ocupa el centro de la escena, el resto de los instrumentos acompaña en una base bien new wave, y la rubia de los Rusos HDP enseña como debe amar una fanática a su rockstar: “tu pecho sangriento, yo quiero lamer, quiero tocarte y coleccionarte”. De manera mucho más sana que la propuso Mark David Chapman, hasta que a los gritos y la furia distorsionada se llevan la canción entre acoples y delirio.
“Cráneo” es un delirio sonoro con la batería sonando como un tambor de combate, la voz de Luludot es pura psicosis, mientras que la guitarra metes unos acordes filosos como serruchos a los Weezer.
“Bien bien bien” se mueve alrededor de un riff chirriante por un par de estrofas, hasta que la furia lleva de la mano de algo que parece un estribillo, logrando el objetivo de incomodar e invitar al pogo, porque el rock no se escucha sentado.
“Los pibe” es puro punk furioso, gritón, de apenas 1’33’’. El cierre de este destacado debut es con “Hambre” que tiene unos acordes sombríos, Luludot juega con un tono a lo Nina Hagen, en una pieza más dark, más oscura.

= = = = = = = = =
FALSA CUBANA – “BAJO LOS HUESOS”/

La banda de orígenes patagónicos Falsa Cubana irrumpe en el circuito musical con su último registro discográfico, «Bajo los huesos», compuesto por un puñado de canciones de autoría propia y sonido contundente, que presentará el próximo jueves 30 en La Trastienda.
A lo largo de las doce canciones que integran su cuarto álbum de estudio, los músicos acuden al rock pero no en su definición más tradicional sino a un rock alegre que condimentan con ska, reggae y cumbia.
«Bajo los huesos» se templa con una sección de vientos que conforman Juan Fantaguzzi y Mariano «Bomba» Luraschi y que, en algunas canciones, suma la participación de Juan Cruz urbano y Juan Canosa.
Así es el caso de canciones como «Nirvana mañanero», que parece engañar con un comienzo bastante rockero pero que a los 20 segundos deviene en esa fusión colorida y festejada de todos los géneros musicales antes mencionados, «10 vidas de caravana» y «Redoblado».
En cambio, entre el ska y el rock juegan canciones como «Al paso», que cuenta con la participación de Melisa Iralde en teclados, «Two pala» y «No tenés moral».
Dos canciones rompen -en cierto punto- con el esquema general del disco: «La rompiente», un sonido profundo, bien logrado y definido, que es adornado por el violín de Matías Coban y el contrabajo de Nicolás Acosta, y la íntima «Cañadon».
Entre los reggaes de Iván Petrunic (voz), Denis Davies (bajo), Rodrigo Paz (guitarras), Juan Sampini (batería) y Gerardo Utz (percusión) como «Cosmología» y «Humedal», el rock con un sonido más directo tiene un lugar en «Muerte en tus alas».
«Bajo los huesos» fue editado a fines de 2014 bajo la producción de Gaspar Benegas, guitarrista de Los fundamentalistas del aire acondicionado, banda que acompaña al Indio Solari, y grabado en Del Parral Estudio.

= = = = = = = = =
YIRA – “SANTOS IMPOSTORES”

Tercer disco de este combo que comenzó cultivando el tango, al que ahora ha decidido rociar de una importante cantidad de rock y música electrónica, sin perder sus aires arrabaleros, canyengues, mugre porteña y la suciedad urbana de una gran metrópoli como Buenos Aires.
Yira esta formado por Lito Castro en los teclados y coros; Mariano Rucci en bajo y voz; Santiago Lozano en guitarra y coros; Claudio Salas como baterista; Matías Morande en viola y coros y Tina Haus en voz y acordeón.
Su decisión de rockerizar el tango la muestran desde el inicio en “Asuntos Internos”, donde el bandoneón, el piano y la guitarra eléctrica marcan la melodía y un riff, mientras la voz de Haus resulta una muy buena compañía para el tono de Rucci.
“Sé lo que no” lo muestra a Rucci como un retratista urbano nocturno, mientras las cuerdas, el piano y la guitarra eléctrica le dan marco durante 4 minutos para que desgrane su cantinela, mientras que “Viejo Curdela” lleva más aires tangueros con un gran trabajo del bandoneón de Federico Vázquez.
“Santo Impostor” tiene una apertura ricotera conducida por Vázquez en su bandoneón y las cuerdas de Marco Press, sumados a la guitarra eléctrica de Amílcar Vázquez, mientras la nocturnidad barrial de las letras de Rucci va cayendo casi como una advertencia.
“El gauchito” abre como una vieja milonga con la acústica la frente, mientras Rucci recita como un Lou Reed de Boedo, a puro lunfardo, sobre las bendiciones de creer en el Gauchito Gil, mientras el grupo le mete compases más sombríos y cargados instrumentalmente.
“Palabras” es una milonga con piano al frente en la Rucci va desnudando todo lo que construye y destruyen las palabras y los discursos, con una interesante aporte vocal de Tina Haus.
Haus y Rucci juegan a dos voces en el clásico “Tu eres mi destino” de Paul Anka donde las maquinas, sintetizadores y programaciones tiene una mayor participación, además de deformar el audio de unos arreglos de violín y cello, junto a las guitarras.
“Adiós” tiene un arranque acústico, bien guitarrero y Rucci pone su voz más tanguera, se le suma el piano y el bandoneón y la batería, con ausencia de maquinas en los primeros compases, aunque luego bajo y batería llevan un ritmo más cercano al rock y el cello y el violín le meten unos arreglos bien épicos, combativos.