Mimí Maura editó un nuevo álbum con su banda japonesa

La dupla conformada por Mimí Acevedo y el Cadillac Sergio Rotman lanzó su nuevo CD «Kiseki» grabado en Japón con acompañantes de ese país y, nuevamente, ofrece un interesante mapa musical del Caribe. Mientras, los cordobeses de Rayos Laser confirman las expectativas con su segundo disco «Villa Nueva». También, la psicodelia de In Corp Sanctis y el tercer trabajo discográfico de Boas Teitas.

MIMI MAURA – «KISEKI»

La dupla formada por Midnerely Acevedo y Sergio Rotman edita este disco grabado en Japón con la banda local que los acompaña en sus giras por el Imperio del Sol Naciente, que incluye canciones nuevas, clásicos y hasta covers de MIke Acevedo, papá de Mimí.
Mimi y Sergio suelen girar desde hace un par de años junto a los músicos japoneses Michihisa Ishikawa en saxo, Makoto Wada en guitarra y tres, Tetsundo Kogayu en bajo, Yuta Kayanuma en batería y percusión, Kohei Uchida en violin y Hitoshi ‘fussy’ Fushimi en trombón.
El disco abre con el hermoso reggae «Esa noche tu vida cambio», con una cadencia preciosa, una letra bien cortavenas, y un gran trabajo de los saxos y las cuerdas. Los japoneses se inspiraron en «Oye como va» de Santana para el skacito medio salsero «Mi ciudad» a la que Mimí le puso una hermosa letra, contando la vida de San Juan de Puerto Rico, de guapos con sevillanas, nocturna, de borracheras a puro ron en un cabarets oscuros. Las cuerdas meten un gran arreglo y la canción se gana el merito de ser incluida como banda de sonido del filme «Días de Ron» basado en el libro del gonzo Hunter Thompson.
La banda se convierte en un Orquesta de jazz latino para hacer una versión del clásico de «Sinner Man» popularizado por NIna Simone, en el que Mimí le pone su fraseo reggae y los orientales muestran una excelente groove y onda para tocar la música de Jamaica en esta, una de las joyas del disco, donde destaca el trabajo de los bronces.
Un formato más alegre y m{as cubierto de arreglos de los bronces tiene la versión del clásico «The Night», donde otra vez Mimí muestra la madurez alcanzada por su voz y transmite mucha pasión, y otra vez la banda destaca por los novedosos arreglos de cuerdas.
«Al borde del tiempo» abre con el violín navegando sobre una base bien reggae con Mimí poniéndole pasión a una canción compuesta por el baterista de los Cadillacs Fernando Ricciardi. Los Mimí Maura decidieron usar el violín en un estilo similar al que se lo usa folk el country o en e folclore norteño latinoamericano y acompaña la melodía en muchas ocasiones.
«Mírame mal si quieres» es una canción compuesta por el padre de Mimí, el cronner portorriqueño MIke Acevedo. Acá toma forma de reggae abolerado, con un gran trabajo de la guitarra, además de un rol bien de mujer orquesta de la vocalista.
«Melody for Sylvia» esta compuesta por los japoneses y Maura y Rotman, y es un reggae con cierto aire dub, más pizcas de calypso, con parte de la letra en inglés y otras estrofas en castellano. Los arreglos de saxo y cuerdas le dan una cadencia dulce, mimosa, bien nocturna. Aunque Mimí se desgarra y le ponga mucho romanticismo.
El cierre de este muy buen disco es con la versión dub de «Esa noche tu vida cambio» mezclada por Dr Pablo, del Sindicato del dub. Los Mimi Maura estarán presentando “Kiseki” los sábados 11, 18 y 25 de julio en Niceto Club.

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RAYOS LÁSER – «VILLA NUEVA»

La ascendente banda cordobesa Rayos Láser reaparece en las bateas con «Villa Nueva», segundo registro discográfico de estudio que fusiona entre doce canciones de autoría propia al pop con sonidos más electrónicas pero sin perder un espíritu orgánico.
Este nuevo trabajo fue íntegramente producido por el trío oriundo de Villa María: César Seppey y Gustavo Rodríguez en guitarras y el vocalista y bajista Tomás Ferrero, y contó con la participación de Juan Sassatelli en batería acústica.
El sucesor del álbum debut homónimo, lanzado en 2011, «Villa Nueva» presenta un conjunto de canciones entre las que se destaca «Un acto mágico», donde las letras de amor y la suavidad de los coros y la voz principal se combinan con los arreglos de cuerda de uno de los invitados del álbum, Ariel Rodríguez.
En el bailable tecno-pop «Llámame», Ferrero canta «aunque siempre estamos cerca/porque tenemos un corazón/el mensaje hoy no llega», mientras implora en una suerte de coro cadencioso que esa persona especial lo llame, y sobre el mismo lineamiento musical se alza la pegadiza «Jugar con fuego».
En tanto «Aeronauta», que cuenta con la colaboración de Martín Rodríguez en coros, el trío apela a un mayor uso de artificios tecnológicos y sonoros que combina para crear una sensación que va más allá de la arquitectura del mundo real.
En «Canción del futuro» los integrantes de Rayos Láser también prefieren mixturar los instrumentos musicales tradicionales con estas nuevas formas de crear sonidos, y junto al arpegiador Federico Lattanzi y los agudos de Ferrero afirman que «la equivocación/llena de ansiedad/desintegra la memoria».
“Monitor” muestra la faceta más rockera de los oriundos de Villa María, que se ponen muy románticos en “Fascinación”, al igual que en “Piel Dorada”. Conformando un muy buen segundo álbum y alzando las expectativas con respecto a los Rayos Laser.

