Elton John y Bernie Taupin hablan de ‘Rocketman’ y la magia de componer

Elton John no es alguien nostálgico, tampoco lo es su socio de composición desde hace más de cincuenta años, Bernie Taupin, quien provee las letras que inspiran las melodías de Elton John. “Creo que una clave que nos ha impulsado es que nunca miramos hacia atrás”, dijo Taupin.

Sin embargo, ahora el mundo atestigua su historia compartida gracias a Rocketman, la películade fantasía musical que repasa la transformación de Elton John del prodigio del piano Reginald Dwight al hombre espectáculo con varios éxitos mundiales (interpretado por Taron Egerton). Conoció a Taupin (interpretado por Jamie Bell) en un golpe de suerte después de que ambos contestaron a un anuncio de una revista de música británica.

La película, dirigida por Dexter Fletcher y coproducida por David Furnish, el esposo de Elton John, no esconde las verdades sobre el ascenso de John, con traumas infantiles y las adicciones subsecuentes. “Nunca he sido una persona de medias tintas y, como pueden ver, eso me ha metido en muchos problemas”, dijo el cantautor (quien está sobrio desde 1990).

El retrato de su vida como un hombre gay ha resultado en la censura del filme en Rusia y en Samoa, algo que tiene desencantado a Elton John. “No quería que quedara fuera ninguna de las escenas de sexo porque es importante, por eso buscamos siempre la clasificación más adulta. No es Bohemian Rhapsody“, indicó, en referencia al filme del año pasado que no retrató prácticamente ningún aspecto de la sexualidad de Freddie Mercury. “Mi vida no es PG, de clasificación familiar”, dijo Elton.

A sus 72 años, John sigue estando muy involucrado en hacer arte; está en medio de su gira de despedida de los escenarios mientras ha estado componiendo para películas y teatro (canciones adicionales a las que ya había hecho para El rey león ahora que hay una nueva versión y un musical de El diablo viste a la moda). Divide su tiempo entre varios hogares que tiene con Furnish y los hijos de la pareja, de 8 y 6 años.

En entrevistas telefónicas separadas —Taupin, de 69 años, desde su hogar en California, y John durante un descanso de su gira en Copenhague—, los socios discutieron cómo fue llevar sus vidas al cine. A continuación, fragmentos de las conversaciones.

¿Fue difícil ver la película?

ELTON JOHN La primera vez que la vi fue en enero o febrero, una versión muy en bruto, y fue cuando más me pegó emocionalmente porque la verdad no sabía qué esperar. Definitivamente tuvo un gran impacto en mí, especialmente las cuestiones de la familia y lo de Bernie. Me alegra y me entristece. Creo que el filme termina siendo sobre la redención y cómo cualquiera puede obtenerla si lo intenta.

¿Cuándo te enteraste primero del proyecto?

BERNIE TAUPIN Creo que hay que regresarnos por lo menos unos cinco años, pero ni el tiempo ni el espacio son mis amigos, entonces es difícil dar una cifra certera. Me enviaron un primer borrador del guion y, para ser honesto, no me gustó nada. Había palabras malsonantes que no me gustan; nunca he sido alguien que diga groserías. Fueron muy receptivos a mis sugerencias y quería que mi personaje estuviera tan vinculado a la realidad como fuera posible. Estaba un poco incómodo primero con el orden de las canciones [no aparecen de manera cronológica]. No estaba 100 por ciento seguro de qué estaban haciendo realmente; mencionaban mucho la palabra “fantasía”.

Entonces, ¿cuándo estuviste de acuerdo con la visión que tenían?

TAUPIN Cuando vi el producto acabado.

Jamie Bell (izquierda) y Taron Egerton hacen, respectivamente, de Bernie Taupin y Elton John en “Rocketman”. CreditDavid Appleby/Paramount Pictures

Elton, pasaste la primera parte de tu carrera escondiendo parte de tu identidad y tus demonios. ¿Fue catártico dramatizarlo así?

ELTON JOHN Claro. Muchas veces es difícil ver por lo que pasaste y lo que te hiciste a ti mismo, aunque a mí me pareció catártico. Siempre he intentado ser tan honesto como se pueda… desde que estoy sobrio. Creo que no hay por qué presentar algo como más bonito de lo que fue: así pasó, así me comporté y esta es la triste y verdadera historia de alguien que quería lidiar con su pasado al mismo tiempo que estaba haciéndose muy famoso. En el escenario me sentía como en casa y fuera de él, no.

John Reid (interpretado por Richard Madden), el primer representante de Elton John y su exnovio, es presentado como un manipulador muy discreto. Bernie, ¿tú confiabas en él en los inicios?

TAUPIN Tenía razones para no hacerlo. John era muy lisonjero. No me caía mal —nunca fui particularmente cercano a él—, pero con los años sí adquirí una repulsión respecto a cómo se comportaba con la gente. Era como el opuesto de lo que creía que Elton necesitaba. Al principio puede que haya hecho algunas cosas a favor de Elton. Luego el diablo se queda sobre tu hombro y te susurra: “Puedes tener más si lo quieres”, y creo que eso es lo que sucedió. Cuando tu mánayer está viviendo con más desenfreno que tú y como si fuera duque, pues algo huele a podrido en Dinamarca. [En 1998, John demandó a Reid tras acusarlo de robarle millones de dólares; Reid le terminó pagando millones de libras esterlinas a John como parte de un acuerdo fuera de tribunales].

