El último bastión ‘anti-Netflix’: quedará sólo un Blockbuster en el mundo

La empresa, que llegó a tener 9000 locales, entró en bancarrota en 2010. A fin de mes, cerrará la anteúltima tienda, en Australia.

Blockbuster no murió. Perdió, sí, contra Netflix y ya es historia en el mundo de los negocios. Pero no lo es en la pequeña ciudad de Bend, en el estado de Oregon, en los Estados Unidos. Allí, finalmente, quedará en pie el último local, luego de que, a fin de mes, cerrará el penúltimo, ubicado en Australia, y de que, en julio del año pasado, cerraran dos tiendas en Alaska.

La empresa, que llegó a tener 9000 tiendas y parecía inquebrantable en la industria del cine, declaró su quiebra en 2010, se redujo a 300 unidades y canceló la mayoría que poseía. Ahora, solo tendrá una representante en todo el mundo.

Saudi Harding, la gerente general de la tienda Blockbuster en Bend, apenas se enteró de que dirigirá la última tienda en el mundo, atinó a escribir en Facebook: «Es emocionante». Luego, en una entrevista, dijo: «Casi nos revitalizó que seamos los últimos». Y agregó: «Nos tratan como celebridades».

El miércoles, el teléfono fijo de la tienda sólo daba una señal de ocupado constante y una música de espera, con el tema de «La Guerra de las Galaxias», especificó el diario The New York Times.

La tienda se convirtió en una franquicia de Blockbuster en 2000. Posee, aproximadamente, 4000 cuentas activas y suma algunos clientes más de manera diaria. No obstante, reconoce Harding, algunos de los nuevos visitantes son turistas que viajan varias horas para hacer escala en la ciudad. Además, la tienda, al parecer, seguirá en pie y continuará sumando ingresos, ya que le quedan algunos años de alquiler. Cuenta con un acuerdo de licencia que sus dueños firman cada año con Dish Network, firma que adquirió Blockbuster por u$s 320 millones, en 2011.

Tal vez, haya una explicación sobre la vigencia de ese Blockbuster. Según Sally Russell, la alcaldesa de la ciudad, esa región es de «grandes extensiones con comunidades realmente pequeñas» que, en ocasiones, no tienen acceso a Internet de alta velocidad para transmitir contenidos.

Además, dijo Russell, son muchos los residentes de las zonas aleñadas que se detienen en la tienda, en sus viajes semanales cuando van a hacer mandados, y se sienten atraídos por la posibilidad de alquilar material por siete días. Sin contar que el estatus de ser el último Blockbuster podría darle un nuevo impulso al negocio. «Es como con el vinilo viejo y como todo el mundo quiere volver a tener tocadiscos», dijo, y añadió: «Llegamos a un lugar donde algo anticuado regresa. Definitivamente, hay un interés en mantener viva esta forma casi extinta de disfrutar de las películas».

Pero, más allá de estas explicaciones, el negocio de la añoranza en otros lugares es factible en algunas partes del mundo. En Japón, por ejemplo, aún están en pie algunas tiendas de Tower Records, luego de que la compañía matriz se declarara en quiebra y cerrara todas sus unidades en los Estados Unidos. Y en Lake George, Nueva York, todavía existe un Howard Jonhson’s, una unidad de lo que otrora fue la cadena de restaurantes más grande de los Estados Unidos.

No obstante, continúan los cierres de grandes cadenas que quedaron en el tiempo. El miércoles, por ejemplo, el minorista de descuentos Dollar Tree anunció que cerraría 390 tiendas Family Dollar este año. En febrero, según la firma Coresight Research, habían sido anunciados 2187 cierres de tiendas en los Estados Unidos este año.

Fuente: El Cronista