El 14 de abril de 1912, el transatlántico más grande y lujoso del planeta chocó con un iceberg en el Océano Atlántico y se hundió. Se lo consideraba, también más seguro. Violeta Jessop, una camarera nacida en Bahía Blanca, sobrevivió y le salvó la vida a un bebé. Cuáles fueron sus otros dos milagrosos rescates.