Abrasado, en Mendoza, fue elegido el mejor restaurante de vinos del mundo según las Great Wine Capitals

Abrió en 2014 dentro de la bodega que pertenece a la familia Millán, en Guaymallén. Se especializa en carnes maduradas.

El restaurante mendocino Abrasado, de Bodega Los Toneles, fue elegido como el mejor restaurante de las Great Wine Capitals (Grandes Capitales del Vino) y se llevó el ORO internacional en la categoría restaurantes de los premios Best of Wine Tourism 2022.

Abrasado, restaurante de Finca Los Toneles, en Mendoza.
Abrasado, restaurante de Finca Los Toneles, en Mendoza.gen

Los Toneles abrió las puertas de Abrasado en 2014 y es el primer restaurante de bodega en Mendoza especializado en carnes maduradas. Actualmente, con un equipo de profesionales comandados por Matías Gutiérrez, ofrecen una variedad de cortes y puntos de maduración que convierte al menú en uno de los más originales de la provincia vitícola más importante del país.

Ojo de bife madurado, uno de los platos recomendados de la carta de Abrasado.
Ojo de bife madurado, uno de los platos recomendados de la carta de Abrasado.gen

Platos destacados: Ojo de bife Black Angus, Ojo de bife madurado, Bistecca madurada al whisky (en lienzo de algodón) y Ensalada de langostinos al ajillo con palta, papas y cherrys.

Si bien los highlights de Abrasado son las carnes frescas o maduradas -como el Ojo de bife Black Angus, el Ojo de bife madurado y la Bistecca madurada al whisky (en lienzo de algodón)-, también los embutidos artesanales merecen la atención de todo el que visita esta antigua bodega ubicada a minutos del centro de la ciudad de Mendoza.

Abrasado, restaurante de bodega Los Toneles
Abrasado, restaurante de bodega Los Tonelesgen

Lógicamente todos los platos de Abrasado pueden acompañarse con las etiquetas de las bodegas de la familia Millán, propietaria de Los Toneles, entre ellas Mosquita Muerta, Los Toneles, Fuego Blanco y la línea Abrasado, especialmente diseñada para acompañar carnes. La coctelería del restaurante es otro interesante capítulo de la carta.

Fuente: La Nación