Las cartas de amor que el cantautor estadounidense envió a Barbara Ann Hewitt, en las que le adelantaba su deseo de alcanzar la fama y vender millones de discos, fueron subastadas por casi 700.000 dólares.
Un simple con el tema del Premio Nobel fabricada con “la mejor calidad de sonido” se subastó en Christie’s de Londres y es el disco más caro de la historia.