Concluyó el Doc BuenosAires, una mirada al mundo a través del cine documental

La muestra Doc BuenosAires, que año a año presenta en Argentina las tendencias más actuales del cine documental internacional, tuvo carácter presencial y virtual en forma simultánea.

Las películas, de diversas procedencias y temáticas, pueden verse en la sala Lugones del teatro San Martín de la Ciudad de Buenos Aires (avenida Corrientes 1530) o seguir online a través de las salas virtuales Docbsas.com.ar, Dac.org.ar/docudac y en la Sala Lugones Virtual.

La muestra, de carácter no competitivo, se transformó a lo largo de sus más de dos décadas en una plataforma de lanzamiento de películas que luego fueron adquiridas por diferentes distribuidoras de cine y canales de televisión de la región y un espacio para hacer visibles producciones independientes, además de un ámbito de trabajo en la profesionalización del cine documental.

«Las líneas son múltiples y diversas, no se puede homogeneizar ni decir este cine va por acá. El Doc BuenosAires no sigue ‘modas’, prioriza la mirada autoral por encima de lo que puedan ser tendencias de época», explicó la directora general del certamen, Carmen Guarini, al definir el principio rector de la muestra.

En el plano internacional, se ven «IA at War», de Florent Marcie» (película de apertura) y «Plastic Semiotic», de Radu Jude (película de cierre), mientras que en la tradicional sección «Visiones de lo Real», se proyectan «The First 54 Years: An Abbreviated Manual for Military Occupation,» de Avi Mograbi; «Virar Mar», de Philipp Hartmann y Danilo Carvahlo; «La calle del agua», de Celia Viada Caso; «Veladores»; de Paz Encina; «El film justifica los medios», de Jacobo del Castillo; y «An Unusual Summer» de Kamal Aljafari.

Este año la muestra presenta dentro de la Selección Argentina -que según Guarini es «de calidad, de búsqueda y en algunos casos, de gran riesgo»-, los últimos trabajos de Raúl Perrone («35combro5»), Martín Sappia («Un cuerpo estalló en mil pedazos»), Nicolás Prividera («Adiós a la memoria»), Gustavo Fontán y Gloria Peirano («El piso del viento»), Ileana Dell’Unti («Diarios del margen. Notas sobre el miedo al fuego y al agua»), Sergio Subero («Tierra del fuego, Lugano mental») y Mario Bocchicchio («Un horizonte invisible»).

Además, en el apartado La Política de las Autoras se ve una selección de las películas de la francesa Clarisse Hahn, la argentina Tatiana Mazú y la canadiense Nisha Platzer.

En esta edición, el viernes 29 de octubre el Doc Buenos Aires realiza un homenaje a David «Coco» Blaustein, fallecido recientemente, en la sede de Directores Argentinos Cinematográficos (DAC), en donde se proyectará «Se va a acabar», la última película del realizador.

Periodista: ¿Cuáles son las novedades del DocBuenosAires? ¿Cuál es el panorama en cuanto a películas, figuras y encuentros de esta edición?

Carmen Guarini: La novedad importante es que volveremos a la presencialidad y en la sala Leopoldo Lugones, la sede histórica del Doc BuenosAires desde sus inicios. Eso nos pone muy felices porque significa que por el momento la pandemia está controlada, al menos en el país, y eso mejora el humor social y facilita los encuentros que propone la muestra, que es la comunión colectiva en la sala cinematográfica. En cuanto a las figuras, el Doc se caracteriza por ser leal a los grandes autores y nos encanta poder pasar en las distintas ediciones sus nuevas obras, nos gusta que el público descubra cinematografías nuevas pero no nos interesa la «novedad» per se, nos interesa que nuestros espectadores puedan seguir la producción de lo que nosotros consideramos notables directores del cine de lo real como Avi Mograbi, Florent Marcie, Paz Encina, Raúl Perrone, Gustavo Fontán y Kamal Aljafari, entre otros, que ya han transitado el Doc en diversas ediciones.

P: La muestra es siempre una especie de foto de por dónde pasa el documental en el mundo. ¿Qué líneas se pueden trazar del material que recibieron y seleccionaron este año?

CG: Las líneas son múltiples y diversas, no se puede homogeneizar ni decir este cine va por acá. El Doc BuenosAires además no sigue «modas», prioriza la mirada autoral por encima de lo que puedan ser tendencias de época. Este año por ejemplo, tenemos un foco, «La política de las autoras», dedicado a tres directoras muy jóvenes con miradas experimentales sobre lo real. Pero no es lo único, las últimas obras de Mograbi, Marcie y Perrone, por ejemplo, desacomodan la idea de un cine que muestra lo que acontece.

P: ¿Cuál es el estado del documental en la Argentina?

CG: Muy vigoroso. Diverso, de calidad, de búsqueda y en algunos casos, de gran riesgo.

P: ¿La pandemia se ve reflejada en las películas de esta edición?

CG: Algunas de las películas fueron terminadas y otras producidas en pandemia. No fue una búsqueda inicial. Las películas surgen de sus momentos históricos. Nos interesan pero no porque respondan a un tema sino por la mirada sobre el mundo que construyen.

P: ¿El streaming modificó para siempre las formas de producción y exhibición del documental?

CG: La modalidad modificó muchas cosas en la circulación de las imágenes, pero por suerte una parte del cine de lo real resiste. Por otro lado creemos que las salas de cine son espacios que no van a desaparecer. La virtualidad no puede reemplazar la experiencia física colectiva que completa una película.