Aunque las tecnologías son importantes, más que los rayos láser, los sensores y los circuitos cerrados lo fundamental son las personas; el Bellas Artes, por ejemplo, destina el 34% de su presupuesto a proteger su invaluable acervo
MIRÁ LA GALERÍA DE IMÁGENES. El Colón, el Barolo, el Palacio del Congreso Nacional y otras menos conocidas son algunas de las obras emblemáticas que se cobraron la vida de arquitectos y promotores de manera misteriosa. Construcción del Congreso de la Nación en 1906