¿John Reid ya vio la película?

ELTON JOHN No creo que John la haya visto, no sabría decir qué pensó de ella. La película no atenúa las verdades, pero creo que así fue como terminó nuestra relación.

¿Dónde tienes ahora los grandes vestuarios, como los que salen en el filme?

ELTON JOHN Están en un almacén en Londres. Algunos se los di a museos o los vendí, pero la mayoría siguen en almacenamiento, hasta el que usé del Pato Donald [en una actuación de 1980], como parte de un archivo.

¿Visitas ese almacén?

ELTON JOHN Definitivamente no [risas]. No se me ocurre nada que querría hacer menos… Dios, no.

Es muy extraño, porque casi nunca repaso mi vida y claro que tuve que hacerlo al ver esta película. La veo y pienso: “Dios mío, qué vida tuve en esos veinte años ¡y tan solo pasaron veinte años!”. Qué enorme diversión; estuvo tan cerca de ser un desastre total. Y ya no tengo que hacer nada de eso, ya no tengo por qué vivir así. Lo sobreviví.

¿Creen que se puede ser un gran artista sin pasar, o superar, un trauma inicial?

TAUPIN Tendría que haberlo vivido para poder responder. Los dos tuvimos traumas enormes en nuestra vida, si somos francos. No se me ocurre ningún gran artista que nunca haya pasado por algo así. Yo tuve mis propias adicciones; nunca fui como el príncipe perfecto del cuento. Desafortunadamente, muchos de nosotros no lo superamos. Elton, sin duda, tuvo una suerte extraordinaria de poder cortar con eso en el momento necesario.

ELTON JOHN Mi carrera despegó con gran rapidez, de 1973 hacia adelante; grababa dos álbumes al año, con varios sencillos y versiones alternas, estaba de gira, estaba en la radio. Me la pasaba como fumado, pero no por las drogas: estaba en lo alto por la adrenalina y llega cierto punto en el que hay que caer, lo que puede ser muy atropellado. Desafortunadamente, las drogas me tumbaron a ese punto. No se sabía que dos días antes del estadio de los Dodgers [en conciertos de entradas agotadas en 1975], me estaban haciendo un lavado de estómago.

Elton John en el estadio de los Dodgers en 1975, un evento que aparece en la películaCreditChris Walter/WireImage vía Getty Images

¿Cómo te las arreglabas para seguir saliendo al escenario, metiéndote al estudio y cumpliendo con tantos momentos creativos durante ese periodo de adicciones?

ELTON JOHN Es lo que me mantuvo vivo. Durante los peores momentos me mantenía muy ocupado. No me escondía para ir a meterme drogas, como lo hace mucha gente que desaparece por dos, tres años. Se podría decir que, de cierto modo, la música me salvó: la parte más increíble de mi infancia, que fue dificilísima, fue la música. Y luego durante las partes muy difíciles de la fama, la música me salvó porque seguía trabajando en ella y seguía haciendo álbumes. Si no hubiera estado en eso, no estaría aquí para hablar contigo en este momento.

Bernie, ¿pensaste que Elton iba a durar sobrio cuando entró a rehabilitación en 1990?

TAUPIN La verdad es que sí, porque lo que pasa con Elton es que es todo o nada, siempre. Cuando se establece una meta nada lo frena. Esa escena de la película en la que lo visité [en la rehabilitación] y estaba trapeando el piso…. recuerdo lo mucho que disfrutaba estar lavando su propia ropa y trapeando o limpiando los sanitarios. Ya que quedó en esa situación se comprometió al 100 por ciento, lo acogió por completo. Eso demuestra su carácter.

Elton John y Taupin en el estreno de «Rocketman» en Cannes, este mayoCreditStephane Cardinale/Corbis vía Getty Images

¿Qué comentarios les hicieron a los cineastas sobre la relación Elton-Bernie para que la capturaran correctamente?

TAUPIN Jamie Bell vino a visitarme desde Los Ángeles y tuvimos una cena muy larga, una tarde amistosa y muy acogedora. Había leído un libro que escribí sobre mi infancia. Creo que realmente quería averiguar cómo funciona mi cabeza. Ya que empezaron a grabar me mandaba mensajes con preguntas. Alguna vez me preguntó si yo tenía apodos privados para Elton o si lo seguía llamándolo Reg después de que se cambió el nombre. No soy alguien que aparece mucho en público entonces Jaime con eso pudo entender más mi personalidad.

ELTON JOHN Creo que la interpretación es muy fiel. [Después del éxito] vivimos muchas cosas por separado y creo que gracias a eso nos hemos mantenido juntos. Porque él era como un vaquero muy al estilo Marlon Brando y yo era el tipo al que le encantaba coleccionar chucherías de porcelana. Lo que realmente me conmovió de la película… Dios mío, lo adoro a él y qué historia, qué ridícula serendipia. De todos los sobres [con trabajos de letristas] que iba a llegar a abrir, me tocó el suyo. Es rarísimo y maravilloso y la manera en la que componemos juntos también es extraña. No tengo una melodía: él me inspira. Y nunca quiero tener que cambiar eso. Entonces realmente es un regalo, de Dios o de quien quieran.

TAUPIN No necesito poder explicar por qué funciona: no lo cuestionamos, solo seguimos haciéndolo.

Fuente: The New York Times