Los realities más locos.

Nuevos programas que rozan los límites de lo admisible

Ghosted pone el foco en las grietas que se producen entre las personas
Sexo, drogas y vegetarianismo. Desde esta perspectiva podríamos empezar a aproximarnos al mapa de los reality shows que llamarán la atención del mundo desde ahora y a lo largo de todo 2020. Una familia forzada a convivir con una mascota que tiene mucho que ver con sus hábitos comestibles, un grupo de adictos llevados a conocer el origen de las sustancias que consumen y la TV como organizadora de citas amorosas que deparan para sus fogosos protagonistas más de una inesperada sorpresa se destacan entre la programación del género presentada hace unos días en Mipcom, el encuentro más importante del año para la industria televisiva global.

De nuevo a sala llena, la suiza Virginia Mouseler (responsable de la consultora The Wit) presentó una selección con los reality shows de los que hablará el mundo en los próximos meses. La edición 2019 de Fresh TV tuvo a la cabeza tres formatos llamativos, extravagantes y casi extremos llegados desde Europa: Meat the

Family, The Cocaine Trail y Five Guys a Week.

El reality Meat the Family

Meat the Family, producción de origen británico desarrollada por Red Arrow, juega desde su título con dos sentidos de una expresión anglosajona que se escribe de distinto modo, pero se pronuncia casi idénticamente. El “meet” (encuentro) y el “meat” (carne). El programa nos lleva a conocer a cuatro familias comunes y corrientes que se caracterizan por una dieta basada casi íntegramente en el consumo de carne y sus derivados, pero que aceptan la propuesta televisiva de alojar durante un tiempo en el hogar al animal más relacionado con ese consumo. Después de un tiempo deberán tomar una decisión crucial con esta nueva mascota: ¿la matan o deciden renunciar a sus hábitos y volverse vegetarianos? Desde Holanda llega The Cocaine

Trail, seguramente el reality show más polémico de los últimos tiempos (y de los próximos). A partir de una idea de la productora holandesa Simpel Media, que logró despertar interés de la poderosa Endemol Shine para su posible distribución internacional, se puso en marcha este reality documental. Sus protagonistas son seis millennials, todos ellos confesos consumidores de cocaína, que son llevados por la televisión con todos los gastos pagos al lugar de origen de la sustancia que consumen. Instalados en Colombia, todos ellos descubrirán los dramas, los conflictos y los problemas (con la ley y las autoridades, sobre todo) que hay detrás de la producción y el consumo de esa droga. De vuelta en sus hogares, deberán decidir si mantienen el hábito o deciden abandonarlo después de semejante experiencia.

Mucho más frívolo y carente de cualquier efecto colateral parecido al de la experiencia anterior es Five

Guys a Week, dating show creado en el Reino Unido por la poderosa productora Fremantle. El punto de partida ya es conocido: varios pretendientes del otro sexo cortejan a una persona soltera con aspiraciones de formar pareja y, de paso, divertirse un poco. Los candidatos y la/ el encargada/o de seleccionarlo son invitados por el programa a una convivencia forzosa frente a las cámaras. El juego comienza cuando esos pretendientes empiezan a ser descartados hasta que queda uno y se forma una aparente “pareja ideal”.

Para todos los gustos

Otros siete títulos presentados en la edición 2019 de Fresh TV podrían completar la antología de los diez reality shows más comentados de los próximos tiempos en la pantalla mundial. Aquí, la lista:

¿Quién es quién? Las participantes del reality de citas Undercover Twins

Undercover Twins (Reino Unido/ The Story Lab). Un dating show con trampa. Un grupo de muchachos solteros acepta la invitación de una atractiva muchacha que se dispone a aproximarse a ellos con el fin de buscar a su compañero ideal. El proceso transcurre entre invitaciones, citas, insinuaciones y propuestas de todo tipo hasta que los candidatos caen en la cuenta de que la posible chica de sus sueños no es una, sino dos. La muchacha tiene una hermana gemela que participó en algunos de los encuentros y confundió a los aspirantes. El engaño abre más de un interrogante. Sobre todo, saber qué pasa en el caso de que las dos gemelas terminen atraídas por el mismo hombre y deban competir entre sí. O viceversa…

