Por Jorge Forbes, desde Francia, especial para DiariodeCultura.com.ar.
Edvard Munch es considerado el padre del expresionismo. Su padre quemó algunos de sus desnudos y el nazismo confisdcó sus obras como «arte degenerado». «El Grito» se vendió por u$s 102 millones. El museo que le rinde tributo en Oslo es el más grande del mundo dedicado a un único artista.
«Solo pudo haber sido pintado por un loco», escribió el noruego Edvard Munch.
El hallazgo del estudio hace referencia a la pintura de 1910, una de las dos versiones que se conservan en el Museo Edward Munch de Oslo, y la más famosa junto a la que se exhibe en la Galería Nacional de Noruega, de 1893. Una cuarta fue a parar a manos privadas en 2012 por 91 millones de euros.