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IN CORP SANCTIS – “EL MAGISTRADO”/

La psicodelia nacional sigue sumando representantes como estos cuatro músicos los In Corp Sanctis que se suman a grupos como La Patrulla Espacial y la Perla Irregular, aunque en este caso prefieren mezclar los delirios lisérgicos con el blues y el rock, valvular, olor a madera de los viejos equipos y mucha densidad.
Para evitar cualquier apariencia comercial, los In Corp Sanctis abren el disco con dos instrumentales bien ruteros “Deus ex Machina” y “Yelmo de hierro” que pueden ser de buena compañía en esas islas cubiertas de vegetación del Delta del Tigre, como también en la Ruta del Desierto en la Patagonia y en una recorrida por el Norte.
El grupo esta formado por Agustín Fadel en batería y teclados, Jerónimo Alderete en guitarra y voz, Alejandro Zambrano en bajo y voz y Santos Ventura en piano, guitarra y voz.
En “Deus ex Machina” destacan el poderoso y magnético groove de la base y todos los juegos y ruiditos de los sintetizadores, teclados, farfisas y otras yerbas. Mientras que en “Yelmo de Hierro”, la guitarra da un paso al frente y se reparte el volante de la canción con los teclados, con pasajes espaciales.
“Marionetas” abre bien blusera con slide y es la primera canción cantada, con la base marcando un groove saltarín, mientras las guitarras arman un clima que recuerda a los momentos en que los Stones Roses mezclaban la psicodelia con el éxtasis bailable en Manchester allá hace tiempo. Aunque hacia el final la banda la saco de un largo clima psicodélica y la despide con acordes bluseros.
“León mexicano” abre con el formato más tradicional de canción, las voces procesadas como si se escucharan a través de megáfonos, la canción cae en climas más lentos y luego se interrumpe para tomar un clima menos procesado, sin tantos colchones de teclados, bien un final bien rockero, de zapada casi enloquecida.
“Quasar”, tal como su nombre lo indica, nos lleva a un viaje especial y enseña a usar el espacio para viajes lisérgicos, interesantes y no bodrios aburridos como proponía el rock sinfónico, con sus ridículas metáforas especiales.
“La intimidad del placer” es más cachonda, un blues especial juguetón, sensual, con arreglos de armónicas y una destacada labor del bajo. “Prima Nocte” es más nocturna, se mezclan varias guitarras y abre casi fogonera, bien blusera, con sonidos que te llevan a campos de algodón, que en la Argentina casi nunca existieron, para luego tomar una forma más tradicional y urbana.

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BOAS TEITAS – «DECIR TODO DE NUEVO»

Un hombre trajeado grita «Decir todo de nuevo» sobre un fondo naranja; este concepto de arte minimalista es el que se extiende lo largo de las canciones que integran este tercer trabajo discográfico de Boas Teitas.
El grupo se forma en 1997 de manera ocasional en Ushuaia pero con integrantes oriundos de Buenos Aires y Tierra del Fuego; fue luego de varios años de viajes y desencantos que se reunieron en 2003 Buenos Aires y surgió el primer EP, «Valga la Redundancia».
Actualmente conformada por Martín «Locar» Locarnini (voces y guitarra), Ema (batería y coros), Gaby Ferrando (guitarra) y Diego Álvarez (bajo), Boas Teitas registra dos discos de estudio previos, «Bôas Teitas Presenta: El álbum», editado 2006, y «Una canción sin principio ni fin», lanzado 2010.
El cuarteto se inclinó en sus inicios por el punk playero, con fuertes influencias de Beach Boys y The Ramones, y si bien «Decir todo de nuevo» no marca un abrupto quiebre con los discos anteriores, deja percibir una maduración en la producción de las canciones.
Si bien la génesis común de las creaciones de esta banda de punk melódico -que logró consolidarse en 2003- siempre tuvo el formato de canción, a través de los años aplicaron la «lógica de dejar lo mínimo indispensable pero sin exagerar».
Así se presentan las diez canciones que componen este nuevo disco anaranjado que cuenta con las colaboraciones de músicos como Claudio Zárate, Martín Bosa, Hernán Agrasar, Nacho Echenique, Mariano Romano y un cuarteto de cuerdas compuesto por Julián Gándara, Laura Hackstein, Herman Ringer y Mariano Malamud.
El primer tema del disco, «Decir todo de nuevo», al igual que «Desmoronar» y «Desilusión» atraviesan, subidos al punk pop, los deseos y desencuentros.
En la misma línea, los acordes luminosos de «Lo cotidiano» que acompañan el estribillo que se propaga y se contagia a lo largo de la canción: «Están tejiendo algo los dos/Van recordándose que nada es tan extremo/Lo cotidiano y lo común», marcan con el tempo firme la balada punk que también caracteriza a «Hablar y hablar» y a «Nos vamos a encontrar».
Con algo más rockero que asoma en los temas «Daños y perjuicios», «Teenage» y «Canción del fin» y el aire más eléctrico que sobrevuela «Lo mismo de ayer», se completan los diez temas que integran la nueva entrega de Boas Teitas.