Las rutas de San Martín en el cruce de los Andes podrían ser patrimonio de la humanidad

La gran estrategia militar del general José de San Martín, que logró despistar y vencer a los realistas asentados en Santiago de Chile hace dos siglos, se basó en avanzar en forma casi simultánea a través de pasos a lo largo y lo ancho de la cordillera altiva, helada y peligrosa.

También conocidos como rutas sanmartinianas, esos pasos podrían ser Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, según una solicitud del gobierno de la Argentina aceptada recientemente.

La postulación ante la UNESCO para que esas rutas se sumen a los 1073 sitios de 167 Estados que hoy son reconocidos como lugares de la Tierra con un «valor universal excepcional» fue presentada por el gobierno argentino a fines de enero e inscripta en una lista preliminar de esa organización hace dos semanas. Este es el primer paso de un proceso que culminará en febrero de 2020.

El mentor del proyecto, el embajador argentino ante la Unesco Rodolfo Terragno , aseguró que están avanzadas las conversaciones para que se incorpore a la presentación el gobierno de Chile, de manera que la solicitud resulte de carácter binacional.

El hecho podría compararse con la Ruta de la Seda, que conectaba Europa y Asia y se usó entre los siglos II a.C. y XVI para el comercio y el intercambio cultural y científico, y fue consagrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2014, según un pedido conjunto de los gobiernos de China, Kazajstán y Kirguistán.

Terragno anticipó también que durante este año se presentarán los avales y adhesiones con los que cuenta el proyecto, además de los documentos que certifiquen las características que hacen de aquella gesta «una hazaña digna de otra Ilíada», según la describió una revista de la propia Unesco en 1961.

En este sentido, el sábado último, durante la celebración del Día de la Independencia, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, convocó a expertos, instituciones de las ciencias, la historia y la cultura a aportar elementos sobre las características diferenciales de la región andina surcada por los pasos. Llamó a una «cruzada patriótica», que representa un objetivo «impostergable» que «hace a nuestra autoestima, al convencimiento, a la dignidad de los argentinos». El presidente destacó que es importante «especialmente para los más jóvenes que vean que un señor, que se llamó San Martín, aspiró a mucho y lo logró; que no tuvo miedo y no tuvo límites».

La iniciativa es una idea de Terragno, historiador y escritor experto en la vida del general San Martín. Entre sus obras se incluyen Diario íntimo de San Martín, Josefa yMaitland & San Martin, sobre un plan inglés para tomar Buenos Aires antes de la revolución independentista. Terragno compartió su idea con Macri en enero de 2018, durante una visita que hizo el presidente argentino a París, quien dio su beneplácito al proyecto y se comprometió a impulsarlo.

Hasta el momento, la postulación ante la Unesco cuenta con el apoyo, además, de las cámaras de Diputados y Senadores de la Nación, los gobiernos de las provincias cuyanas, la Academia Nacional de la Historia, el Instituto Nacional Sanmartiniano, la Universidad de Salamanca, arqueólogos y geólogos del Conicet y unas ocho mil firmas de particulares. En lo sucesivo, anticipó el embajador ante la Unesco, se involucrarán en el proyecto otros organismos del estado como la secretaría de Cultura, la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, la Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la Unesco y el Instituto Geográfico Nacional.

Para Terragno es importante destacar que la acción de San Martín «no fue contra España sino contra el absolutismo» y que el propósito del Libertador se evidencia en un hecho que suele pasar inadvertido: el Ejército de Los Andes transportó, junto a las armas, dieciséis cajas con unos setecientos libros que había traído San Martín desde España y que nutrieron luego bibliotecas chilenas y serían el embrión de la Universidad del Perú.

Fuente: LA NACION – Crédito: Marcelo Aguilar

En el texto de la presentación se cita a historiadores e investigadores extranjeros con la intención de señalar la valoración científica internacional. Algunos de esos especialistas comparan el cruce de los Andes con los cruces de los Alpes de Napoleón Bonaparte y Aníbal Barca. Pero según el historiador Daniel Balmaceda son comparaciones inadecuadas. «La gesta sanmartiniana fue una proeza heroica. Llevada a cabo por el hombre que logró superar obstáculos de todo tipo, políticos, económicos y logísticos -incluso personales, teniendo en cuenta su endeble salud-, en pos de un noble objetivo. Porque, a diferencia de los planes de conquista de Aníbal y Bonaparte, San Martín marchó para dar la libertad a medio continente», afirma Balmaceda luego de recordar que los caminos y recursos eran también totalmente diferentes.

A diferencia de los hombres de Bonaparte y Anibal, los de San Martín recorrieron caminos intransitables, superaron riesgosas cornisas y no contaron con poblaciones donde reabastecerse de alimentos y bebidas para ellos y sus animales por lo que debieron acarrearlas, igual que las armas y municiones.

La gran estrategia de San Martín es descripta con detalle en el documental en seis capítulos escrito y dirigido por Alicia Mingorance, disponible en la página de la Dirección General de Escuelas de la provincia de Mendoza. Allí se describe que la exitosa acción militar, en enero y febrero de 1817, se desarrolló en un frente de avance de 2000 km de extensión y un ancho de 300 km en línea recta desde la precordillera al Pacífico, ascendiendo alturas entre los 3400 y 5000 metros. Desplegó cuatro rutas auxiliares a las dos centrales con el objetivo de «distraer la atención del enemigo y obligarlo a diseminar sus fuerzas reunidas en Santiago a lo largo de la cordillera en una tentativa por cerrar todos los pasos simultáneamente; de hacerlo así no tendría tiempo suficiente para reunirlas nuevamente en el lugar en que San Martín había elegido para lanzar su ofensiva, la capital. Para ello dividió el grueso del ejército en dos columnas, una de apoyo iría por Uspallata y la vanguardia por la ruta de Los Patos para luego reunirse en un movimiento envolvente, sorpresivo».