Con dos canciones desconocidas y nuevas versiones, un hallazgo en todo sentido. Su voz, rescatada de casetes y cintas originales que grabó en su propio estudio, celebra al artista en su máxima expresión, ciento por ciento Sandro y a la vez más creativo que nunca.
Se trata de “Troilo for export” y “D’Arienzo for export”, ambos grabados en 1963 por el sello RCA, en una de las primeras experiencias con sonido estéreo