Conocido por éxitos como «I Believe I Can Fly», fue sentenciado a 30 años de prisión luego de que en octubre pasado fuera hallado culpable de los delitos de abuso y tráfico sexual contra varias mujeres, muchas de ellas menores de edad, así como de liderar una red de crímenes sexuales.
Hasta poco antes de morir, el escritor se encargó de compilar, diagramar y reordenar toda su obra cuentística, más de 50 años de ficciones breves que son parte de las «instrucciones para el futuro» que legó a sus colaboradores.