Los best sellers que deja el verano

La dulce revancha de la literatura. El final de las vacaciones, tiempo ideal para leer, produjo una sorpresa en el mercado: la buena ficción le ganó en las ventas a los libros políticos y al género de autoayuda ,

Décadas atrás, en la Argentina un libro se convertía en best seller cuando, en pocas semanas, se vendían más de 50.000 ejemplares.

Esa cifra se apoyaba en un mercado editorial pujante, con un gran público lector y lanzamientos más generosos que los actuales, que pocas veces superan los dos mil ejemplares en una primera edición. Hoy, la tirada promedio ronda los 2500 y un libro es considerado best seller cuando vende más de 15.000. En los mercados del hemisferio norte, ese estatus se alcanza cuando cruza la barrera de los cien mil ejemplares.

«Un best seller no tiene que ver con la calidad sino con las unidades vendidas -dice Diana Segovia, gerenta de la Cámara Argentina del Libro-. Pueden estar firmados por youtubers o por premios Nobel. Son los libros de venta masiva». Esta temporada de verano que ya empieza a despedirse, varias obras literarias volvieron a ser best sellers. Quizá para descansar de los embates de la coyuntura social y política, sobre la que se prodigan detalles en todos los soportes disponibles, los lectores prefirieron volver a los placeres de la literatura.

Nada mejor que un buen thriller

Desde su lanzamiento en noviembre pasado, La voz ausente (Emecé), nueva novela de Gabriel Rolón, encabeza la lista de los libros más vendidos de ficción en la Argentina. Fue el título más solicitado durante el verano argentino y ya agotó cuatro ediciones en menos de tres meses. Rolón, que conoció las mieles del éxito editorial con sus libros de ensayo, como Historias de diván y Palabras cruzadas, publicó su primera novela en 2010. Aunque La voz ausente se puede leer independientemente de Los padecientes, el autor vuelve a situar a Pablo Rouviot, el psicoanalista investigador, en el centro de la trama. Su viejo aliado, el subcomisario Bermúdez, ayudará a Rouviot a dilucidar el misterio en torno al presunto intento de suicidio de un psicólogo en el barrio de Caballito. Los padecientes fue llevada al cine en 2017 por Nicolás Tuozzo.

Los crímenes de Aliciala nueva novela de enigma de Guillermo Martínez, que obtuvo el 75° Premio Nadal, tuvo en España una primera tirada de 20.000 ejemplares. En ese país, el libro ya va por la cuarta edición. En la Argentina, la nueva historia ambientada en Oxford alcanzó los primeros puestos una semana después de su lanzamiento. «Lo tomo como un golpe de fortuna -dice Martínez a LA NACION-. Viví las dos situaciones, con libros que se vendieron mucho y otros que no. Depende de los demás; no es una condición de escritor ni algo que se pueda buscar. Tener cierta cantidad de lectores es algo que desea cualquier escritor».

Hasta hoy, el primer libro de la serie de los crímenes de Oxford,Crímenes imperceptibles, de 2003, vendió más de 500.000 ejemplares. Quince años después, Los crímenes de Alicia inicia su carrera. «Es más importante ser un long seller que un best seller», aventura el autor argentino, que estará presente en el Festival de la Palabra, en la ciudad de Córdoba, el próximo 22. Martínez trabaja actualmente en una novela inspirada en los relatos de intrigas literarias de Henry James. Justamente, la protagonizarán un escritor con talento que vende pocos ejemplares y una escritora exitosa que no tiene en su haber ningún «fracaso honorable».

Para completar la trilogía iniciada con Crímenes imperceptibles y que continúa Los crímenes de Alicia, Martínez revela que se tomará unos años. «Quisiera volver a los personajes cuando ellos y yo tengamos unos años más», dice. La primera novela de la serie fue llevada al cine por Álex de la Iglesia en 2008, con el título de Los crímenes de Oxford.

La vejez, clave del éxito editorial más inesperado

Sin duda, la sorpresa editorial del verano de 2019 fue Prohibido morir aquí (La Bestia Equilátera), comedia dramática que la escritora inglesa Elizabeth Taylor publicó en 1971. La novela, protagonizada por la anciana Laura Palfrey y Ludo, un joven lazarillo londinense, lleva cuatro ediciones agotadas y casi 15.000 ejemplares vendidos. La Bestia Equilátera (LBE) es una pequeña editorial independiente con un increíble catálogo que incluye a autores como Julian Maclaren-Ross,James DickeyKurt Vonnegut y Alfred Hayes.