Ghosted, otra propuesta de reality que busca darle una vuelta de tuerca al género

Ghosted (Estados Unidos/viacom). Con un título tentativo similar al de una ficción dramática reciente, este programa podría haber sido inspirado por alguna observación surgida de la “grieta” ideológica que viven hoy algunas sociedades como la argentina, en las que se producen distanciamientos instantáneos y absolutos entre personas que hasta poco antes parecían inseparables. A partir de esta premisa, el programa ayuda a personas que añoran a parejas o a entrañables amigos distanciados a recuperarlos o, al menos, a entender cuáles son los motivos de ese tipo de alejamientos tan terminantes.

Los conductores del reality Singletown, Joel Dommett y Emily Atack

Los conductores del reality Singletown, Joel Dommett y Emily Atack Crédito: ITV2

Singletown (Reino Unido/keshet). La muy activa creadora israelí de formatos televisivos vuelve a llamar la atención con un dating show que sale en busca de parejas dispuestas a romper sus vínculos durante un tiempo. Lo que la tele les propone es volver a vivir en ese lapso una vida soñada sin responsabilidades de pareja y a todo lujo. Tienen un departamento a disposición, gastos ilimitados para divertirse y conocer otras personas durante todo un verano. Eso sí, deberán aceptar que sus respectivas parejas harán lo propio… en el departamento de al lado. Después de esos meses de “ensueño” las parejas deberán reencontrarse y decidir cuál será el futuro para ellas.

Lodgers and Old Codgers (Alemania-reino Unido/banijay). Ya está en marcha en el Channel Four británico este proyecto, cuyo punto de partida es un dato de la realidad: cada vez es más costoso en esos países alquilar una vivienda para las nuevas generaciones, especialmente quienes aspiran a ingresar en el mundo laboral y establecerse para desarrollar una carrera (personas de entre 25 y 35 años). Y al mismo tiempo aumenta la cantidad de jubilados que viven solos y tienen cada vez más dificultades para mantenerse. Lo que el programa sugiere es un reality documental en el que integrantes de esas dos generaciones ponen en marcha un plan de convivencia y tratan de ejecutarlo delante de las cámaras. A cambio de compañía y de un acuerdo verbal para el reparto de responsabilidades, la TV les proporciona una

vivienda. ¿Qué surgirá de todo ello: la experiencia de una amistad duradera o la perspectiva de un conflicto inmediato?

Donde menos te lo esperas (España/fremantle). Otra vuelta de tuerca a los dating shows, en este caso a partir de cinco participantes con profesiones o modos de vida fuera de lo común dispuestas a recibir pretendientes obligados a aceptar esas características tan distintivas y adaptarse a entornos completamente ajenos a sus rutinas. La primera temporada del programa ya se puso en marcha en la TV española (a través de la Cuatro) y sus protagonistas son una nudista vegana que vive en medio de un bosque, un capitán de barco que vive más tiempo en alta mar que en tierra, un ex bombero que recorre el mundo en compañía de su perra, una youtuber e instagramer y una feriante. No tardarán en llegar las réplicas de esta idea en otros territorios.

Don’t (Estados Unidos/banijay). Hay nombres famosos detrás de esta idea. Ryan Reynolds es su productor y Adam Scott (Parks and Recreation, Big Little Lies), su presentador. El “no” es la única regla de todos los desafíos a los que se enfrentan sus participantes, en este caso grupos familiares, que llegan al programa en busca de una recompensa en dinero contante y sonante: no hay que reírse, no hay que saltar, no hay que gritar, no hay que decir determinadas cosas, y así sucesivamente.

You Should Know It (Israel/nbcu). Una competencia muy apropiada para los tiempos que corren y la costumbre por acumular la mayor cantidad de imágenes posibles en las redes sociales. En este caso, la ocurrencia básica del programa es invitar a los participantes a competir por premios sobre la base de un cuestionario que tiene como referencia los registros fotográficos extraídos de sus respectivas redes sociales. Fotos familiares, ocasionales, de viajes, de experiencias laborales o lo que cada uno imagine o haya acumulado desde sus cuentas de Instagram o Twitter.

Fuente: La Nación