Por comodidad, falta de tiempo o miedo al otro, muchos prefieren enviar un mensaje de texto antes que hablar; el eclipse del diálogo cara a cara compromete la capacidad de sentir empatía y leer las emociones ajenas
Por comodidad, falta de tiempo o miedo al otro, muchos prefieren enviar un mensaje de texto antes que hablar; el eclipse del diálogo cara a cara compromete la capacidad de sentir empatía y leer las emociones ajenas