«Quien primero nos habló del libro fue la escritora María Martoccia-cuenta Diego D’Onofrio, uno de los editores de LBE-. Ya habíamos publicado Memento mori, de Muriel Spark. Luego de leer Prohibido morir aquí en inglés, María comparó la maestría de Elizabeth Taylor con la de Spark, a quien adoramos en la editorial. Nos pusimos a leer otras novelas de la autora y descubrimos que Prohibido morir aquí era la mejor. Luego, Ernesto Montequin entregó una traducción verdaderamente majestuosa». En 2005, el director Dan Ireland dio a conocer el film basado en la novela de Taylor, Mrs. Palfrey at the Claremont.

La novela de Taylor cosechó elogios de críticos y lectores, que compartieron su entusiasmo por redes sociales. «No esperábamos este éxito porque la vejez no es uno de los temas que está de moda -agrega D’Onofrio-. Sin embargo, Prohibido morir aquí reúne algunas virtudes que son difíciles de encontrar todas juntas en un mismo libro: es una novela extraordinaria desde un punto de vista narrativo, toca temas de gran interés como la vejez, la soledad, la amistad, y retrata pequeños dramas de la vida cotidiana con un milagroso sentido de la ironía». Los editores piensan publicar otros títulos de la autora inglesa fallecida en 1975. El primero en la lista, aún sin título en español, es A Wreath of Roses, de 1949.

Otro autor extranjero que levantó temperatura en las librerías locales fue Michel Houellebecq. Serotonina (Anagrama), su nueva novela, picó en punta en las listas de best sellers. Después de su visita a Buenos Aires en 2016, el autor de Plataforma desbordó el habitual público lector de sus ficciones literarias, en las que la política, la libido y la violencia adquieren formas imprevisibles.

«Es más de lo que esperábamos -revela el editor Fernando Fagnani-. Se está vendiendo incluso más que Sumisión, que se publicó en un momento muy delicado, poco después del atentado a la revista satíricaCharlie Hebdo. Y esa era una novela que giraba en torno al extremismo islámico. Serotonina tiene una venta alta desde que salió. No decayó nunca. Lleva dos meses en la lista de best sellers, algo notable para un autor literario. A estas alturas, para nosotros es claro que se sigue vendiendo por la recomendación de los libreros y los lectores. Es lo que suele pasar cuando una novela es buena». Realizada en España, la traducción de la novela recibió críticas entre lectores argentinos.

Rock & literatura

El último en llegar a la lista de los best sellers del verano en la Argentina no es una ficción sino un libro de memorias de unos de los iconos del rock nacional. No obstante, un novelista interviene en esa obra. «El 7 de diciembre de 2014 era domingo -narra Marcelo Figueras en una crónica sobre el proceso de creación del libro en cuestión-. Me acuerdo porque desperté tarde, manoteé la mesa de luz para recuperar el celular y descubrí que había llegado un mail que terminó de abrir mis ojos. Era del por entonces mánager del Indio Solari, Julio Sáez. Un mensaje breve, decía textualmente: ‘Quiero que sepas que sería del agrado de Indio que vos seas la persona que ayude en su momento a escribir sus memorias’». Con ayuda del autor de El rey de los espinos yEl negro corazón del crimen nació, entonces, Recuerdos que mienten un poco (Sudamericana), las memorias del Indio Solari. El proustiano título del libro, como bien saben los fans del arte de Solari, proviene de una canción de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota.

Figueras se reunió con el creador de El perfume de la tempestad El ruiseñor, el amor y la muerte a lo largo de dos años, para conversar con él en vista a la publicación del libro. La tirada inicial de Recuerdos que mienten un poco fue de doce mil ejemplares a inicios de este mes. Apenas los ejemplares llegaron a las librerías, fue tan arrolladora la respuesta del público que ese mismo día se dispuso una reimpresión de quince mil ejemplares más. Una semana después, ya se está evaluando una tercera tirada.

Fuente: Daniel Gigena, La Nación.