Mirá cómo realizaron la limpieza y mantenimiento de la araña de la sala del Teatro Colón

MIRÁ LA GALERÍA DE IMÁGENES. Durante el operativo, con el trabajo de más de 30 personas, recambiaron las 552 lámparas halógenas que posee repartidas en sus doce tulipas.

Como cada año, se llevó a cabo la limpieza y el mantenimiento de la araña, la bellísima luminaria de la sala de nuestro primer coliseo.

Durante el operativo, que tuvo el trabajo de más de 30 personas, y bajo la atenta mirada de la Directora General del Teatro Colón, María Victoria Alcaraz, la araña desciende casi treinta metros para que sea posible su limpieza, mantenimiento y esencialmente el recambio de las 552 lámparas halógenas que posee repartidas en sus doce tulipas.

A las 10:09 del lunes 23 de septiembre comenzó el descenso de la majestuosa araña del Teatro Colón. Treinta trabajadores -entre operarios de técnica, mantenimiento y limpieza- participaron del

El proceso incluye también el retiro de todas las lámparas, la limpieza de las tulipas y de las partes metálicas con la utilización de paños especiales, la colocación de todas lámparas nuevas y las reparaciones restantes que resulten necesarias.

La limpieza de la araña es una actividad que se realiza todos los años desde su reinauguración en 2010. Es una suerte de ceremonia, de rito, que congrega a todos los trabajadores del teatro. Para la directora general del Colón, María Victoria Alcaraz, es un objeto energético, casi místico:

Finalmente, se realizó la prueba de encendido, apagado, enfriado y vuelta a encender, para verificar que todo esté en orden antes del ascenso final que lleva una duración aproximada de 40 minutos.

La primera vez que se bajó para su restauración y modernización en 2010, cuando a su vez se reconstruyeron piezas rotas a cargo del orfebre Juan Carlos Pallarols, se trabó en el aire, a mitad de camino. Desde entonces, reforzaron los cuidados. La limpieza la hacen todos los años y a veces, según el rendimiento de los lámparas, se realiza una segunda sesión de mantenimiento.

La araña del Teatro Colón es original del momento de su inauguración; fue construida en Europa a fines del siglo XIX por los hermanos Esteban y Luis Azaretto. Pesa 1300 kilos y tiene dos partes: una fija -amurada al techo- de siete metros y medio de diámetro y otra desplazable, de cinco metros y medio de diámetro y casi cuatro de alto, que constituye su plafón central.

La araña del Teatro Colón es original del momento de su inauguración; fue construida en Europa a fines del siglo XIX por los hermanos Esteban y Luis Azaretto