Quedó entre los 6 finalistas. Aborda la maternidad y el derecho de las mujeres al dominio sobre sus cuerpos pero también la vulnerabilidad de la vejez y el peso de los mandatos. Fue seleccionada en la «lista corta» del International Booker Prize, que distingue a las mejores ficciones traducidas al inglés con una dotación de 50.000 libras (aproximadamente unos 68.000 dólares), según el anuncio realizado desde Londres.
La obra pasó prácticamente inadvertida en aquellos años, apenas apareció una breve reseña en un periódico local, lo cual sembró dudas acerca de su decisión de escribir, que se profundizó con la llegada de su segunda obra, “Claraboya”, de 1953, que no logró publicar más que en 2011, ya consagrado.
Los «besos» en la arcilla del artista inglés William Cobbing y «Larga distancia», una obra que se resignifica ahora con la pandemia